2021, como apenas medio mes de enero, ha puesto a prueba a los ciudadanos y a sus gestores. La borrasca Filomena de nuevo ha demostrado las carencias de una sociedad ya golpeada por la covid-19. No hay que olvidar que debajo del hielo está el virus y que el cansancio pandémico es real. Vamos camino de un nuevo confinamiento o como se quiera llamar
MURCIA. Algo se nos escapa. El virus no se domina. Llegan las vacunas pero hay que ponerlas porque su inoculación sigue siendo desigual en todo el país. Mientras tanto los contagios se disparan y ya estamos en las cifras peores de la pandemia. Desde el INE (Instituto Nacional de Estadística) se registra un exceso de muertes de más de 80.000 personas desde el pasado mes de marzo. Así que de nuevo el confinamiento puede volver. Más de diez comunidades autónomas han impuesto nuevas medidas restrictivas para controlar el avance del virus. De todos modos algo se nos escapa. En países de nuestro entorno prácticamente confinados como es el caso de Alemania están en cifras superiores a las nuestras y desbocadas. La cepa británica u otras variantes están sobrepasando los análisis científicos porque el contagio se produce a gran velocidad. Habrá que interiorizar lo de "quédense en casa". No queda otra.
Síndrome o síntoma. La borrasca Filomena y su arrase del centro del país, en especial Madrid y Castilla la Mancha, de nuevo ha vuelto a poner de manifiesto las carencias organizativas. De acuerdo que ha sido un episodio climático previsto por los expertos del tiempo pero que han visto rebasadas sus previsiones. Ha habido colaboración entre las distintas administraciones a pesar de las habituales discrepancias con matices ideológicos ¡lo de siempre! Por eso se ha destacado el papel eficaz de Margarita Robles, José Luis Ábalos, Martínez Almeida, Enrique López, Ángel Garrido,…en momentos de crisis sobran las tonterías y disquisiciones partidarias.
Hay que atender al ciudadano. Duele que se reproduzcan los enfrentamientos y que se discuta por una declaración obvia de catástrofe. Los daños se acumulan y hay que ayudar a todos los sectores afectados. No son solo los daños de Madrid. La capital con Mercamadrid abastece a 15 millones de españoles, la red de transportes es vital para todo el país, sea carreteras o el aeropuerto de Barajas. En esta situación ha llamado la atención la aparente ausencia/presencia de Pedro Sánchez y más aún la nula aparición del vicepresidente Pablo Iglesias.
PSOE: Pedro Sánchez, agazapado por si le pilla la tormenta. El presidente apenas se ha dejado ver en la crisis de Filomena y con la covid haciendo estragos y batiendo cifras de toda la pandemia. Sánchez ha permitido en plaza pública el enfrentamiento entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, que sigue cotizando al alza, en detrimento de su "nada amigo" y compañero a la sazón ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La ministra dispuso a la UME y al ejército con celeridad en combinación con el alcalde de Madrid y la presidenta de la Comunidad y Marlaska aseguró en primera instancia que no habría declaración de zona catastrófica o de emergencia para los afectados. Y además ha tenido que ver como su socio de Gobierno, Pablo Iglesias y compañeros mártires tampoco aparecían. Estarían atrapados o congelados.
Atención también a la posibilidad del aplazamiento de las elecciones catalanas porque la pandemia ha disparado los contagios. El PSC/PSOE no las tiene todas consigo porque podría diluirse el 'efecto Illa' si la pandemia va a más y las críticas arrecian. Entonces podría no ser buen candidato u obtener los resultados que se estiman para febrero. Y encima el recibo de la luz se dispara por el consumo provocado por la helada y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera dice que no habrá bajada en la retahíla de impuestos que cuelgan del dichoso recibo. O sea que ha sido una semana complicada para el presidente y las mentes monclovitas capitaneadas por Iván Redondo le han escondido.
PP: Pablo Casado empujando el coche. Y muchos piensan que algo más. La fortaleza de un partido como el PP se demuestra en situaciones de tensión como es el caso. Su implantación territorial es básica para sostener sus apoyos. También la situación precaria de Ciudadanos que por momentos pierde comba en muchos sitios. Es verdad que como ocurre en Andalucía hay acercamiento entre sus dirigentes coaligados en el Gobierno.
En cuanto a Vox es una arista/problema que se necesita doblegar a medio plazo. De ahí el cortafuego que Casado intenta imponer para trasladar su mensaje centrado. Será un trabajo de fondo. Por otra parte las consecuencias y gestión de Filomena de nuevo ha puesto en el centro al Alcalde Almeida y a la presidenta Isabel Díaz Ayuso y a sus diferentes modos de gestionar una crisis de esta envergadura. Entre el populismo, la eficacia y el marketing de ambos hay unas cuantas diferencias. Al mismo tiempo el enfrentamiento con Moncloa está presente a cuenta de la petición de situación de emergencia por acontecimiento y daños de protección civil-,antes zona catastrófica-. Es un encontronazo absurdo. Los daños están ahí. El episodio meteorológico y las incidencias desbordan las previsiones. Así que al final tendrán que converger y obrar con sentido común. Muchos son los sectores que lo han perdido todo.
Vox: Santiago Abascal bloqueado. Está atrapado aunque cuenta con fuerza parlamentaria. Intenta marcar distancia en los gobiernos en los que actúa como sostén. En Andalucía sigue desmarcándose con los presupuestos, en Madrid con la gestión de Filomena pidiendo incluso dimisiones para forzar decisiones. Mientras hay un silencio significativo sobre sus problemas territoriales internos. Ha habido algunas deserciones y desmarques pensando en el futuro. En apariencia Vox no ha querido entrar en gobiernos como sí ocurrió con Unidas Podemos. Desde fuera con ese apoyo crítico quiere marcar terreno pero no embarrarse. Con esta posición puede estar perdiendo terreno.
Unidas Podemos: Pablo Iglesias, mising. Ni Filomena ni covid. Apenas unos tuits mal contados y en las últimas 24 horas. O le ha pillado de lleno la borrasca o el covid o no se entiende. Solo algo de actividad con el recibo de la luz y su tema favorito: las trapatiestas del Rey emérito, a cuenta de la comisión de investigación que el PSOE rechaza junto a PP, Ciudadanos y Vox y la consideración de título honorífico como rey de Juan Carlos.
Esta suerte de oposición dentro del Gobierno por momentos da la sensación de que es un acuerdo tácito entre Sánchez e Iglesias para mantener a sus respectivas parroquias. Están conjurados para mantener la posición en Moncloa, de lo contrario perderían ambos. Así que da la sensación que es un minué a veces acompasado y otras tantas atropellado con sus correspondientes pisotones. Iglesias no tiene partido, solo tiene como asidero el Gobierno y no lo va a malbaratar
Ciudadanos: Inés Arrimadas, otra vez con el paso cambiado. Es víctima de su carencia numérica en el Parlamento. En momentos de tensión política y social le cuesta colocar su mensaje. Ha vuelto a pasar con Filomena y se aferra a sus dirigentes que gobiernan con el PP como ocurre en Madrid. Se ha alabado la "unión" de Begoña Villacís con el alcalde Almeida,-algunos ven algo más para el futuro de esta alianza-, o el consejero de Transportes Ángel Garrido,-ex presidente de la Comunidad con el PP y que vuelve a acercarse-, al que se le reconoce haber dado la cara en momentos de crisis y con eficacia. Es un baile no se sabe si a corto o medio plazo. La "unión", absorción o como se quiera llamar llegará en algún momento.
José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid y portavoz del PP: "Sánchez me llamó y me dio su número. Espero que haya aprendido que en esta situación hay que ser cercano a la gente". ¡Capacidad de reacción, colaboración con la Delegación de Gobierno, ministros y también mucha exposición mediática. ¡Está en el 'candelabro' para los suyos y los ajenos!
Ione Bellara, secretaria de Estado de la Agenda 2030, del ministerio de Pablo Iglesias en un tuit: "Margarita Robles se alinea con la derecha y los ultras por proteger al emérito. Ella es la favorita de la derecha y hace daño a la coalición". ¡Unidas Podemos haciendo oposición desde dentro del Gobierno. Camino de convertirse en un clásico necesario por interés propio!
Margarita Robles, ministra de Defensa: "No tengo tiempo para poner tuits. Los tuits particulares no entro a comentarlos, soy muy respetuosa. En una democracia seria y sólida no es bueno que se cuestionen las instituciones". ¡Crece como la espuma. Sus 'compañeros' la miran con recelo. En el PSOE y no digamos en Unidas Podemos!
Juan Carlos Campo, ministro de Justicia: “Suspender las elecciones en Cataluña es suspender la democracia” ¡Jugar con los plazos legales en interés propio. No vaya a ser que Illa ya no sea buen candidato!
Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: "No hay que generar alarma. Lo que está pasado estos días es muy llamativo pero el efecto final sobre el consumidor será relativo. Generar angustia y sensación de que va a subir la factura de la luz un 123% no es responsable. No es verdad. Como mucho subirá unos cuantos euros". ¡Otro quebradero de cabeza con los de Iglesias. Lo malo es que afecta a los ciudadanos!
Margarita del Val, investigadora y viróloga del CSIC: "Nos contagiamos más porque estamos más juntos". ¡Cada vez que habla un científico nos devuelve a la realidad. Se necesita eficacia en la gestión de la pandemia!
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los EEUU: "El presidente debe irse. Es un claro peligro para el país que amamos". ¡Menos mal que el día 20 llega pronto. La salida de Trump de la Casa Blanca es todo un esperpento que quedará en la historia!