A vueltas con el Trasvase Tajo-Segura: ¿Por qué se quiere reducir?

MURCIA. Desde el año 2001 nos hemos habituado a ver cómo cada vez que se anuncia una modificación del sistema de explotación del Trasvase Tajo-Segura el resultado es la reducción de los caudales a trasvasar. Mientras, los agricultores levantinos, ante la creciente incertidumbre, han ido incorporando innovadoras técnicas agronómicas que reducen al mínimo la utilización del agua de riego, así como nuevas fuentes de suministro de agua, algunas con impactos ambientales negativos como la desalación, confiando en una mejora a futuro.

"estudios científicos señalan que la solución del problema ambiental del Tajo no es diluir la contaminación subiendo el caudal ecológico mediante la reducción del agua trasvasada"

En las últimas semanas, la sociedad de la Región de Murcia y de la Comunidad Valenciana se ha manifestado para impedir una nueva modificación del régimen de explotación del trasvase que implica la reducción de 78 hm³ de agua. Ello supone en la práctica su supresión, provocando un daño social, económico y ambiental irreparable para el levante español. Así, muchos se pueden preguntar: ¿Por qué esta nueva agresión ambiental y económica al sureste? ¿Por qué ése empeño en castigar a uno de los mayores abastecedores de alimentos de Europa?

El Gobierno de la nación fundamenta la modificación por la necesidad de reducir la contaminación del agua del Tajo entre cabecera y Aranjuez mediante el incremento del caudal ecológico (más de 2 m³/s) a costa de reducir los volúmenes trasvasables. Sin embargo, estudios científicos ponen de manifiesto que la solución del problema ambiental del Tajo no es diluir la contaminación incrementando el caudal ecológico mediante la reducción del agua trasvasada. Incluso en el hipotético caso de que no existiera el trasvase, los vertidos urbanos mantendrían una concentración de nutrientes (amonio y fosfatos) por encima de lo permitido y no conseguirían descontaminar el Tajo.

Los vertidos urbanos depurados son la mayor causa de la contaminación del Tajo Medio, por lo que su recuperación ecológica necesariamente implica la modernización y optimización de las grandes depuradoras urbanas de la cuenca para cumplir los parámetros ambientales y obtener un agua limpia y reutilizable, capaz de recuperar los cauces fluviales y devolver el valor paisajístico y ecológico del Tajo, cumpliendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 6 y 13.

El modelo implementado en Murcia de Biofactorías podría servir de guía para incrementar la ecoeficiencia de las depuradoras y la reutilización de aguas residuales para fines ambientales y agrícolas. Esta transformación tecnológica de las depuradoras requiere importantes inversiones, accesibles a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española que dispone de más de 72.000 millones de euros, el 32% destinado a inversión verde.

El riesgo de colapso socioeconómico y ambiental que la reducción del trasvase implica ha provocado que responsables de gobiernos autonómicos, alcaldes y dirigentes de partidos hayan expresado su rechazo a esta medida. Los 42 diputados de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, que representan a mas de 6,4 millones de españoles, pueden conseguir parar esta nueva modificación del trasvase y proponer una política nacional consensuada de gestión integral y sostenible del agua, que permita avanzar en la lucha contra el cambio climático, la recuperación de nuestros entornos naturales y la biodiversidad en coexistencia con la agricultura, el crecimiento económico y la cohesión social.

Seguro que en este empeño van a encontrar no sólo el apoyo de la sociedad española, sino también de muchos otros diputados de distintos territorios, que comparten la tarea de conseguir que el agua deje de ser un elemento de enfrentamiento entre territorios y personas, para convertirse en factor de vertebración y cohesión social posibilitando la creación de empleo y la producción de alimentos en torno a un mundo más sostenible y comprometido con nuestro medio ambiente.

Miguel Ángel Cámara Botía

Catedrático de Química Agrícola

Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica

Universidad de Murcia