AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Kamikazes en el Mediterráneo 

Las espadas siguen en todo lo alto al otro extremo del Mare Nostrum

27/08/2020 - 

Cuenta la Historia que en la Edad Media, siglo XIII, el gran Kublai Kan se disponía a desembarcar en el Japón, para extender en el Pacifico su Imperio continental. Entonces un “viento divino” (kamikaze) dispersó las fuerzas invasoras, incrementando la sensación nipona de que los dioses les protegían. Hoy en el Mediterráneo Oriental se dan cita una serie de situaciones límite, que no son nada divinas, y si muy humanas, tanto que más que kamikazes se parecen más al juego de la ruleta rusa.

La semana pasada les comentaba el incremento de la tensión en el Mediterráneo Oriental a resultas de la llamada geopolítica de los recursos estratégicos o materias primas, en concreto el petróleo. Esta es una historia muy muy antigua, a pesar de pomposos y modernos nombres. Ya contaba el tratadista General J. F. C. Fuller, hace bastantes décadas, como las invasiones indoeuropeas se habrían producido, entre otros factores, por el cambio climático, pingüe negocio para algunos, y terrorífico e inevitable desafío para todos. Este cambio había sustraído a esos pueblos de lo necesario para su sustento y obligado a partir en busca de nuevas tierras.

En otras ocasiones, las emigraciones masivas fueron consecuencia, no del clima, y sí directamente de la mano del hombre, como cuando el rey persa Ciro el Grande ocupó las ciudades focenses del Asía menor. Y así fue como estos pueblos griegos tuvieron que cambiar su hábitat, emigrando desde el Mediterráneo Oriental al Occidental, para chocar en otra área, el mar Tirreno, con la influencia oriental, la de los púnicos cartagineses que, aliados a los etruscos, frenaron a estos griegos en la batalla de Alalia (aproximadamente en el 537 antes de Cristo ). Pero, a pesar de ser ésta una victoria táctica de los helenos, estratégicamente la alianza etrusca-púnica salió beneficiada, a pesar de que la alegría le durase poco, hasta el enfrentamiento naval en Cumae (sobre el 474 antes de Cristo) donde los etruscos perdieron, pero eso ya es otra historia ...

Ahora mismo en el Mediterráneo Oriental, estamos en ese criminal juego entre líderes kamikazes, en el que gana el que más aguanta y no se retira de la apuesta mortal de correr hacia una muerte segura, en una apuesta en la que los órdagos siguen creciendo, y en la que generalmente no llega la sangre al río (alguien se retira siempre a tiempo), pero a veces, si coinciden líderes irracionales (y últimamente éstos proliferan), el desastre está asegurado. 

 La Turquía de Recep Tayyip Erdoğan está aliada con el llamado Ejército Libre de Siria. Foto: EFE

Así  es, como hoy en día, la flota turca continúa con su despliegue en el mar entre las demarcaciones de Turquía, Chipre, Grecia y Libia, pues Recep Tayyip Erdogan sigue insistiendo con su discurso nacionalista. Dado que hace 100 años del tratado de Sévres, donde se certificó la muerte del Imperio Turco Otomano, ha dicho “hoy no nos doblegaremos ante un nuevo acuerdo de Sévres que tratan de imponer a nuestro país en el Mediterráneo Oriental", siendo claramente el jugador más intrépido en esta partida de póker al descubierto, en el que se prodigan los faroles, y que por cierto, esa estrategia a Erdogan le está yendo muy bien.

Por su parte, los otros países, con los que Turquía está enfrentada abiertamente, como Grecia, Chipre, Francia, o Egipto, siguen moviendo ficha y, por eso, hay fragatas y aeronaves griegas siguiendo a la flota turca. Los franceses han desplegado en la isla de Creta cazas de combate, una fragata de guerra y un portaeronaves anfibio, además de un posible despliegue de cazas de Emiratos Árabes Unidos (UAE) en esa misma isla cretense, etcétera. Ya ven todo un pulso que puede acabar muy mal, aunque lo razonable sería que se llegue a un acuerdo, para repartirse el botín de los hidrocarburos del Mediterráneo Oriental.

Como el curioso acuerdo que se ha producido en Oriente Medio, siendo una gran victoria de Israel, en el que los UAE han reconocido al Estado Judío, anatema para los musulmanes, y que ha sorprendido a la opinión pública internacional. Pero ha ocurrido otro hecho, el anuncio de la petición de compra de cazas USA F-35, de tecnología furtiva y de última generación, por ese país árabe, para que se entienda mucho mejor, pues será, seguramente, uno de los peajes para que la venta se pueda producir, recordemos la vital alianza entre Israel y los USA.

Imagen de un caza F-35

Porque ese caso, exportación de armamento, es un claro ejemplo, de como la política de Defensa influye en la Acción Exterior del Estado. Aquí, por ejemplo, tuvimos el caso de la construcción de las fragatas saudíes, a la que se oponía Podemos por razones de conciencia, pero dado los intereses de su alcalde gaditano El Kichi, fue un no con la boca pequeña, vamos un no, que era, un bueno pues bien, y al final resultó un si tácito. 

Por cierto, ese alcalde es pareja de la jefa de los podemitas del sur (todo queda en casa), es decir, el espíritu dinástico, ergo monárquico, impregna las estructuras de este progresista partido que dice ser republicano. Si llega a producirse en un ayuntamiento de otro partido, por ejemplo, Ciudadanos o PP, la presión popular, sindicalista, igualitaria y de género quizás habría malogrado la venta, construcción y puestos de trabajo, pero una cosa es predicar en asambleas universitarias y otra repartir grano, o el escasísimo presupuesto que la crisis va dejando.

Para acabar, y hablando de política Exterior y de Defensa, no puedo evitar transmitirles mi preocupación por la situación de Malí, por el golpe de Estado que se ha producido allí, con consecuencias aún por ver; y que dada la situación de inestabilidad, falta de gobernabilidad, terrorismo islámico, y sobre todo la presencia de tropas españolas en aquellas lejanas tierras africanas, debería hacernos a todos estar más pendientes de lo que ocurre en esa parte de nuestra frontera adelantada en el Sahel; suerte y ánimo para nuestros soldados que están allí.

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