CARTAGENA. Vox ha decidido pisar el acelerador y meter toda la presión posible a la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, para que los incluya en el Gobierno de la ciudad. Si hace unos días era el portavoz municipal del partido ultraderechista, Gonzalo López Pretel, el que tendía la mano para ofrecer un pacto para dar "estabilidad", el silencio de la alcaldesa ha provocado ahora que el portavoz de Vox en la Asamblea Regional de Murcia, Rubén Martínez Alpáñez, le haya advertido que si el PP no llega a un acuerdo de gobernabilidad con ellos será "harto difícil" sacar adelante los presupuestos municipales para 2024 salvo que los acuerde con el PSOE y "dirigir con garantías el municipio".
Preguntado por el rechazo de toda la oposición al proyecto de ordenanzas fiscales del Gobierno local del PP en el último pleno, ha considerado que pone de manifiesto que "no se puede gobernar en minoría" un consistorio.
Tras la Junta de Portavoces del Parlamento autonómico, ha dicho que "hay algún líder que cree que puede mantener a trancas y barrancas la gobernabilidad del municipio a través de acuerdos puntuales" para los temas más importantes, "que requieren más concesiones".
"No se puede poner una vela a Dios y otra al diablo", por lo que ha planteado "un acuerdo programático como en el Gobierno regional, con los grandes hitos que han de conseguirse año a año durante toda la legislatura por una coalición de gobierno".
Noelia Arroyo ha sufrido un revés importante con las Ordenanzas Fiscales, pero no está dispuesta a desistir en su empeño de gobernar en minoría y advierte, cada vez que se le pregunta, que no descarta opciones para dar estabilidad a la ciudad, mientras que sus compañeros de viaje no frenen su programa de gobierno. Por ello, está analizando los pasos a seguir tras las posturas que parece que se van definiendo cada día un poco más en el panorama municipal.
Vox ha pasado al ataque tras permanecer a la espera hasta que ha llegado los asuntos de peso en la legislatura -Ordenanzas, Presupuesto y PGOU-. Ahora ya no le vale solo con apoyar aspectos puntuales, su táctica parece clara.
El PSOE le ha reprochado que no haya sido capaz de sentarse alrededor de una mesa para negociar sus propuestas, cuando sabe que su postura, en minoría, le obliga a hacerlo. En el equipo de Manuel Torres parece que tienen claro lo que va a hacer antes o después, por lo que esa comunicación fluida de semanas atrás parece haberse interrumpido. Han indicado de manera pública que Arroyo ha de cumplir "las órdenes de sus jefes Fernando López Miras y Alberto Núñez Feijoo, que pactaron con Vox el Gobierno de Cartagena. Y para hacerlo está utilizando la excusa de las ordenanzas fiscales, que fueron rechazadas porque en ningún momento tuvo intención de pactar con los grupos de la oposición".
MC Cartagena ha tendido la mano, al menos públicamente, para elaborar Presupuestos o acordar Ordenanzas Fiscales, pero en unas recientes declaraciones, Giménez Gallo ha indicado que no apoyarán "las políticas que hundan al municipio". Está claro que este camino también está vetado.
Las incógnitas a esta ecuación parece que se van resolviendo poco a poco y, como dice Martínez Alpáñez, será "harto difícil" para Arroyo avanzar en su programa de Gobierno con los intereses de gobernabilidad de unos y la cerrazón que empiezan a mostrar los otros.