CARTAGENA. Construir una rotonda regulada por semáforos en el cruce de la Alameda con Reina Victoria y Soldado Rosique, en Cartagena, sería la alternativa más eficaz para mejorar la fluidez de este lugar en las horas punta y la seguridad del tráfico, pero implicaría cambiar toda la geometría del cruce. Esta propuesta se encuentra en el Trabajo Fin de Estudios de Laura Fernández Barbera, estudiante del Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPCT.
Laura Fernández ha analizado los problemas de tráfico en dicho cruce en hora punta, y propone distintas actuaciones de mejora que se han modelizado utilizando el software de modelización de tráfico Aimsun, para ver cómo afectaría a la fluidez del tráfico cada una de las medidas propuestas.
La directora del Trabajo, Pilar Jiménez, ha explicado que de la aplicación de todas alternativas en el programa Aimsun y del análisis de resultados se concluye que cualquier pequeño cambio, mejora la situación actual del cruce. Una solución, como cambiar el ciclo semafórico, añadiendo una fase más al final del ciclo actual, facilita los movimientos de incorporación desde la calle Soldado Rosique y la avenida Reina Victoria a la Alameda, disminuyendo la congestión actual del cruce.
El análisis se ha realizado desde el punto de vista funcional, centrado en vehículos privados, pero sería necesario un estudio económico y la inclusión de peatones en el modelo, para realizar una evaluación más completa, explica la investigadora de la Escuela de Caminos y Minas.
El cruce estudiado presenta períodos de congestión diarios debido a diferentes problemas asociados a la interacción de los vehículos. Sin necesidad de encontrarse en hora punta demasiadas veces se producen conflictos en la trayectoria de los vehículos que van en direcciones opuestas, que impiden el movimiento de otros vehículos, retenciones y situaciones de peligro. En horas punta se genera un pico de tráfico que produce congestión y grandes colas de coches en los semáforos.
Esta situación, no solo molesta a los conductores, también provoca incomodidades a los vecinos debido al ruido y la contaminación. Además, el cruce tiene un componente de peligrosidad que afecta tanto a vehículos como a peatones y ciclistas. De hecho, la existencia de un paso de peatones sin semáforo aumenta el riesgo en el cruce, especialmente en las horas punta. Estos problemas se han visto agravados en los últimos meses, tras la apertura de la nueva Avenida del Cantón a continuación de la calle Soldado Rosique.