MURCIA. Todo sigue igual en Galicia y todo seguirá igual -al menos de momento- en el Partido Popular que lidera Alberto Núñez Feijóo. La victoria este domingo con mayoría absoluta en estos comicios autonómicos suponen un balón de oxígeno para la formación de la gaviota y su presidente, que consiguió anoche que su heredero, Alfonso Rueda, continúe al frente de la Xunta,.
Los vaivenes de la campaña y los ajustados sondeos alimentaron el debate sobre las siglas populares, donde creció el runrún de cómo podría afectar al liderazgo de Feijóo -que se había implicado al máximo- la hipotética pérdida de la mayoría en Galicia, donde el PP ha dominado en las últimas nueve elecciones autonómicas menos una.
En este punto, conviene recordar que el liderazgo de Feijóo quedó notablemente debilitado tras las elecciones generales del 23 de julio. Pese a que gran parte de los sondeos le daban vencedor y con opciones amplias para conformar una mayoría con Vox, las urnas no arrojaron ese veredicto, siendo el PSOE de Pedro Sánchez quien sí pudo, no sin dificultades y acuerdos complejos, alcanzar los 176 diputados necesarios para la investidura.
Por eso, en el caso de una pérdida de la mayoría en Galicia, la autoridad y liderazgo de Feijóo quedaría ensombrecida frente a los referentes autonómicos que gobiernan en las principales regiones como Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía), Fernando López Miras (Región de Murcia) Carlos Mazón (Comunitat Valenciana).
Pero lo ocurrido en Galicia es que Feijóo ha conseguido comprar un tiempo muy valioso y, quién sabe, si iniciar una tendencia positiva que pueda servirle para un buen resultado también en las elecciones vascas -esto parece difícil- y en las europeas de junio. Es decir, el presidente del PP, con este resultado saca la cabeza después del varapalo sufrido en las generales del año pasado y aplaza cualquier tipo de rebelión o discusión sobre su liderazgo; al menos de momento.
De esta manera, los barones autonómicos -como los citados anteriormente- seguirán centrados en la gestión institucional sin la necesidad de sumergirse en un debate interno por la eventual debilidad del líder nacional. En este plano, Ayuso y Bonilla son nombres que se han nombrado en los mentideros populares -y también en algunos medios nacionales en ocasiones- como posibles herederos de Feijóo a futuro.
Eso sí, tal y como ha informado Plaza, Mazón, en estos meses como presidente de la Generalitat valenciana, ha tomado un espacio relevante en el ámbito nacional tanto en el espectro institucional como en el orgánico del PP, algo que por otra parte resulta lógico para la máxima autoridad de la Comunitat Valenciana.
En cualquier caso, en el aspecto autonómico, y al margen del respiro que supone el resultado para Feijóo, fuentes del PPCV compartían también este domingo la sensación de alivio dado que consideran que este triunfo permite seguir la línea trazada en la gestión institucional sin tener que sufrir lo que considerarían una distorsión de los conflictos internos que habría traído la pérdida de Galicia.
Sobre esto, las citadas fuentes hacían hincapié en el desastroso resultado de los socialistas gallegos, con apenas nueve escaños. Una situación que, a su juicio, va a penalizar a Pedro Sánchez pero también a las federaciones socialistas como la valenciana, que ahora ha pasado a liderar la ministra Diana Morant.