MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia cambió la tierra del estadio Roland Garros, donde ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París, por la arena de la playa en Mallorca, el lugar que eligió para desconectar de la competición antes de afrontar el tramo final de la temporada con el Abierto de Estados Unidos y el Copa de Maestros.
El joven tenista murciano, de 21 años, acabó algo saturado en su primera experiencia olímpica que terminó con su derrota en la final ante el serbio Novak Djokovic (6-7 (3) y 6-7 (2)) y antes con la eliminación en los cuartos de final en el cuadro de dobles formando pareja con el mallorquín Rafa Nadal.
Precisamente la tierra del balear es el destino escogido por el de El Palmar para disfrutar de unos días de descanso junto a su hermano Álvaro y unos amigos.
La playa y un paseo en barco desde Port d'Andratx constituyen una buena terapia tras la tensión vivida últimamente representando a España en París 2024 y compitiendo con éxito en los dos Grand Slam que conquistó consecutivamente -Roland Garros y Wimbledon-.
Es un respiro antes de afrontar el tramo final de la temporada en la que el actual número 3 del mundo y que aspira a recuperar el liderato de la ATP que ya fue suyo.
Lo próximo será el Masters 1.000 de Cincinnati ya la semana que viene y lueg al pupilo de Juan Carlos Ferrero le espera el US Open, del 26 de agosto al 8 de septiembre en Nueva York; y las ATP Finals, del 10 al 17 de noviembre en la ciudad italiana de Turín, como torneos más importantes.
Antes seguramente jugará en China y en el Masters 1.000 de París-Bercy, así como en la Copa Davis con España y en la Laver Cup con el equipo de Europa, en ambas competiciones durante el próximo mes.