Fotos: AGRM
MURCIA. Planos, cuadernos de dibujo, escritos, fotografías... Una exposición en el Colegio de Arquitectos de Murcia (COAMU) reúne material relacionado con el arquitecto murciano Enrique Carbonell (1950- 2003) con el fin de plasmar un estilo -La elegante heterodoxia, título de la muestra- de este reconocido profesional, que marcó una época y dejó un importante legado en Murcia. El mejor ejemplo de ello es, probablemente, la sede central de Cajamurcia, que se ha convertido en un icono de la arquitectura murciana contemporánea. No obstante, también realizó obras más pequeñas que resultaron muy significativas -como el bar 'Los Claveles'-, ya que marcaron lo que sería el diseño de locales en los años 90.
La exposición sobre el arquitecto fallecido prematuramente hace 20 años, que puede visitarse hasta el 24 de enero, reúne en total unos 70 planos originales, cuadernos de dibujo, escritos y fotografías que muestran una forma de entender la profesión. La mayoría proceden del fondo del arquitecto, que fue donado por sus hijos en 2020 al Archivo General de la Región de Murcia, y han sido cedidos para la ocasión.
Así, la pasión por la arquitectura de Cabonell se puede constatar en sus dibujos a mano, en los planos en papel vegetal, dibujados a rotring, y en sus apuntes; práctica que hoy prácticamente ha desaparecido de los estudios, donde predominan las infografías y el dibujo asistido por ordenador.
Es por ello, que en esta exposición el dibujo es el protagonista, aunque también la fotografía del proceso de obra, las maquetas que muestran la riqueza volumétrica de los proyectos de Enrique Carbonell y ciertos objetos personales que acompañaron a este arquitecto murciano durante su trayectoria profesional.
Creador de edificios tan emblemáticos como la sede central de Cajamurcia, en la Gran Vía Escultor Salzillo de Murcia; las viviendas de la cooperativa Myrtia, en Juan de Borbón; o la Imprenta Regional, en el Camino Viejo de Monteagudo, su trabajo fue premiado y reconocido durante toda su carrera.
Enrique Carbonell Meseguer nació en Murcia el 22 de febrero de 1950 y falleció el 15 de enero de 2003. Desde joven vivió de cerca la arquitectura y la construcción junto a su padre, Enrique Carbonell Ruiz, aparejador, y su tío Daniel Carbonell, arquitecto. Cursó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia, donde además trabajó en diferentes proyectos, y en 1976 volvió a su ciudad natal, donde desarrolló casi toda su carrera.
Su obra más destacada es, probablemente, la sede central de Cajamurcia. Este proyecto, realizado junto con el arquitecto José María Torres Nadal, mereció el primer premio del concurso público convocado en 1976, con los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza, José Antonio Corrales y Helio Piñón como miembros del jurado. Terminado en 1983, el inmueble se ha convertido en un icono de la arquitectura murciana contemporánea.
Colaboró profesionalmente con algunos de los grandes arquitectos que han trabajado en Murcia. Además del citado Torres Nadal, compartió trabajo y amistad con Vicente Martínez Gadea y Juan Antonio Sánchez Morales, coautores con Enrique del conjunto de viviendas de Alcantarilla y de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia, respectivamente. Mención especial merece la colaboración con el maestro Rafael Moneo con quien codirigió la obra de ampliación del Ayuntamiento de Murcia, el ahora conocido como 'Edificio Moneo'.
Otro aspecto destacado de su obra fue el diseño, decoración y reforma de locales comerciales, entre ellos los bares 'Los Claveles' y 'La Madrileña', o las tiendas de ropa 'Platería 43' y 'Antonio Zamora', que marcaron época en los años 90.
Aun siendo breve, su trayectoria profesional fue reconocida con numerosos premios, destacando el Primer Premio de Arquitectura y Urbanismo de la Región de Murcia por las Viviendas de Promoción Pública de Alcantarilla (1989); el Primer Premio de Interiorismo Región de Murcia por el bar 'Los Claveles"'(1989); el Primer Premio de Arquitectura de la Región de Murcia por el edificio de viviendas junto al Puente Viejo (1995); o el Primer Premio de Arquitectura de la Región de Murcia por la vivienda unifamiliar de La Garrobera (1999).