la organización de low festival ve "muy difícil" su celebración

Los festivales esperan que el Gobierno los prohíba por fuerza mayor para cancelar y devolver entradas

1/05/2020 - 

MURCIA. Los grandes festivales de música se encuentran en una situación complicada. El parón ha sido obligado para todos y la "nueva normalidad" llegará, de forma progresiva, no se sabe en qué momento. La época estival, que es donde se concentran la mayoría de estos eventos, es precisamente ese 'limbo' sobre el que todavía nadie sabe nada. Mientras tanto, las promotoras están obligadas a seguir en una única dirección, la de la cancelación o aplazamiento —que es la que está siguiendo todo el mundo—, pero parece que el camino tiene dos variables: podría ser malo... o peor. El problema es que no se trata de una elección que dependa de las promotoras, sino que estas se encuentran a merced del Ministerio de Cultura y del Gobierno de España, que son quienes tienen que mover ficha en última instancia si alguien quiere que la situación no adquiera cariz de tragedia griega. 

Salir indemne es imposible. Las promotoras parece que ya lo ven así y reprograman su calendario. El público también hace presión pidiendo la devolución del importe de las entradas y los abonos adquiridos con antelación. Sin embargo, si la organización de estos festivales quisiera cancelarlo todo de forma unilateral, se situarían en un compromiso legal con los artistas contratados. Suspender por iniciativa propia, en lugar de hacerlo por fuerza mayor con prohibición explícita del Gobierno, les obligaría a cumplir con sus contratos y pagar el caché a los artistas, aunque esas citas no se celebren. Así lo ha comunicado este jueves Low Festival, organizado por Producciones Baltimore (promotora también del Warm Up que se celebra en Murcia), que se encuentra a la espera de una decisión al respecto por parte de las autoridades, con quienes además desvelan que ya se ha mantenido algún contacto.

"Tras las reuniones mantenidas estos días por representantes de la Federación de Música con el Ministerio de Cultura, en las que el ministro no ha activado todavía ningún tipo de compromiso con el sector, es el momento de transmitir un comunicado de transparencia con vosotros", explicaban en redes sociales a su público, que viene demandando desde hace meses su dinero e información sobre la gestión de este asunto. "En estos momentos, aunque intuimos por el devenir de los acontecimientos que será muy difícil  realizar el Low este año, el Gobierno no ha trasladado al sector un calendario de fuerza mayor (es decir, un plazo durante el cual no se permita celebrar conciertos ni festivales)", continúan. 

Esa 'no respuesta' por parte de las autoridades amplifica todavía más la incertidumbre reinante. "Hasta entonces no podemos cancelar el festival unilateralmente. Hacerlo podría obligarnos a ejecutar (y pagar) los contratos con los artistas y empresas colaboradoras de este año, aun si no celebráramos el festival", confirman. Una situación que inevitablemente obliga a ambas partes a continuar esperando, tanto a la promotora como al público que reclama su dinero. Eso sí, se eleva la presión sobre el Ministerio de Cultura ya que se le ha transmitido al público que, si no se cancela, es porque ellos no lo facilitan.

Quién sabe si incluso podría llegar a celebrarse y de qué manera. "A la espera de instrucciones del Gobierno y de que este nos facilite un marco legal sobre el que poder trabajar, estaremos preparados hasta el último minuto por si podemos vernos dentro de tres meses en Benidorm", añadían. Y es que la desescalada del confinamiento por fases culminaría con esa "nueva normalidad" a finales de junio, con un mes de ventaja respecto al festival y en un momento del año que podría afectar sensiblemente al comportamiento del virus. Quizá la situación haya cambiado positivamente para entonces. 

La encrucijada que vive ahora el Low Festival pasa por decidir la cancelación o no del evento y su posible traslado a otra fecha. Un momento que ya vivió hace mes y medio el Warm Up de Murcia, también organizado por Producciones Baltimore, quienes insistían este mismo lunes en que sí se permitirán cambios y devoluciones de entradas una vez se anuncie el cartel definitivo para las nuevas fechas, que se han fijado para el 1, 2 y 3 de octubre, cuando en realidad debía haberse celebrado precisamente este fin de semana, el primero de mayo. Con su cancelación, la incertidumbre se posó después sobre el Spring Festival, que también se acabó trasladando a octubre. Low Festival sigue ahora en ese 'limbo' sobre el que todavía no se sabe nada. Ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

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