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XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

Desescalada desconcertante

Más que nunca es necesario aplicar criterios de responsabilidad individuales y colectivos. La situación es grave y no debemos asistir a una carrera desconcertante por ver cuándo se pasa de fase en la desescalada.  Las presiones políticas con cuestiones de salud no ayudan, más bien entorpecen

9/05/2020 - 

 Decisiones políticas. Nuestros representantes políticos pueden acertar o no. Está claro que al Gobierno se le exige decisión, eficacia y eficiencia a la hora de tomar medidas. Casi todas las comunidades lo han pedido y es el ministerio de Sanidad quien decidirá si se cumplen los criterios sanitarios. Da la sensación de que la decisión de pasar de una fase a otra de la desescalada se ha convertido en una carrera política y económica. Los científicos, sanitarios y expertos no las tienen todas consigo. Es difícil conjugar criterios de salud, vectores económicos y oportunidades políticas. Además de la gravedad sanitaria, la situación económica presente y sobre todo la futura son muy negras. Más paro, ERTE, nula actividad productiva, caída del consumo y el ambiente que no acompaña. Así que el Gobierno en este caso es quien debe tomar decisiones. Dada la precariedad de sus apoyos y las medidas que hay que tomar todo se torna más complicado. Se adivinan maniobras políticas torpes e innecesarias. Algunas comunidades como el caso de Madrid o Cataluña todavía no parecen que cumplan las condiciones sanitarias con camas de UCI suficientes, número de contagios mínimos pero se quiere avanzar para revitalizar la situación económica. Así que el ministerio de Sanidad tendrá la última palabra sustentado por un comité de expertos del que desconocemos su cualificación. La duda preocupa.

La desescalada programada. Las fases establecidas más parecen un desiderátum que una realidad. Es difícil acompasarlo. Si tomamos como ejemplo los pequeños comercios, los bares o los restaurantes, las dudas son muchas. El abrir con un aforo del 50% en muchos casos no es asumible por los costes que conlleva. Nóminas a pagar, servicios y proveedores que contratar, pago de seguros, abono de impuestos, y conseguir la fidelidad de la clientela. Y lo más importante aplicar todas las medidas de higiene y seguridad. Esto significa dinero e inversión. Las fases no hay que tomárselas al pie de la letra. Habrá que valorar los datos en conjunto con los respectivos informes de cada lugar. Por eso lo de la carrera desenfrenada de algunas comunidades por pasar de fase se antoja demasiado imprudente. Por no decir todas las pruebas serológicas, test, PCR y demás comprobaciones sanitarias para controlar el estado real del contagio, que son necesarias implementar ese cambio de fase. Las prisas nunca son buenas consejeras. Lo que pasa es que surge la duda sobre qué criterios y quienes son las personas que van a tomar estas decisiones tan trascendentes. Médicos, científicos y demás personal sanitario están desconcertados y con miedo al riesgo que se puede correr. Recuerdan que el Covid-19 no se ha ido, que siguen muriendo pacientes, que sigue habiendo contagios, que aunque ya no hay tantos ingresos, hay muchas personas en situación grave en las UCI. Así que todo es una incógnita.

La responsabilidad del ciudadano. El criterio de responsabilidad individual también debe contar para evitar más dificultades. La desescalada con la puesta en marcha de franjas horarias, hacer deporte, paseos, etc,…ha provocado numerosos incidentes. No es exageración. Muchos ciudadanos salen tan tranquilamente a la calle sin mascarilla,-culpa de las autoridades que no terminan de aclararse con su uso obligatorio o altamente aconsejable-, sin respetar las distancias, haciendo corrillos,…otros ciudadanos se alteran por este comportamiento. Se ha hecho mucho esfuerzo durante todo este período para que en pocas fechas volvamos atrás. En algunos lugares tenemos falta de material sanitario, no solo para médicos y personal de centros hospitalarios, también para el ciudadano común. Como siempre hay que aplicar el sentido común y aplicar la responsabilidad como criterio individual y por supuesto colectivo.

El Tablero

  • PSOE: Pedro Sánchez débil. Aunque ha sacado adelante su cuarta prórroga del Estado de Alarma, el apoyo a pesar de la mayoría absoluta es coyuntural. Sus socios de investidura han dudado y mucho. ERC se ha descolgado. Y el PNV con su tradicional pragmatismo se ha hecho el necesario previa negociación. Mientras ha comenzado a andar la Comisión de Reconstrucción con la presidencia del socialista Patxi López . Y hasta aquí porque no ha habido ningún acuerdo más, ni de fechas ni de cómo organizarse. La desconfianza con todos los partidos políticos sean apoyos de investidura o de oposición es total Nadie cede y así va a ser difícil trabajar y conseguir resultados. Sánchez se ha visto tan mal en la previa del pleno del Congreso que llamo a Pablo Casado y vista su posición enseguida salió a la palestra José Luis Ábalos. Toda una sucesión de acontecimientos que Ábalos se encargo de encauzar. Es decir presión y exigencia al PP, incluso acusaciones de falta de responsabilidad. Mientras desde Moncloa se buscó otro escenario y encontró interlocutor. La sorprendente aquiescencia de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Dice Ábalos que el “Gobierno no está débil es que le quieren debilitar.  Sabemos a estas alturas quien confía y desconfía”.
  • PP: Pablo Casado desconcertado. No sé si ha entendido la decisión de Arrimadas. O si le ha producido temor o terror. Pensemos que los populares gobiernan con Ciudadanos en lugares tan emblemáticos como Madrid, Andalucía, Castilla León,… Su abstención parece que tampoco ha sido muy comprendida entre los propios. Algunos barones están incómodos y piensan que es complicado salir de este intrigulis y consideran que se ha dado un paso en falso. Se duda de Ciudadanos porque parece que les ha robado la merienda. Encima el Gobierno les ha culpado por si se produce un rebrote de la pandemia. Nuevamente tendrá que elaborar otro relato.  En esta crisis se han convertido en líderes de opinión y decisión el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso le ha robado protagonismo con decisiones arriesgadas y a la contra del gobierno de Sánchez.
  • VOX: Santiago Abascal por la calle de en medio como siempre. Sorprender no sorprende. Y le utilizan para dar bofetadas por ejemplo al PP y a Ciudadanos. Y lógicamente no les importa. En el pleno del Congreso, como siempre en su papel con mensajes claros y con sorna recriminando a los populares su tibieza. Y blandiendo su crítica acerada al Gobierno. No es novedad, es su seña de identidad. Como todos los ejecutivos son precarios y ellos son necesarios en unos cuantos se permiten lanzar estas diatribas.
  • UNIDAS PODEMOS: Pablo Iglesias y su preeminencia dudosa. Ahora ya le vemos con mascarilla y no digo más. Sorprende verle ahora en la gestión diaria, más bien adivinarle. No sé si es habilidad estratégica o es que verdaderamente no se implica más. Está en todos los comités habidos y por haber, pero salvo contadas ocasiones no se manifiesta. Deja que sea Sánchez o los ministros de Estado en esta crisis quienes lleven la voz cantante. Se ha criticado y mucho a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la nula presencia de Manuel Castells, el de Universidades,…una por ser muy lenguaraz en asuntos laborales y el otro justo por lo contrario, es decir por no aparecer.
  • CIUDADANOS: Inés Arrimadas reinventa su partido. Y claro eso tiene consecuencias. Bajas destacadas en su formación que aunque ahora no estaban en la dirección, eran voces muy reconocibles como Juan Carlos Girauta y Carina Mejías. Y además su mentor y predecesor Albert Rivera también se manifiesta contra la prórroga del Estado de Alarma que Ciudadanos apoyó. Y lo califica como anormalidad institucional. Sin duda el paso de Arrimadas apoyando a Sánchez ha provocado desasosiego y dudas entre los suyos y entre sus socios populares. Se habla ya de nuevos pactos con el PSOE, con lo que los nervios se han desatado.  

Las frases de la semana

Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias: “No podemos basar la estrategia de control del Covid-19 en la esperanza de la vacuna” ¡Dosis de realidad o de incongruencia. A veces desconcierta y no estamos para dudar, se necesitan certezas aunque el bicho nos está volviendo locos a todos!

Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación: “Hacer test masivos no es una opción válida ni aquí ni en ningún sitio” ¡Pues aquí alguien no nos está diciendo toda la verdad. Si él que es científico lo dice, no se…!

Pablo Casado, presidente del PP a Sánchez: “Pedimos el confinamiento al principio pero transcurrido el tiempo algún plan “b” debe tener. No queremos más chapuzas” ¡Inés Arrimadas le ha dejado descolocado o no. Se verá en el futuro!

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: “El saludable horizonte económico se ha desvanecido con el virus. El empleo se verá muy afectado y necesitaremos dos años para recuperar nuestros niveles de riqueza” ¡O sea lo de que el año que viene habría rebote,…como que no. Así que dosis de realidad!

Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos: “Este es un partido útil. Es un voto en conciencia para que no decaiga el Estado de Alarma y para que el Gobierno inicien un camino de rectificación” ¡¿Habrá acertado? De momento marca relato y consigue protagonismo aunque se deje por el camino a unos cuantos! 

Andoni Ortuzar, presidente del PNV: “No es bueno que en mitad del río se cambie de caballo” ¡Ay el PNV siempre apostando a caballo ¿ganador?, hasta que toque!

 Patxi López, presidente del Comisión de Reconstrucción: “No vengamos a ganar o a perder. Que ni se nos ocurra por cuestiones partidarias deslizarnos por la pendiente del desacuerdo” ¡En la forma y en el fondo lleva razón, pero la comisión arranca mal!

Teresa Ribera, vicepresidenta de Transición Ecológica: “Portugal paró antes. Venía del este y ellos están un poco más al oeste y entonces pudieron parar un poco antes” ¡Pues menos mal que es alguien con preparación, y ahí lo dejo!

Rafa Nadal: “Podemos buscar lo que queramos, pero la cantidad de sanitarios contagiados, la media, está por encima de cualquier otro lugar del mundo. Algo no se ha hecho bien” ¡Como siempre atinando, aunque  le critiquen por ello!

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