MADRID. (EP) Utilizar una segunda dosis de la vacuna contra el coronavrius de Pfizer/BioNtech en personas menores de 60 años que ya han recibido una primera dosis de AstraZeneca (Vaxzevria) también potencia la inmunidad celular, según los resultados del estudio 'CombivacS', llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
En concreto, el trabajo, publicado en formato preprint en el repositorio de revista 'The Lancet', ha puesto de manifiesto que el sistema inmunitario reacciona frente a las vacunas con dos formas de defensa.
La primera se denomina inmunidad humoral y consiste en la generación de anticuerpos por parte de células inmunitarias llamadas linfocitos B, que bloquean al virus antes de que realice la infección; mientras que la segunda es la inmunidad celular, que se produce gracias a la activación de linfocitos T, otro tipo de células inmunitarias que adquieren la capacidad de destruir las células ya infectadas.
En líneas generales, los primeros resultados del estudio CombivacS demuestran por primera vez que una pauta de vacunación heteróloga (la basada en la combinación de diferentes vacunas) induce una respuesta potente tanto humoral como celular frente a la Covid-19, unos datos que, si se confirman en el tiempo, pueden facilitar el diseño de pautas futuras de vacunación basadas en la combinación de vacunas.
La pauta de vacunación combinada que se está analizando este estudio potencia de manera muy significativa la inmunidad humoral, de forma que los títulos de anticuerpos alcanzados son incluso superiores a los observados con la vacunación homóloga (dos dosis de una misma vacuna) en estudios previos.
'CombivacS' también ha analizado, además de la generación de anticuerpos, la inmunidad celular, ofreciendo una evaluación más completa de la respuesta inmunitaria que se genera al utilizarse dos vacunas diferentes combinadas.
En este sentido, los resultados han señalado que la inmunidad celular no sólo se potencia tras la segunda dosis de una vacuna de ARN mensajero en personas que previamente habían recibido una vacuna adenoviral, sino que, atendiendo a los datos publicados por otras investigaciones, podría ser mayor que la que se observa en pautas de vacunación basadas en dos dosis de una misma vacuna.
"Los resultados revelan que la producción de interferón gamma (IFN-gamma, una proteína producida por los linfocitos T que ayuda a desencadenar la respuesta inmunitaria celular) es significativamente mayor en el grupo de personas vacunadas con la segunda dosis de Pfizer en comparación con el grupo control, que sólo cuenta con la primera dosis de AstraZeneca", ha comentado el investigador del Centro Nacional de Microbiología (CNM), Jordi Cano.
Además, aunque las comparaciones con otros estudios son complejas debido a factores como el tamaño de la muestra, los brazos de estudio y el tiempo de investigación, este aumento de la inmunidad celular tras la segunda dosis de una vacuna de ARN mensajero parece mucho mayor que la observada en ensayos previos basados en dos dosis de una misma vacuna.
En concreto, los datos de 'CombivacS' apoyan que, mientras que la respuesta celular frente al coronavirus no varía después de la vacunación homóloga con dos dosis de AstraZeneca, la vacunación heteróloga con una dosis de AstraZeneca y una segunda de Pfizer induce un aumento cuatro veces superior en la producción de IFN-gamma.
En este sentido, José Alcamí y Mayte Pérez-Olmeda, también investigadores del CNM-ISCIII, han señalado también esta potenciación de la inmunidad celular y recuerda los buenos resultados preliminares logrados en inmunidad humoral.
El incremento en los niveles de anticuerpos y anticuerpos neutralizantes se ha analizado en las personas participantes en CombivacS empleando tres técnicas diferentes. En todos los casos se demostró que el uso de una pauta basada en la combinación de dos vacunas diferentes potenció la respuesta inmunitaria: los títulos de anticuerpos se multiplicaron por 150 veces a los 14 días de haber administrado la segunda dosis de Pfizer, un efecto que ya era evidente a los 7 días.
Adicionalmente se comprobó la eficacia de los anticuerpos generados por la vacunación heteróloga mediante test funcionales, lo que permitió demostrar que los anticuerpos producidos eran eficaces para proteger frente a SARS-CoV-2.
Concretamente, los títulos de anticuerpos según la técnica que identifica la región de unión al receptor del SARS-CoV-2 se incrementaron desde una mediana de 58 hasta un valor de 9.102, lo que supuso un incremento de los títulos de anticuerpos 150 veces mayor en el grupo que recibió la segunda dosis, en comparación con las personas que sólo recibieron la primera dosis de AstraZeneca.
La segunda de las técnicas utilizadas, que determina niveles de anticuerpos basados en la proteína trimérica del virus, confirmó la mayor respuesta inmunitaria: las personas del grupo experimental presentaron unos niveles de anticuerpos antes del tratamiento de 82 unidades, que a los 14 días alcanzaron una mediana de 3.430 unidades.
La tercera de las técnicas empleadas exploró la eficacia de los anticuerpos producidos y mostró un gran incremento en los títulos de anticuerpos neutralizantes tras la administración de la dosis de Pfizer, un aumento superior al descrito con otras pautas de vacunación basadas en dos dosis de la misma vacuna.