Propósitos de capitalismo nuevo
Mi imperio romano es cómo el sistema capitalista evoluciona para aparentemente adaptarse a las necesidades de la sociedad.
MURCIA. ¡Émbolos rotores y bujías, soy el misterio de economía! Manejo cifras y datos y engaño a los humanoides gilivatios. Soy como la naturaleza, nadie sabe dónde termina ni donde empieza. Por orticón, nadie sabe cómo detener la inflación, quizás con una oración, quizás con un gran cañón. ¡Viva la economía, viva la guerra fría! Filas y filamentos, he ganado un mil por ciento, mis émbolos laten de contento, cuando hablo de economía me siento en el firmamento. (Sra. Dña. Bruja Avería en La Bola de Cristal, año 1985 de Nuestro Señor)
"La globalización está ahí y hay quien la emplea para hacer el bien, pero es inevitable que el anillo para gobernarlos a todos lo quiera tener el mago malo"
Había un tiempo en el que se trataba a niños y adolescentes como seres despiertos e inteligentes, y no se les decía qué tenían que pensar, ni en qué bando estar, ni desde qué perspectiva ver el mundo que les rodeaba, sino que se les hacía cuestionarlo continuamente, alentando el espíritu crítico y el pensamiento independiente tal como debe ser la juventud, con su función renovadora por la pura naturaleza humana, y no dejarse caer en el dogma dictatorial. Para evitar provocar errores de sistema, este ensayo de mundo futuro debe ir siempre dentro de una competente institución formativa que les ayude a testear, en modo sand box, el mundo al que se van a tener que enfrentar.
La globalización está ahí y hay quien la emplea para hacer el bien, pero es inevitable que el anillo para gobernarlos a todos lo quiera tener el mago malo, y es nuestro deber impedírselo, aunque nos cueste que nos arranquen algunos dedos.
Dos años de mascarillas y confinamientos han querido calar en las finas pieles prepúberes el miedo y la parálisis que las crisis destinadas a ahogar el bolsillo de los mayores no han hecho mella en ellos. Luego hay quien se ha enriquecido vendiendo mascarillas, vacunas y geles hidroalcohólicos, pero claro lo hacían en beneficio del público, porque les han proporcionado un material escaso y urgente en una pandemia mundial, que ha provocado un virus que ya estaba circulando meses antes, y menos letal que otras enfermedades, pero les interesaba cundir el pánico y controlar a las masas para que compren compulsivamente. Bien, ha funcionado. Ahora deben estar frotándose las manos los fabricantes de ansiolíticos.
Ese poder, el mediático, en manos de agentes sin escrúpulos, que ellos mismos creen que trabajan por una causa noble, hablan tal que así: "He pasado los mejores años de la vida dando a los demás placeres ligeros, ayudándoles a pasar buenos ratos, y todo lo que recibo son insultos, la existencia de un hombre perseguido". Quien así habla es Al Capone. Sí, el mismo que fue Enemigo Público Número Uno, el más siniestro de los jefes de bandas criminales de Chicago. Capone no se culpa de nada. Se considera, en cambio, un benefactor público: un benefactor público incomprendido a quien nadie apreció. (Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Dale Carnegie)
Menos mal que existe la vertiente "hippie alternativa" que pretende, escandalosamente para algunos, acabar con todo este sinsentido y empezar a vivir de forma más consciente: Comprando en las tiendas del barrio sólo lo imprescindible, y no carros llenos de ultra procesados en grandes superficies, dejando de gastar su poco sueldo en créditos de intereses abusivos, en productos que no necesitamos e invirtiendo más en hacer deporte y vida saludable y menos en medicamentos… pero, claro, si vamos todos en masa en bici al trabajo y dejamos de fumar y de tener ansiedad constante, la cantidad de impuestos que deja de ingresar el estado sería inviable para como está montado el sistema actual.
Desde siempre ha habido crisis, accidentes, guerras y cosicas malas en el mundo. También desde siempre ha habido gente que se quiere, ganas de vivir, personas que ayudan a personas y buenas noticias. Estamos programados por nuestra genética para ver los peligros, es una forma de supervivencia; por eso es necesario un cambio de mentalidad y adaptación consciente al lado bueno de las cosas, y dejar de poner tanta energía en el lado oscuro.
Te invito desde estas líneas a que seas el revolucionario, el paria que no ve los informativos en las horas en las que eres más influenciable (cuando te levantas, cuando te acuestas y después de comer) y que esas horas las dediques a ti, a tu cuidado personal, a apagar Destrucción TV y Manipulación FM y a dar un paseo primaveral contigo mismo y te lleves de paso a las personas que más quieres, y en un (a)mar en calma empieces a ver que el mundo es simplemente tal y como tú quieres que sea.
Buen camino ;)
Ingeniera en Telemática. Docente de Formación Profesional
Especialista en Comunicación y Marketing Digital
Mi imperio romano es cómo el sistema capitalista evoluciona para aparentemente adaptarse a las necesidades de la sociedad.
El pasado 19 de agosto, la asociación americana que reúne a 181 directores generales de las mayores compañías del mundo abrazaba una nueva doctrina