CARTAGENA. La Noche de los Museos de Cartagena cuenta con la ruta Isaac Peral, la infancia del inventor del submarino. Los primeros años de la vida de un hombre marcan su personalidad y con este recorrido se descubrirá quiénes fueron sus padres, los lugares donde jugó y recibió su primera formación, así como otras experiencias que conformaron el perfil de este gran inventor, que no solo lo fue del submarino, sino también de inventos tan importante como la ametralladora eléctrica, el varadero de submarinos múltiples o las baterías eléctricas que retomaría el ingeniero belga Tudor, precursor de la electricidad en todas las aplicaciones inimaginables. Asimismo, el ilustre cartagenero fundó en Zaragoza la Electra Peral.
En esta ruta se desvelará el lugar donde Isaac Peral recibió las aguas bautismales, en una de las iglesias más importantes de Cartagena, donde pasó una infancia que dejaría una huella imborrable en su memoria. Siempre recordaría que la ciudad amurallada hacía que los tiempos de sus juegos fueran seguros y, por supuesto, el carácter militar que le rodeaba. Su vida en el recinto de la Plaza Fuerte de Cartagena, junto con una familia de militares, le marcaría en su futuro. En la Muralla del Mar, desde la Escuela de Guardias Marinas, podía ver toda clase de barcos ya fueran mercantes, de pesca o militares, en un ir y venir que le entusiasmaba y le hacía soñar.
Al ser destinado su padre a Cuba, su familia no tuvo más remedio que trasladarse a San Fernando, desde donde partían los barcos a las colonias, ya que el Canal de Suez no se había abierto todavía. Eran tiempos difíciles para España.
Cartagena, de una manera u otra, quedó unida a él en un cordón umbilical invisible, manteniendo también una fuerte conexión con San Fernando, Cuba y Filipinas . Su carácter serio, tenaz muy templado para todas las experiencias que le tocó vivir, hicieron de él un hombre único.
Nacido en Cartagena el 1 de junio de 1851, la ciudad, como una madre amorosa y paciente, volvió a recibir a su hijo amado después de terminar su aventura de la vida un 30 de abril de 1911, después de que sus restos mortales hubieran reposado en el Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena en Madrid desde 1895.
Años más tarde llegaría su obra más importante, el submarino llamado Peral. El ciclo de la vida se cerraba: ya estaba en casa Isaac Peral y su invento, puesto a buen recaudo en una instalación perteneciente al Museo Naval y expuesto de forma preferente para todos aquellos que quieran admirarlo.
(Ramona Escarabajal es guía oficial de turismo)