CARTAGENA. Tortugas, pulpos, caballitos de mar, medusas..., sobre un fondo azul, conforman el gran mural marino que los artistas José María Vidal, de Calima Proyectos Pictóricos, y José Luis Martínez, artísticamente conocido como Goyo 203, han creado en La Manga del Mar Menor, concretamente en el punto kilométrico 3 en el comienzo de la bajada de Monteblanco.
"Hemos querido representar las olas, los diferentes movimientos del mar, los animales autóctonos de La Manga... y bajo el concepto del agua, mostrar nuestra diversidad marina", ha manifestado José María Vidal, uno de los artífices de esta obra de grandes dimensiones, que también incluye un gran letrero con las palabras 'La Manga del Mar Menor', un dibujo esquemático de la misma, y una zona específica para poder hacerse fotografías de recuerdo.
De esta forma, este tramo de La Manga acoge un "museo" al aire libre de unas pinturas murales en las que confluyen arte, naturaleza y turismo, ya que podrán ser contempladas por los miles de turistas que pasan por este enclave en la temporada estival.
De esta forma, y una vez más, el 'street art' convierte muros y paredes en expositores de arte que ensalzan el atractivo del lugar, y a su vez, ayudan a proyectar una imagen de embellecimiento y de alegría, especialmente en determinadas fechas del año cuando la zona se llena de turistas.
Así lo ha señalado la concejala del Distrito, Cristina Pérez, quien ha añadido que "con este tipo de intervención pretendemos embellecer esa parte de La Manga. Es una obra espectacular que no dejará a nadie indiferente por sus grandes dimensiones, y que sirve para acercar a todos un poquito más la belleza natural propia del entorno, destacando la importancia y valor que tiene La Manga, tanto como espacio natural, como por su valor turístico".
La empresa que ejecutó el proyecto en 2019 está validada por el Ayuntamiento y el departamento de graffitis de la concejalía de Juventud, el UrbanCt, que verificó la calidad de los materiales técnicos y de los artistas que trabajan en el proyecto. Se trata de un proyecto de 'street art' consensuado con los vecinos a finales de 2019 y que se iba a llevar a cabo en los primeros meses de 2020, pero que se tuvo que parar con el inicio de la pandemia.