MURCIA (EFE). El estudio preliminar de la carga de un barco hundido de la época de dominación romana de España, encontrado por un vecino en la bahía de Palma de Mallorca en el verano de 2019, sitúa su procedencia en la zona de Cartagena, hecho relevante porque se trataría del primer pecio cargado con salazones de esa área, lo que abre una nueva línea de investigación en relación con la economía hispanorromana.
El estudio ha permitido también descubrir un tipo de ánfora desconocido hasta ahora y al que pondrán de nombre Ses Fontanelles, en referencia al lugar del hallazgo.
La vicepresidenta y consellera de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Bel Busquets, ha presentado los resultados del estudio de este pecio, en que se ha constatado la presencia de cuatro tipos de ánforas diferentes, uno de los cuales es la primera que se ve en todo el mundo y que llevará el nombre de 'Ses Fontanelles 1', ha informado el Consell de Mallorca en un comunicado.
El jefe de la sección de Arqueología de la Dirección Insular de Patrimonio, Jaume Cardell, ha destacado que se han recuperado partes del barco que permitirán realizar estudios sobre la arquitectura naval.
Según Cardell, la mercancía del pecio de Ses Fontanelles, está conformada casi en su totalidad por ánforas de transporte. Se han podido identificar 249 piezas que contenían sobre todo garum (una especie de salsa de pescado), aunque también hay varias con aceite y en menor cantidad de vino, vinagre o productos derivados de la uva, para la conservación de aceitunas. Las ánforas estaban estibadas en el barco naufragado con sarmientos de vid y de carrizo.
Por tipos, son especialmente abundantes las 'Almagro 51 c'. Sus inscripciones pintadas indican que contenían un líquido equiparable al garum, elaborado con peces de pequeñas dimensiones.
Tras el estudio se ha constatado la excepcionalidad de la cantidad de 'tituli picti' conservadas (ánforas con inscripciones), una cuarentena, que conforman la colección más amplia conocida en ánforas hispánicas de época tardorromana. La combinación de las inscripciones alusivas al contenido y el análisis de los restos de su interior es una oportunidad única para investigar sobre la alimentación y la cocina en el mundo antiguo.
Después de que el pecio fuese encontrado en verano de 2019, a partir del aviso de un vecino, Patrimonio organizó una campaña de extracción del material y elaboró un inventario preliminar de los bienes. De manera consensuada entre los técnicos del Servicio de Patrimonio y los responsables del estudio, constataron la necesidad de revisar todo el material extraído en la campaña de 2019
Al mismo tiempo, se hizo una selección de las 25 ánforas mejor conservadas y aquellas que eran portadoras de 'tituli picti' y se hicieron fichas catalográficas de todas ellas, con dibujo y fotografía de cada ejemplar y fotogrametría del material.
También se llevó a cabo análisis macroscópico de las piezas y su caracterización petrográfica. De esta parte del estudio se desprende que la mayoría de las ánforas podían haber sido producidas en la zona de Cartagena. Sólo un ejemplar rompe esta tendencia indicando una procedencia de las costas de Málaga.