En los últimos años, se ha incrementado la incidencia del cáncer anal, encontrando su origen en la infección del VPH (virus del papiloma humano) en 9 de cada 10 pacientes.
Se trata de un tipo de cáncer poco frecuente en la población general, pero sí que es mucho más habitual en las personas con VIH u hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), donde la incidencia es mayor que en el caso del cáncer de mama.
A raíz de estos datos se han creado unidades de displasia anal y virus del papiloma humano, destacando la unidad de displasia anal de Quirónsalud Murcia. La doctora Purificación Calero, especialista del servicio de cirugía general y aparato digestivo, nos habla sobre la displasia anal y en qué consiste dicha unidad de trabajo.
La displasia anal son los cambios que se generan en las células del ano ocasionadas por la infección por el VPH, siendo esta la enfermedad de transmisión sexual más frecuente.
La transmisión de esta infección es esencialmente sexual, es decir, por contacto de mucosas o de piel a piel. Sin embargo, alguna vez también puede transmitirse sin contactos sexuales o incluso empleando métodos como el preservativo, aunque son casos mucho más excepcionales.
La doctora Purificación Calero afirma: “Se calcula que toda la población mundial se infecta alguna vez en la vida. Aunque la mayoría de las personas adultas que se contagian nunca se enteran, porque habitualmente no produce síntomas y el sistema inmune del cuerpo elimina el VPH”.
Respecto a los síntomas de la displasia anal, no tiene, es decir, es totalmente asintomática. Aunque si evoluciona a cáncer de ano, se puede comenzar a percibir dolor anal, sangrado, o aparición de una úlcera o un bultoma en el ano.
Existen diferentes pruebas para diagnosticar la displasia anal, entre las que destacan según sus características las siguientes:
En los grupos de riesgo de que el VPH pueda ocasionar displasia anal, en primer lugar se lleva a cabo una determinación del virus, que se hace mediante una pequeña torunda, conocido generalmente como bastoncillo, que se introduce por el canal rectal (anal).
La Doctora Purificación Calero nos explica su procedimiento, “Se analiza mediante una PCR del virus (reacción en cadena de la polimerasa) y nos informará no solo de la presencia o no del virus, sino también del genotipo”.
Se emplea la misma técnica que en el caso anterior, introduciendo un bastoncillo por el rectal (anal).Con esta prueba se puede conocer de forma aproximada el estado de las células de esta zona.
La anuscopia, o anoscopia, de alta resolución se trata de una técnica empleada para tomar una muestra para biopsia. Su procedimiento es muy sencillo, la doctora Purificación Calero nos lo explica: “se necesita introducir un aparato por el ano del paciente para visualizarlo por dentro, se llama anoscopio. Este se puede introducir sin necesidad de anestesia o sedación, requiere la colaboración del paciente, pero en la mayoría de los casos es bien tolerado”.
También concluye con lo siguiente, “se utilizan una serie de colorantes que tiñen las células afectadas y, junto con el microscopio, se visualizan posibles lesiones. De ellas se toman biopsias y finaliza el procedimiento”.
Estas pruebas son muy relevantes y útiles, ya que las lesiones provocadas por el virus del papiloma humano no son visibles al ojo humano, para poder visualizarlas se necesita un aparato semejante a una lupa o a un microscopio, ampliamente utilizado por los ginecólogos para realizar colposcopias.
Durante décadas no se ha tenido claro si era necesario tratar las lesiones de displasia anal, al no ser malignas, aunque como hemos comentado anteriormente, sí que se consideran precursoras de cáncer.
Sobre este aspecto, la doctora Purificación Calero comenta, “en el año 2022, en junio, se publicó el trabajo más ambicioso sobre el cáncer anal. En EEUU el profesor Palefsky evaluó a más de 4400 pacientes con lesiones diagnosticadas de alto grado. A algunos les trataba la lesión y a otros no. La tasa de cáncer de ano en el grupo de pacientes no tratados fue muy elevada en comparación con el otro grupo”.
Tras esta declaración queda claro que es necesario tratar las lesiones de displasia anal de alto grado, para así conseguir evitar la aparición del cáncer de ano.
En estos tratamientos, fundamentalmente destacan los supositorios y las pomadas, como por ejemplo el imiquimod. Fármaco que impide la replicación del virus y consigue la regresión de las lesiones que haya generado.
Respecto a los tratamientos aplicados por el especialista, destaca la electrocoagulación, que consiste en quemar la lesión con un bisturí eléctrico o a través de un láser.
La doctora Purificación Calero destaca: “En la consulta es posible realizar también un tratamiento dirigido a la lesión con ácido tricloroacético, que se aplica sin necesidad de anestesia en un procedimiento muy similar a la HRA de diagnóstico”.
En términos de prevención, se ha visto claramente la eficacia de la vacuna del VPH. Recientemente, en los últimos años se ha incluido en los calendarios vacunales dicha vacuna, considerándose un gran logro en la sociedad.
La Dra. Purificación Calero comenta al respecto: “la vacuna previene de la infección de 9 genotipos, de los más frecuentes y de mayor riesgo. En el caso de que ya se haya contagiado el paciente de alguno de ellos, reduce su potencial para producir lesiones”.
La Unidad de Displasia Anal de Quirónsalud Murcia es la agrupación de profesionales sanitarios interesados en el diagnóstico, prevención y tratamiento de las lesiones generadas por el virus del papiloma humano en el ano. Lo que se conoce como displasia anal.
Según nos comenta la doctora Purificación Calero: “son varias las especialidades médicas que la componen: la Medicina Interna, los coloproctólogos y el Servicio de Anatomía Patológica y el Servicio de Microbiología”.
Respecto a la medicina interna, este grupo está formado por especialistas en medicina infecciosa, por lo que son los primeros profesionales en detectar el Virus del Papiloma Humano en el canal anal.
Por otro lado, esta unidad también está formada por cirujanos generales. En concreto los coloproctólogos, que suelen ser los especialistas formados en realizar las pruebas necesarias para evaluar el ano (lo que se conoce como anoscopia de alta resolución) así como el seguimiento y tratamiento de las lesiones diagnosticadas.
También lo forma el Servicio de Anatomía Patológica, encargados de evaluar las muestras que se recogen. Por último, el Servicio de Microbiología, que es el que determina la presencia del virus y sus genotipos.
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