MURCIA. Las máquinas de vending o expendedoras son un negocio que está más que asentado en la Región. Se pueden encontrar de todo tipo aunque, en lo que a alimentación se refiere, hay una que llama la atención en el centro de la ciudad de Murcia. Se trata de una expendedora de productos asiáticos, “un ‘pedacico’ de Japón para los murcianos,” como la define María José Navarro, la emprendedora que se ha atrevido a poner en marcha este punto de venta.
La idea surgió hace unos años, cuando María José estaba de vacaciones con su familia en Castellón y vio algo similar. En ese momento pensó “esto en mi Murcia sería un éxito”, así que, después de mucho darle vueltas, se animó a probar. “Nadie de mi alrededor creyó en este proyecto y ahí está”, dice orgullosa de su máquina expendedora.
Respecto a los productos, explica que se trata “de comida importada directamente de Japón, a través de una empresa española”. Así, entre otros artículos destacan “los ‘mogu’ (bebida) con trocitos de fruta, bebida de aloe y también latas de súper héroes y galletas de Doraemon, Pikachu y Shin-Chan”, detalla. Pese al amplio despliegue de opciones asiáticas, destacar que algunos (los menos) productos son locales y nacionales.
Los artículos de la máquina de vending japonesa, que se encuentra en la calle San Lorenzo de Murcia, son para fanáticos de la cultura oriental pero también para aquellas personas que quieran probar algo original y diferente, asegura la emprendedora.
La máquina lleva operativa pocos meses. Los comienzos son difíciles, y más en los tiempos que corren, pero de momento María José asegura estar contenta con la aceptación de este punto de venta. Respecto a si encontraremos un 'trozo de Japón' más grande en Murcia, Navarro lamenta que “el precio excesivo” de los locales de alquiler no anime a crecer empresarialmente.
Por este motivo, y por el momento, los productos de alimentación japoneses se van a quedar en este punto de venta, modesto pero llamativo, del centro de Murcia. Más adelante, ya se verá. “No se puede descartar nada”, concluye.