VALENCIA. El comisario José Manuel Villarejo ha apuntado este jueves en el juicio del caso Erial a que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil provocaron la investigación contra el exministro Eduardo Zaplana. El motivo, ha dicho, era el riesgo de que disputara al primero el liderazgo del PP.
Villarejo ha comparecido como testigo a petición del también expresidente de la Generalitat en el juicio de la causa centrada en una presunta trama liderada por el Zaplana para el cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante su gestión, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003. El objetivo habría sido desviar esas cantidades al extranjero a través de numerosas sociedades para blanquearlas y, posteriormente, retornarlas a España. En total, ese desvío de dinero se cuantifica en 20,6 millones de euros. En el banquillo se sientan un total de 14 acusados.
El comisario ha explicado que, cuando estaba en el CNI, le llegaron diferentes informaciones entre 2010 y 2011 tendentes a desacreditar a Zaplana y que en 2016 o 2017 tuvo varios encuentros con el coronel Manuel Sánchez Corbí, jefe de la UCO, donde hablaron de varios asuntos. Ahí le sugirió las actuaciones contra el exministro y, según ha asegurado, le respondió que era un "error" utilizar "malas artes" contra el exministro y que si había sospechas sobre algo que hubiera hecho "había procedimientos ortodoxos".
"Había más interés en su propio partido en cargárselo que en el propio PSOE, donde el señor Rubalcaba tenía en buena consideración a Zaplana", ha comentado. Unas declaraciones que chocan con las efectuadas en 2021 en el Congreso, cuando afirmó que el interés en destruir al exministro era del PSOE.
Cuando le plantearon la persecución, ha señalado que el interés era más bien político para que después, si era judicializable, "actuaran las unidades operativas". "Dije que no se podía ir contra una persona por que molestara políticamente", ha indicado.
Villarejo ha mencionado igualmente al exdirector general de la Policía Juan Cotino, de quien era "un gran amigo". El que también fuera conseller, ha manifestado, "también estaba relacionado con esta intención de investigar a Zaplana". "Pero no era un interés propio, sino que le pedían que lo hicieran. Él tenía mucha relación con Rajoy y pensaban que Zaplana podía en un futuro disputarle el liderazgo. No llegué a entender nunca esa obsesión en buscarle elementos para poder implicarle en algo", ha añadido.
El comisario también ha hecho referencia al recorrido de los documentos que originaron el caso Erial. Se trata de los conocidos como los 'papeles del sirio'. El ciudadano sirio que los encontró en primer lugar declaró ayer miércoles en el juicio. Imad, que indicó que es empresario y lleva viviendo en España desde 1980, detalló que vivió en un piso de alquiler en la Plaza Legión Española de València desde aproximadamente 2008 hasta 2015. Allí residió previamente Zaplana, aunque él no lo supo en ese momento. El propietario era un notario.
Al tiempo de entrar a la vivienda, sobre 2009, encontró unos documentos. "En la habitación principal había, en la parte baja de una esquina, una puerta pequeña donde había un hueco y dentro una caja fuerte. Los papeles estaban en ese hueco", expuso. Estaban doblados y, señaló, sólo recuerda que tuvieran tachaduras. Le llamaron la atención porque "hablaban de cosas del gobierno anterior que se refería a parques eólicos". Según los investigadores que los analizaron posteriormente, en ellos se dibujaba una perfecta hoja de ruta para lograr las adjudicaciones de los parques eólicos y las posteriores comisiones.
Al considerar que podían ser importantes, se los entregó al exgerente de Imelsa Marcos Benavent. Imad era un miembro destacado de la mezquita de Valencia y muy conocido dentro de la comunidad árabe, por lo que mantenía relaciones con la administración valenciana. Acudía, dijo, a muchos actos públicos de manera constante. De ahí conocía a Benavent. Le mencionó los documentos y se los dio. "Su reacción fue quitarle importancia al asunto y se quedó ahí la cosa. Unos años después me volvió a llamar porque me quería ver con urgencia y me pidió los originales. Le dije que lo que yo tenía eran aquellos documentos que le entregué", apuntó.
El ciudadano sirio negó que fuera miembro del CNI, pero Villarejo ha tratado de contradecir todas estas declaraciones. El comisario ha remarcado que a Imad lo conoció como agente de colaboración del CNI e hizo "cosas importantes". Se le infiltró, ha proseguido, en las comunidades árabes y descubrió a gente. Al final, ha dicho, tuvo problemas económicos y "se le ayudó en todo momento".
Villarejo ha relacionado los papeles que entregó Imad con esa intención trasladada por la UCO de perseguir a Zaplana. "El propio Corbí me dijo que no había más remedio que acelerar el tema y hacer cosas. Yo no sé si Zaplana tiene dinero en el extranjero, pero por lo que a mí me dijo Corbí fue un acto provocado para generar la posterior investigación judicial", ha destacado.