Fotos: Alba Zapata
MURCIA. A las diez de la mañana a mediados de agosto el sol da de lleno en la puerta de uno de los principales mercados de abastos de Murcia, el de Saavedra Fajardo. El termómetro ya marca los 40 grados, pero las temperaturas no han conseguido frenar por completo el ritmo de la histórica plaza. Dentro aún se encuentra movimiento de gente; e incluso en algunos puestos, como los de charcutería, hay clientes haciendo cola.
“La compra grande la hago aquí siempre. Los productos son de calidad, precios más baratos que en grandes supermercados y sobre todo, por la cercanía. Saben los productos me gustan y me aconsejan los mejores. El trato es especial”, cuenta una de las clientes habituales de la charcutería.
La cercanía de la que habla se nota nada más entrar a este mercado al escuchar a vendedores y clientes saludarse por su nombre. No es de extrañar que la fidelidad de la clientela es una de las cosas que diferencia a esta plaza: “Tenemos clientes que ahora en verano vienen desde la playa una vez a la semana solo para llevarse pescado de aquí”, nos cuentan desde una lonja.
A pesar de que el verano la ciudad pierde su ritmo habitual, la mayoría de vendedores coinciden en que está siendo uno de los mejores en cuanto a ventas. “Están siendo unas de las mejores fechas que recuerde en mis 18 años trabajando aquí”, nos cuentan desde frutos Rueda, además, añade que “muchos extranjeros, especialmente franceses, vienen aquí porque se encuentran con muchos locales cerrados”, explica.
Para algunos puestos agosto está funcionando especialmente por los turistas: "El 90% de los clientes en agosto son extranjeros nacionales o internacionales, pero apenas hemos tenido clientes habituales", aclara el dueño de una charcutería.
Lo mismo le sucede a uno de los puestos que más atrae a extranjeros, el de quesos y jamones, desde el que comentan que “ ha mejorado mucho la afluencia en comparación con el verano pasado, especialmente julio ha sido muy bueno. Se nota que hay muchos franceses o italianos, aunque esta semana de agosto es la más floja”, explica su dueño mientras corta jamón y da a probar a una de sus clientas. “La conozco desde siempre" explica, “pero siempre que puedo intento darles un trozo a los clientes para que prueben un poco, así saben lo bueno que está todo”, cuenta entre risas.