Francisco Tornel sigue siendo quien manda en el Real Murcia. Foto: MARCIAL GUILLÉNMURCIA. 779.506 euros recaudados con la venta de acciones en la ampliación de capital. Esa la cantidad que el Real Murcia ha conseguido reunir en este proceso que inició a finales de febrero y que se ha prolongado durante tres meses y medio. Tras el mismo Francisco Tornel, presidente del club, sigue siendo también el máximo accionista con una cantidad que ronda los 300.000 euros pues ningún inversor apostó fuerte en la cuarta fase a pesar de que se esperaba al empresario aguileño Alfonso García Gabarrón.
El centenario club grana ha cerrado su ampliación de capital sin cumplir las expectativas marcadas y la expansión del coronavirus, que trajo consigo una crisis sanitaria que también lo es económica, ha supuesto un considerable freno.
El Murcia puso a la venta acciones por valor de casi 2,3 millones, en concreto 2.292.735 euros, y ha recaudado una tercera parte de esa cantidad, quedándole pendientes 1.513.229, según los datos aportados por la propia entidad.
En esta última fase del proceso, que ha durado 15 días, apenas se han podido alcanzar los 13.486 euros en acciones vendidas y esa escasa respuesta obedece a que existía una prima de emisión, en virtud de la cual cada accionista recibiría la mitad de las acciones por el dinero pagado. Esto y que no haya habido ningún inversor que haya dado el paso de apostar fuerte por ser el máximo accionista del club deja las cosas como están y a Tornel todavía con el mando. Eso a pesar de que el notario ha dicho por activa y por pasiva que se marcharía si llega alguien que aporte soluciones para saldar las deudas con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, nada menos que 17,4 millones.
Ni García Gabarrón ni otros empresarios como Enrique Roca, quien sí pagó por dar nombre al estadio; o Mariano Albaldejo han aparecido cuando sus opciones estaban en boca de muchos en un club que a día de hoy continúa con su accionariado atomizado. El modelo alemán, que impide tener más del 50% de las acciones a una sola persona, sigue imperando en una sociedad anónima deportiva con más de 32.000 'dueños'.
