LA VENTANA DE COLABORA MUJER RM / OPINIÓN

¡Viva la revolución!

2/03/2022 - 

MURCIA. ¡Sí, señor, la revolución! ¡Gracias a Dios! Ya era hora que se pusieran en orden las manifestaciones divinas, que no son más que las pasiones humanas hechas leyes. Vale…, ¿qué?

Vamos a ver. Me refiero al gran cambio de era que estamos experimentando, que por fin nos damos cuenta de que ya llega, que está aquí, y mis colegas de la EGB, también llamados de la generación X (Reality Bites dixit) y yo estamos siendo los últimos damnificados del cambio de orden de un sistema que fue perfectamente diseñado por nuestros padres, los baby boomers, que al igual que nosotros hicieron todo lo posible para que se instaurara el suyo.

"A nuestros padres boomers les prometieron un futuro estable si hacían lo correcto"

Los cuarentañeros de ahora somos los encargados de la implantación de un esperado update en el sistema operativo mundial, con actualizaciones de cosas que hasta ahora nunca habíamos pensado que podrían estar legisladas. Y ya no hay que saltarse el sistema o hacerlas a mano, como integrar la educación emocional en las escuelas vía LOMLOE o que haya leyes específicas de aplicación a personas violentas, acomplejadas y desequilibradas, diplomáticamente llamada Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género, por ejemplo.

El problema es que, durante los años de adaptación al nuevo paradigma, tenemos que convivir de forma más o menos institucionalizada con aquellos y aquellas que contribuyeron con mucho trabajo a implantar el antiguo paradigma, que tanta falta hacía en su momento, pero que ahora no procede su aplicación a la realidad actual.

Cada vez a más velocidad va evolucionando y progresando la experiencia colectiva en la difícil coexistencia de ambas realidades, es como vivir con los abuelos cuando tienes 20 años. La realidad actual pertenece a la generación que ahora tiene esa misma edad. Los nacidos al saltar el milenio practican el desapego con más facilidad con la ventaja de que se espera menos de ellos que lo que se esperaba de nosotros; por tanto, son más libres en todos los sentidos, con lo que a veces se sienten algo perdidos, pero creedme, niños y niñas, nosotros también lo estábamos.

"nos educaron para un mundo que ya no existe"

A nuestros padres boomers les prometieron un futuro estable si hacían lo correcto, y quien lo hizo, en mayor o menor medida lo tuvo, a nosotros los egeberos nos prometieron lo mismo y nos dimos de bruces con una realidad cambiante que nosotros mismos hemos tenido que inventarnos instintivamente para poder sobrevivir, en muchos casos en clara oposición a opiniones (no violentas con suerte) bien fundadas de nuestros progenitores que no entendían por qué haciendo lo mismo que ellos, obteníamos resultados distintos, y por eso creían que lo estábamos haciendo mal.

Pero no, nos educaron para un mundo que ya no existe, un mundo que nosotros mismos estamos aún fabricando, con nuestra consiguiente evolución personal, emocional y social, rompimiento de paradigma anterior que nos hace replantearnos totalmente nuestra visión de nosotros mismos y de lo que queremos que sea nuestra vida. Ya no hay bloqueos, no hay más límites ni techos de cristal que los del sentido común, las leyes naturales y las emociones. Mira lo que ha pasado en Madrid, o en otros países con supuestos "líderes" puestos a dedo sin preguntarse si de verdad lo son. Si no vales, no vales. Da igual. Si de forma natural no es, no se puede imponer. El poder reside donde los hombres creen que reside (Ver artículo)

Aunque a los ochenteros nos pueda sorprender la influencia de los millennials en la sociedad actual, estos nativos digitales han surfeado ola tras ola sin vacunarse y sin despeinarse, atendiendo al principio natural de supervivencia por adaptación al entorno. Dejados de la mano de las instituciones, cada vez menos estables, poco a poco, se ha ido instaurando su naturaleza instintiva, creando un mundo ad-hoc en el que los herederos de La Bola de Cristal nos postramos a sus pies y no podemos hacer otra cosa sino aprender de ellos.

Es ley de vida, la naturaleza y lo nuevo se abre camino. La juventud viene pisando fuerte, como tiene que ser, como siempre tuvo que ser. No existe avance sin revolución, sin el barrido a los cimientos resquebrajados de una sociedad cada vez más consciente y realista. O te subes a su ola o te hundes.

Tú puedes hacer lo que consideres, pero yo me subo. Desde mi realidad semi-estable les ayudo, les apoyo, les aliento y les doy lo que necesitan, mis experiencias si les sirven, herramientas vitales, emocionales y morales para que sigan construyendo un mundo cambiante en el que nosotros, amigos y compañeros egeberos que ahora manejamos el cotarro, y dejaremos de hacerlo en pocos años, vivamos nuestra jubilación pensando que hemos dejado un buen legado a las generaciones futuras.

Buen camino :)

Laura García Sánchez

Ingeniera en Telemática. Docente de Formación Profesional

Especialista en Comunicación y Marketing Digital

@LauraGarcia_I

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