En la primera imagen, los cartageneros Eduardo Zaplana y Federico Trillo, en 2005. Foto: JUANJO MARTÍN (EFE)
MURCIA. Pasan los años, se suceden las remodelaciones de Gobierno y una ausencia siempre se repite: nunca se nombra a un ministro murciano. Hay que remontarse hasta la primavera de 2004 para encontrar un Consejo de Ministros con políticos nacidos en tierras murcianas. La falta de influencia en el Gobierno de España, epicentro del poder público y donde se deciden los principales asuntos, es uno de los grandes lastres históricos de la Región de Murcia.
En 46 años de democracia, la Región solamente ha tenido dos ministros: los cartageneros Federico Trillo y Eduardo Zaplana. Y ninguno de los dos son políticos murcianos al uso, pues hicieron carrera lejos de la Región. A ellos se pueden añadir otros cuatro ministros que fueron diputados por Murcia, pero no nacieron en la Región: Joaquín Garrigues Walker, Ricardo de la Cierva y Hoces, Elvira Rodríguez Herrer y Mariano Fernández Bermejo.
La última remodelación de Gobierno, anunciada este lunes por Pedro Sánchez, se quedó en un mero reemplazo de carteras: el tinerfeño Héctor Gómez y el coruñés José Manuel Miñones sustituyen a la vallisoletana Reyes Maroto y la palmense Carolina Darias, respectivamente, que salen del Ejecutivo para ser candidatas en las elecciones municipales del 28 de mayo. Una minicrisis de bajo perfil en la que Sánchez prima los perfiles políticos del PSOE y en la que, por enésima vez, no hay ningún murciano.
Tampoco la Región aparecía en las quinielas de los Ministerios, huelga decirlo. A día de hoy, la murciana con mayor responsabilidad en la Administración central es María González Veracruz, con un rango (el de secretaria de Estado de Telecomunicaciones) que equivale al segundo escalón de un ministro. Recuperada en otoño por el propio Pedro Sánchez y ubicada bajo las órdenes de Nadia Calviño, Veracruz suplía el 'vacío murciano' que dejó el pachequero Pedro Saura un año y medio antes, cuando pasó de la Secretaría de Estado de Transportes a la Presidencia de Paradores de Turismo. En el organigrama del Ejecutivo nacional también hay otra murciana: la directora general de Políticas contra la Despoblación, Juana López Pagán.
El último ministro con vinculación regional fue Mariano Fernández Bermejo, que ocupó la cartera de Justicia entre 2007 y 2009. Fiscal de carrera, Fernández Bemejo nació en Ávila (en Arenas de San Pedro), pero en 2008 fue diputado por la circunscripción de Murcia. De hecho, encabezó la lista del PSOE murciano. Dejó el cargo acorralado por los conflictos con jueces y funcionarios y, sobre todo, muy debilitado tras conocerse que había participado en una cacería sin licencia.
El segundo Gobierno de Aznar llegó a contar hasta tres ministros relacionados con la Región. Son los mencionados cartageneros Trillo y Zaplana, así como la madrileña Elvira Rodríguez, que entre 2003 y 2004 lidió como ministra de Medio Ambiente y, tras perder el PP el Ejecutivo, entre 2004 y 2006 fue diputada por Murcia. Al igual que Fernández Bermejo, Elvira Rodríguez fue una 'paracaidista' -como así se conoce a los políticos ajenos a su territorio natal- situada en el número uno de la candidatura del PP al Congreso. Fue parlamentaria hasta que Esperanza Aguirre la designó consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid. Un año después se convirtió en presidenta de la Asamblea de Madrid (2007-2011).
Federico Trillo tal vea sea el político de la Región que ha ocupado el cargo público más relevante de España, ya que en el primer mandato de Aznar, entre 1996 y 2000, presidió el Congreso de los Diputados. Después, en la segunda legislatura, desempeñó la cartera de Defensa, desde el 2000 hasta 2004. Nacido en el seno de una familia de tradición militar, su padre fue alcalde de Cartagena durante el franquismo (1960-1966), además de procurador en Cortes y gobernador civil de Teruel y Burgos. Sin embargo, pese a sus orígenes cartageneros nunca fue diputado por Murcia, sino por la vecina Alicante. Mantuvo el escaño 23 años, desde 1989 hasta que en 2012 Mariano Rajoy le nombró embajador en Londres (lo fue hasta 2017).
Eduardo Zaplana fue el segundo cartagenero en dirigir un Ministerio. Dejó la Presidencia de la Generalitat valenciana cuando Aznar le colocó al frente de Trabajo y Asuntos Sociales. Fue además portavoz del Gobierno en la recta final de la legislatura, entre 2003 y 2004. Sin embargo, sus vínculos con la Región se limitan a su infancia: nacido en Cartagena, fue alumno de los Maristas hasta que se trasladó a Benidorm para cursar el Bachillerato. Al igual que Trillo, ni siquiera estudió la carrera en Murcia. Toda su trayectoria política está marcada por el PP valenciano: en 1990 se erigió en el portavoz del PP en las Cortes Valencianas y fue alcalde de Benidorm (1991-1994) antes de presidir la Comunidad Valenciana (1995-2002). Hoy día, Zaplana, aquejado de una grave enfermedad, se enfrenta a una acusación de 19 años de cárcel por el 'Caso Erial', una causa por la que llegó a entrar provisionalmente en prisión.
No hubo ningún ministro ligado a la Región durante los cuatro mandatos de Felipe González. En cambio, Adolfo Suárez sí tuvo en sus Gabinetes a dos hombres vinculados a Murcia. El madrileño Joaquín Garrigues Walker ejerció como ministro de Obras Públicas y Urbanismo entre 1977 y 1979. Después fue diputado por Murcia de la UCD entre1979 y 1980, hasta su fallecimiento. Padecía leucemia y murió a los 46 años, víctima de un infarto.
Y el parlamentario por Murcia entre 1979 y 1982 Ricardo de la Cierva ostentó el cargo de ministro de Cultura en 1980. Nacido en Madrid, era nieto del muleño Juan de la Cierva y Peñafiel -que fue ministro en tiempos de Alfonso XIII- y sobrino del célebre inventor murciano Juan de la Cierva y Codorniú. También fue senador por Murcia entre 1977 y 1979.
La historia también deparó ministros con lazos vecinales con la Región de Murcia. Como el fallecido José Guirao. Oriundo de Pulpí (Almería), muy próximo a la Región, el ministro de Cultura y Deporte que sustituyó a Máxim Huerta estudió durante tres años en el instituto murciano de Floridablanca, cursó el COU en los Escolapios y terminó su carrera universitaria en la Universidad de Murcia. Otro ministro, también recientemente fallecido, Pedro Solbes, nació en la localidad alicantina de Pinoso, limítrofe con Jumilla.
Además, hace dos semanas se retiraba de la política el ciezano Teodoro García Egea, uno de los mejores colocados para ser ministro en caso de que su partido gobernara, claro. Hasta su destierro de Génova, durante cuatro años fue el número dos del PP nacional, la mano derecha del líder del partido, Pablo Casado. ¿Qué habría pasado si Casado hubiera accedido a La Moncloa? Esa pregunta ya no tiene respuesta. Pero nunca antes un murciano -y él sí hizo carrera desde la Región- estuvo tan cerca de los órganos de poder.
Con todo, la Región ocupa el deshonroso puesto de ser la comunidad autónoma que menos ministros ha aportado al Gobierno de España. En concreto, está empatada con Navarra, que solamente ha tenido a Carlos Solchaga e Ione Bellara, actual responsable de Derechos Sociales y Agenda 2030. Lo peor es que la tendencia no parece que vaya a cambiar. La elección de un ministro es competencia directa del presidente. Salvo giro de Pedro Sánchez, habrá que seguir esperando para ver si al fin se rompe una sequía que penaliza a la Región de Murcia.