CARTAGENA. Consumada la expulsión de Gonzalo Abad como miembro de Vox y una vez que el Pleno daba el visto bueno a la decisión de su partido de prescindir de él y que éste ocupara el cargo de concejal no adscrito, el ya exedil de Vox se quiso despachar a gusto de los que han sido hasta ayer sus compañeros.
Arremetió contra su excompañera de partido y el asesor Jaime Pérez-Solero, acusándoles de ser los instigadores y culpables de su marcha. "Mi expulsión se basa en una denuncia formulada por mi excompañera de Grupo, Pilar García, y el asesor, Jaime Pérez-Solero. Un escrito sin firmar, indescriptible y lleno de mentiras y falsedades e injurias". Fruto de "una conversación manipulada que mi excompañera de grupo grabó sin mi conocimiento", decía Abad en el Pleno.
Continuó el ya concejal no adscrito añadiendo que de toda "esta basura", como él califica al 'affaire' entre ellos, se ha hecho eco el comité de garantías, "que no es más que un mero ejecutor de las decisiones del órgano interno del partido". Aseguraba que la razón de fondo de su expulsión "no es otra que la de intentar cesar al asesor Jaime Pérez-Solero por pérdida de confianza, motivada por unos hechos que ya expuse al partido". Recordaba que es un cargo de confianza, "que aunque cobra del Ayuntamiento, supuestamente puede ser cesado". Calificó a Perez-Solero como "vividor" de la política, quien "había detectado la frustración de mi excompañera, por no ser ella la portavoz del grupo".
Añadía que en los últimos meses tuvo que aguantar "todo tipo de insinuaciones acusaciones, reproches y desplantes. Los he soportado para que el grupo siguiera funcionando, pero han sido varias personas en contra de una sola".
Reconocía que no entregará su acta de concejal porque "en contra de lo que piensan algunas personas, los concejales no representamos a los partidos sino a los electores que nos votaron. No lo digo yo, lo dice la ley" y apostillaba que seguirá defendiendo las mismas propuestas y los mismos principios por los que entré en este partido: huyendo de la demagogia. "No pedí a nadie ser coordinador en Cartagena ni estar en una lista electoral. Acepté el compromiso y voy a cumplir con el mismo" y añadía que nunca se ha negado a ceder la portavocía a su compañera, "bajo unas mínimas condiciones, pero ha sido ella quien no ha querido hacerlo posible".
"No he sido yo quien ha decidido marcharse, sino mis propios compañeros para quienes parece que soy un estorbo en su carrera política"
Admitió que volverá a su puesto en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, ya que no necesita el sueldo de portavoz para vivir. "Vuelvo a mi puesto de trabajo en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, ya que, afortunadamente, yo y no como otros, no necesito el sueldo de concejal portavoz para vivir,. Tengo mi trabajo".
Apostilló, por otro lado, que no ha sido él quien ha decidide marcharse, "sino mis propios compañeros, para quienes parece que soy un estorbo en su carrera política. Han hecho todo lo posible para quitarme de en medio. Con esta decisión hacen un daño al partido en Cartagena, pero parece que para ellos es más importante su carrera que el proyecto político en sí".
"Es muy triste que lo conseguido con tanto esfuerzo e ilusión de mucha gente se acabe de esta manera. Los que empezamos en Vox hace unos años no creíamos que llegaríamos tan pronto a las instituciones y en este sentido se puede decir que estamos muriendo de éxito", concluía.