Una novela murciana sobre espías: Marcial de la Cruz publica con Palin 'Un calamar disfrazado de caracol'

MURCIA. "Hoy es domingo, igual que ese fatídico día de hace 45 años, cuando la vida de tantísimos jóvenes americanos cambió drásticamente", escribe el estadounidense John Cánovas una mañana al despertarse y recordar una historia de guerra, espionaje, amor y amistad que comenzó un 7 de diciembre de 1941, cuando Pearl Harbor fue atacado por los japonenes. Este tipo normal y pacífico, de oficio paleontólogo, es el protagonista de la primera novela del murciano Marcial de la Cruz Martín, que bajo el título Un calamar disfrazado de caracol, ha sido autoeditada con la Asociación Palin (organizadora de la Feria del Libro de Murcia).

Explica el autor que este libro -una idea que se hizo realidad durante el confinamiento- es una novela de aventuras ágil y amena -"la que a mí me gustaría leer", apunta-, en la que los protagonistas "cobraron vida propia y cogieron las riendas del relato, terminando por escribir ellos mismos su propia historia". Lo cuenta en primera persona John Cánovas, un joven norteamericano de origen hispano-irlandés, que no deja de ser "una persona como cualquiera de nosotros, que como consecuencia de la segunda guerra mundial se ve inmerso en el mundo del espionaje militar, interviniendo en la cobertura de la operación Antorcha (TORCH), es decir, los desembarcos aliados en el Norte de África". 

Marcial de la Cruz cuentan en esta novela dos historias, "la historia que llamo 'pequeña', que es la que viven los personajes de ficción, con la acción provocada por circunstancias ajenas a ellos, pero que deben afrontar y superar. Y la historia 'grande', que es la de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente en el escenario español de la postguerra civil, que he procurado fuera lo más rigurosa posible". Se ha valido para ello de abundante documentación que había ido atesorando como apasionado del tema, enriquecida con la desclasificación reciente de secretos oficiales sobre la contienda.

Asegura el autor que Un calamar disfrazado de caracol "es un libro positivo, ya que está protagonizada por unos personajes, fundamentalmente buenos, que se enfrentan a las adversidades del trágico y violento momento histórico que les ha tocado vivir y triunfan sobre él haciéndolo de forma activa, luchando y arriesgándolo todo, hasta su vida, por la amistad y el amor". Es también un libro "blanco", añade, donde los lectores "no van a encontrar episodios que se recreen en la violencia ni en el sexo, aunque estén presentes". 

"He querido acercarme, de una forma amena, a nuestro pasado reciente, pues coincido en la opinión de que las naciones que olvidan su historia se ven condenadas a repetirla", señala Marcial de la Cruz. En este sentido, el autor, para distinguir entre ficción y realidad, ofrece unas relaciones de personajes pertenecientes a estos dos grupos. "Evidentemente, las interacciones entre los personajes de ficción y reales son totalmente inventadas, con la única intención de dar verosimilitud al relato. También incluyo un resumen de las siglas de las organizaciones que aparecen frecuentemente durante la historia, siglas de las que son tan amigos los norteamericanos y su formato de designación horaria de veinticuatro horas".

Cabe destacar que la portada de esta primera novela de Marcial de la Cruz es también obra del autor, funcionario de profesión, además de delineante, diseñador de interiores y divulgador de paleontología (es responsable de la comunicación de la Asociación Cultural Paleontológica Murciana). Con estos antecedentes, no es de extrañar que su protagonista tenga este oficio que no se presta, precisamente, a levantar sospechas, y que en la portada aparezca de fondo un amonite. Respecto al título, explica que hace alusión al depredador (el calamar) que se disfraza de animal inofensivo (el caracol), que es lo que hacen los espías.

Además, Marcial de la Cruz anuncia que la novela ya tiene una segunda parte en marcha, que comienza en el punto donde acaba la primera y se extiende durante la conferencia de los líderes aliados celebrada en Casablanca en enero de 1943.