CRÓNICAS DE UNA REGIÓN MISTERIOSA 

Una historia por San Valentín

12/02/2023 - 

MURCIA. Seguro que cuando has leído el título del artículo de esta semana de 'Crónicas de una Región Misteriosa' tu mente ha volado hacia historias de amor y con parejas rebosantes de felicidad al conseguir el tan anhelado deseo de compartir con otra persona un proyecto de vida o de al menos tener la oportunidad de demostrar lo importante que se es para otra persona. Nada más lejos de la realidad, pues en esta ocasión el amor no gana la partida, dejando lugar a algo que es infinitamente mucho más fiel: la muerte. Os presento una historia de amor que no terminó precisamente bien para sus protagonistas y que representa un oscuro caso documentado en Cartagena y que se mueve entre la delgada línea de la realidad y la leyenda urbana.

Corría el año 1963 y nuestros protagonistas -Antonio y María- estaban iniciando una relación amorosa. En aquellos años era muy difícil expresar los sentimientos en público y siempre andaban buscando lugares alejados del gentío y de las miradas acusadoras, evitando así que los agentes de la ley los separan o los denunciaran. Entre los muchos lugares que en la ciudad portuaria podían elegir, ellos siempre se decantaban por las zonas de bosques y arbolada a las espaldas de Faro de Navidad, comunmente conocido como 'Faro Rojo'. Una de esas noches próximas al día de los enamorados fue la última vez que se les vio con vida. Desaparecieron durante días y nadie sabía nada de ellos ni lo que les podía haber pasado. Era un 14 de febrero.

Fue uno de los trabajadores de la antigua Bazán quien dio la voz de alarma al encontrarse una mañana que salía del trabajo hacia su casa unas sombras que parecían humanas y que no se movían casi a la entrada de la zona arbolada. Cuando Fermín, que es como se llamaba este señor, se acerca a comprobar si necesitaban ayuda el espectáculo que encontró fue dantesco, atroz: ambos cuerpos estaban atados a dos árboles, a más de 2 metros de altura, cogidos de sus manos, acuchillados y sin vida. Sus cuerpos aún chorreaban sangre.

La policía y guardia civil comenzaron una investigación por la que sólo pudieron documentar y describir la escena del crimen, pero poco más. No había rastro, ni huellas, ni señales de haberse defendido; y llegaron a contar 13 puñaladas en cada cuerpo, llamando la atención que sólo la puñalada más reciente era la mortal en cada uno de los cuerpos, los cuales presentaban claros indicios de haber sido torturados, pero ni rastro de los torturadores.

La documentación de María y Antonio apareció a los pies de cada uno pero intercambiada, y la policía llegó a hablar de un asesino fantasma al no poder hallar restos ni de terceras ni de cuartas personas en el lugar del homicidio, llegando a hablar de un fantasma.

Otra de las conclusiones que se tomó por oficial fue la de pensar que se trataba de un ajuste de cuentas, pues Antonio, al parecer, tenía importantes deudas con algunas de las familias más peligrosas de la ciudad. En contra de esta versión estaba el hecho que hemos apuntado antes, ni rastro de la evidencia de que alguien estuviera con ellos en el momento del siniestro.

Esta historia se ha transmitido de padres a hijos como advertencia en esos primeros días y semanas en los que se comienza una nueva relación, y podemos incluirla en ese apartado de leyendas cuya moraleja nos habla de posibles peligros y cómo evitarlos. En ese caso está clara, en un intento de que la parejas dejen de buscar lugares alejados para sus encuentros amorosos, pues, de esta manera, peligros relacionados con asaltantes, ladrones o accidentes derivados de la propia orografía del terreno estarían muy alejados de las futuras generaciones.

* Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural'

   

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