La aspiración del armador es poder vender las reses en algún país del arco Mediterráneo, no de la Unión Europea, una vez se compruebe mediante análisis que no están infectados por dicha enfermedad.
CARTAGENA (EFE). El barco Karim Allah con cerca de 900 terneros devueltos por Turquía y Libia ya ha atracado en el puerto de Cartagena en la tarde de este jueves y los inspectores enviados por el Ministerio han subido para inspeccionar el estado en el que se encuentran los animales.
Fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y del armador “Talia Shipping Line” así lo han confirmado a Efeagro, después de que el barco haya permanecido varios días fondeado en aguas de la bahía cartagenera, sin acceder al puerto de donde salió hace dos meses para llevar las reses a Turquía y, posteriormente, a Libia.
Fueron rechazadas en esos destinos por reticencias sobre la posibilidad de que saliesen de España infectados por la enfermedad de la lengua azul, extremo que desmintieron tanto la asociación de productores de vacuno (Asoprovac) como el Gobierno.
El Departamento de Luis Planas anunció esta mañana que el capitán del buque no había atendido a los requerimientos de las autoridades para que permitiese que los inspectores subiesen al barco. Finalmente, esto se producirá en las próximas horas, según las citadas fuentes.
El desembarco del ganado supondría el sacrificio de los mismos en base a la legislación comunitaria vigente, con pérdidas económicas para el transportista
En declaraciones a Efeagro, el abogado del armador, Miquel Masramon, ha asegurado que entra en el puerto con la condición de que únicamente sean inspeccionados los animales, pero no desembarcarlos, ya que eso supondría el sacrificio de los mismos en base a la legislación comunitaria vigente, con pérdidas económicas para el transportista.
La aspiración del armador es poder vender las reses en algún país del arco Mediterráneo, no de la Unión Europea, una vez se compruebe mediante análisis que no están infectados por dicha enfermedad.
El armador ayer contrató a un grupo de veterinarios que extrajeron sangre a algunas de las reses embarcadas para descartar la presencia de lengua azul y los resultados se conocerán en un máximo de 48 horas. Según Masramon, el transportista ya “ha perdido más de un millón de euros” en estos dos meses en los que el barco ha estado navegando con los animales a bordo y se niega a tener más pérdidas económicas con el sacrificio del ganado.
Ese sacrificio tendría que realizarse una vez los animales entraran en suelo español (comunitario) porque su última parada fue Libia, que es un Estado que tiene prohibida la exportación de animales a la Unión Europea por la existencia de fiebre aftosa, entre otras epizootias “de gran repercusión para el ganado”.
En esos términos lo recoge la última resolución del MAPA enviada a las empresas interesadas en este asunto, entre ellas la transportista, para argumentar por qué se rechaza la entrada en el país de dichos animales.
El puerto de Cartagena, además, “no es un Puesto de Control Fronterizo autorizado para la entrada de animales de la especie bovina, como es conocido por los operadores comerciales”, según la resolución ministerial a la que ha tenido acceso Efeagro
El puerto de Cartagena, además, “no es un Puesto de Control Fronterizo autorizado para la entrada de animales de la especie bovina, como es conocido por los operadores comerciales”, según la resolución ministerial a la que ha tenido acceso Efeagro.
El texto detalla que, “en el supuesto de que los citados animales tuvieran entrada en el territorio” español, la empresa importadora “deberá aislarlos y sacrificarlos dentro del recinto portuario lo antes posible, sin destino a consumo humano, y destruir los cadáveres”.
Si rechazasen dichas actuaciones, serán objeto de ejecución subsidiaria por el MAPA, a cuyo efecto deberán hacer frente directamente al pago de la factura o facturas correspondientes y, en caso contrario, se iniciará el procedimiento correspondiente, según el documento.
La ONG Igualdad Animal ha lamentado que no se ponen en marcha planes de contingencia exigidos por ley para evitar que estos ejemplares queden "atascados" en los países de destino fuera de Europa.
En un comunicado, Igualdad Animal ha señalado que la normativa obliga a las autoridades a implantar iniciativas que encuentren soluciones "rápidas" que remedien el sufrimiento de estos animales.
Así, ha recordado que el artículo 22.2 del Reglamento 1/2005 dice que no se retendrá ninguna partida de animales durante el transporte, salvo que sea estrictamente necesario para el bienestar de los animales o por razones de seguridad pública.
Si cualquier partida de animales debe ser retenida durante el transporte durante más de dos horas, la autoridad competente se asegurará de que se tomen las medidas adecuadas para el cuidado de los animales y, en caso necesario, su alimentación, abrevado, descarga y alojamiento, ha añadido Igualdad Animal.
Además, ha remarcado que en las autoridades de los puertos de origen son las responsables del bienestar de los animales, en este caso, el de Cartagena.
Por todo ello, Igualdad Animal ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la intervención urgente de veterinarios oficiales que accedan al barco, inspeccionen a los animales y hagan los test correspondientes para determinar su estado de salud.
También ha exigido que se informe de la situación higiénica tras dos meses de suciedad acumulada y si se está incumpliendo la normativa de bienestar y sanidad animal.
Asimismo, ha remarcado que, dada la imposibilidad para asegurar las condiciones de sanidad ni de bienestar animal hasta destino, España debe prohibir el transporte de animales a países terceros de la UE como ya lo han hecho varios países europeos.
Las deficiencias detectadas en el manejo de los corderos que embarcaron la pasada primavera en el Puerto de Cartagena con destino a Arabia Saudí, llevaron a Igualdad Animal a presentar una demanda en la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria.