La complicada vuelta al colegio en los alumnos con trastorno del espectro autista

CARTAGENA. Casi seis meses después, con un confinamiento de por medio, los niños volverán a las clases entre una incertidumbre que sigue muy presente entre padres, profesores y alumnos. Pese a las afirmaciones que realizan desde las instituciones, tanto nacionales como regionales y locales, nadie sabe con seguridad como se desarrollará el curso escolar. Si seis meses sin clase presencial es mucho tiempo para cualquier niño, aquellos que miran el mundo desde otro lugar, este periodo tan excepcional es doblemente difícil. Son, quizás, los grandes olvidados en esta vuelta al colegio. Aquellos alumnos, y sus familias, con trastorno del espectro autista (TEA) afrontan la vuelta a las aulas con mayor dificultad una serie de cambios para los que no siempre están preparados. 

"La pandemia ha implicado cambios sustanciales en la vida cotidiana y la necesidad de adaptarse rápidamente a una nueva realidad.  Esto es especialmente difícil para las personas con TEA, que requieren rutinas estables y predecibles, y presentan dificultades significativas para adaptarse a los cambios en su contexto, aunque sean mínimos", afirma Ruth Vidriales, directora técnica de Autismo España, sobre como procesa este colectivo la ruptura que ha supuesto en la rutina diaria la irrupción de la pandemia.

El confinamiento afectó de distinta forma a niños que se manejan mejor en entornos conocidos que en situaciones que le son ajenas o poco conocidas. "Hemos tenido de todo. Son niños que no tienen necesidades de relacionarse como podemos tener los que no tenemos TEA, por lo que en algunos casos no han sufrido mucho el cambio. En otros sí. En cualquier caso, a nivel social, como para todos los niños, pero en ellos especialmente, es un paso atrás a la hora de mejorar sus relaciones sociales", afirma María José Madrid, presidenta de la asociación Autismo Somos Todos.

No han sido meses fáciles para aquellas familias que conviven con personas con TEA. Las medidas sanitarias implantadas para convivir con la covid-19 han supuesto importantes esfuerzos en niños que necesitan de rutinas estables, horarios marcados y cambios muy paulatinos. "Muchos no comprendían las medidas sanitarias, la precaución al salir a la calle… No es un patrón exacto, hay niños que sin lo han interiorizado bien, pero en estos niños son cambios fuertes. Desde la asociación, en cuanto se pudo hacer alguna actividad lo hicimos", señala Madrid.

Ahora, con el comienzo del curso escolar, se intenta volver a una rutina dentro de este escenario de excepcionalidad que se sigue viviendo, por más que todo el mundo lleve ya seis meses tratando de adaptar el paso a una realidad muy diferente con la que empezó el año. Las familias de este colectivo manifiestan que, en la medida de lo posible, llevaran al colegio a los niños, pese a que son conscientes, como toda la sociedad, de que no existe el riesgo cero. "Nos toca vivir con esto y tenemos que adaptarnos. No queda otra. Más allá de la importante labor educativa que realiza el colegio, la escuela es una herramienta social. Un espacio en el que los niños son capaces de crear sus propios vínculos sociales. Su desarrollo social en esta etapa viene del colegio. Es importante que se vuelva a las clases", afirma Madrid.

Pese a que hay ganas por parte de toda la comunidad educativa por volver a las aulas, la incertidumbre es máxima. Si se atiende a las manifestaciones de profesores y alumnos, las instituciones no han aprobado a la hora de planificar esta vuelta al colegio. Precipitación o falta de planificación son algunas expresiones que se pueden escuchar en los padres a la hora de calificar la actuación gubernamental durante estos meses de verano. "Durante el confinamiento, desde la Concejalía de Servicios Sociales si nos llamaron para saber de nuestras necesidades y enseguida pusieron medidas para ayudar a aquellas familias con más dificultades. Sin embargo, desde el Gobierno regional no. Ni Educación ni Igualdad se ha puesto en contacto con nosotros. Estamos pendientes de una serie de autorizaciones y nos ha costado ponernos en contacto con ellos. Del Plan de Inclusión, por poner un ejemplo, nos enteramos por la prensa. Las aulas abiertas, hasta donde sé, si van a mantener el sistema presencial", afirma con resignación la presidenta de Autismo Somos Todos.

El sentir del colectivo ante la actuación de las instituciones regionales es decepcionante. "Creo que se podrían haber hecho más cosas. Habría que ver que niños pueden hacer las clases semipresenciales y cuáles no. Cuáles están preparados y cuáles no. He echado de menos más contacto con nosotros", afirma Madrid. Y añade: "Estamos preocupados. No sabemos si va a funcionar esta vuelta al colegio, como se seguirá el curso en el caso de que cierre el colegio, la conciliación familiar si un hermano tiene que guardar cuarentena… No sólo por los niños. También por los padres". Los olvidados en la vuelta al colegio tienen los mismos miedos que todos. La incertidumbre reina en la comunidad educativa.

Desafío Solidario del equipo Ultraciclista Ricardo Fuentes

Por otro lado, hay que señalar que el equipo ultraciclista Cartagena-Grupo Ricardo Fuentes iniciará en los próximos días un nuevo desafío solidario: un cuádruple Everesting a beneficio de Autismo Somos Todos. La iniciativa está abierta a la colaboración de empresas y particulares. El objetivo es financiar un programa piloto que permita crear una Unidad Integrada en la Comunidad en Cartagena para jóvenes con autismo. La información sobre como colaborar se puede consultar en su página web.