AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Las canículas de la democracia

El mundo, sea verano o invierno, no se detiene en su continuo devenir, mal que le pese a Francis Fukuyama

5/08/2021 - 

Hace siglos la llegada de la canícula coincidía con una serie de epidemias y desastres, producidos en parte por las elevadas temperaturas, por eso existen numerosas referencias en nuestra literatura de guardarse de la canícula y otras fenómenos atmosféricos, cómo vaticinio de posteriores crisis.

Hoy esa crisis se cierne sobre las democracias, ya sean plenas o frágiles, aprovechando la excusa (en excesivas ocasiones) de la pandemia de la covid-19, ese virus chino con variantes británica, india, brasileña, y más que vendrán, tiene a buena parte de las sociedades avanzadas atenazadas por el miedo, por eso son tan fáciles de manipular por la dirigencia mundial, de este globalismo que prieta las filas frente a cualquier mínima disidencia. Y lo mismo da que sea sobre las vacunas, economía, libertades, migración o controles demográficos; del antaño prohibido prohibir del mayo del 68 hemos pasado al actual prohibido disentir (de lo políticamente correcto).

Y nuestro patio trasero, el norte de Africa no iba a ser para menos, porque nos ha vuelto a sobresaltar con un autogolpe del presidente de Túnez, Kais Saied, que ha decidido la suspensión del Parlamento y la destitución del Gobierno islamista, para imponer el toque de queda y diversas limitaciones como prohibir reuniones en espacios públicos (no me sean malos, y no hagan comparaciones con lo ocurrido aquí).

Saied jura el cargo ante el ministro del Interior. Foto: EFE/EPA/PRESIDENCY OF TUNISIA

Por cierto, y además, pone fin por el momento al único logro democrático de aquella primavera árabe de 2011, de la que desde el principio he sido muy escéptico, y si me permiten la auto cita, yo en aquel entonces hablaba “de  la primavera árabe al invierno yihadista“, y es así como esta acción del presidente tunecino está siendo comparada por algunos analistas como la acción realizada por el General Abdulfatah al Sisi en Egipto al deponer al presidente Mohamed Morsi, sacando del gobierno a los islamistas de los Hermanos Musulmanes, pero Saied aunque también ha expulsado a los islamistas del poder, en concreto al partido Ennahda, apoyado por los Hermanos Musulmanes (según el presidente Saied) lo ha hecho con unas formas mucho más suaves, casi casi en la delgada línea roja de la legalidad.

Pero este hecho, ocurrido en la antigua metrópoli cartaginesa, no es la única deriva autoritaria que se está produciendo en el planeta, estamos siendo testigos, en la mayoría de los casos mudos y en demasiados complacientes, de continuos giros autoritarios en América, y en concreto Centroamérica, como lo recoge, por ejemplo, el Índice Global de Democracia, elaborado por The Economist; y uno de los puestos de cabecera lo ocupa Nicaragua, considerado como uno de los regímenes más autoritarios de aquello lares, dirigido por Daniel Ortega (antaño gran protegido del Comandante Fidel Castro) del que ya hemos tratado en algún artículo.

También como ejemplo de derivas y tics autoritarios está el curioso presidente de El Salvador Nayib Bukele, empresario de éxito, hijo de un relevante Imán de ese país y gran proselitista islamista pues impulsó la construcción de algunas de las primeras mezquitas en Iberoamérica, Nayib inició su vida política como alcalde del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para ser presidente por un partido populista de derechas denominado Nuevas Ideas. Bukele, lo habrán visto en los informativos, está en plena deriva autoritaria con evidentes muestras de concentración de poderes eliminando cualquier tipo de contrapeso.

Además están los frágiles regímenes de Guatemala y Honduras en la categoría de lo que algunos llaman regímenes híbridos, debido a la escasa separación de poderes y la gran corrupción. Y si ya no cabían más tontos, acaba de surgir una nueva incógnita, el nuevo presidente peruano Pedro Castillo que ha jurado su cargo este 28 de julio pasado, echando la culpa de todos los males del Peru a los españoles, justo el día que celebran los 200 años de su independencia de España, como si nosotros echamos las culpas del gran paro que sufrimos a Napoleón Bonaparte. Por lo pronto el presidente Castillo, el solito, y sólo con su victoria electoral y la desconfianza que provoca, ya ha provocado una importante fuga de capitales, y un desplome de su moneda –El Sol- en un 10 %, bien empieza.

Pedro Castillo. Foto: EFE/PAOLO AGUILAR

Al hablar de autoritarismo y America es inevitable hablar de un régimen como el cubano donde las noticias siguen siendo muy malas, pues la represión del régimen comunista postcastrista continua siendo atroz sobre sus ciudadanos, aunque sin embargo (busquemos siempre lo positivo) puede haber signos de cambio, de resquebrajamiento y crisis del propio sistema dictatorial. Porque desde que se iniciaron las inusitadas protestas en torno al 11 de julio, han desaparecido del escenario público por fallecimiento 5 generales Cubanos en 10 días, desconociendo las causas de sus muertes por el hermetismo del régimen que no ha aclarado las circunstancias de esas bajas en el escalafón, por lo que se abren todo tipo de especulaciones, les deseamos lo mejor al pueblo cubano.

Algunos verán estas noticias como muy lejanas, pero son muy importantes y cercanas para nosotros, no solo por las relaciones económicas con aquellas tierras del nuevo mundo, sino desde el lado humano, además de nuestra afectividad por las antiguas tierras españolas del otro lado del charco, recordemos que existen en la Comunitat valenciana unos 150.000 vecinos que son americanos, y de ellos unos 6.500 son cubanos por ejemplo.

Pero, por otra parte, las noticias e inestabilidad de nuestro patio trasero también nos influye y mucho, porque además de los más de 100.000 residentes norteafricanos en la Comunitat, y de la gran competencia agrícola de Marruecos y turística de Túnez, está el triste testimonio de la llegada continua de pateras a nuestras costas, dejando un sinfín de muertos por el camino, y más si cabe durante el verano.

next