CARTAGENA. El control sobre la pesca ilegal en la reserva marina de Cabo de Palos queda desde hoy reforzada con la puesta en marcha, a través del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Comunidad Autónoma, de un dron que se incorpora a la Unidad de Vigilancia Marítima, cuyo radio de acción alcanza 250 kilómetros de costa y que incrementará la celeridad y precisión a la hora de hacer las inspecciones.
Al vuelo inaugural del dispositivo, que ha tenido lugar este miércoles 8 de mayo desde la explanada del Faro de Cabo de Palos, han asistido la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira; el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Llorca; el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Cartagena, Bartolomé Navarro, y el vicepresidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Pablo Hernández.
El objetivo es incrementar la vigilancia para evitar la pesca de los furtivos, reforzando la labor que viene realizando la embarcación de la Cofradía de Pescadores, durante los meses de julio y agosto, y las cinco embarcaciones del Servicio de Pesca y Acuicultura, que ha formado a ocho de sus veintiún trabajadores para poder manejar el dron.
El nuevo dispositivo, con categoría de aeronave del Estado, dispone de cámara de última generación, con sonido, aguanta vientos de hasta 40 km/hora y cuenta con una autonomía de unos 40 minutos, además de varias baterías de repuesto para poder hacer una vigilancia continuada.
La Comunidad Autónoma ha destinado 13.000 euros a la adquisición del dron, estando previsto, si funciona correctamente, adquirir el año próximo uno de ala fija, aún más preciso.
La proliferación de la pesca ilegal, denunciada a menudo por el sector pesquero de la región, ha llevado a la necesidad de incrementar la vigilancia en la costa con dispositivos como el nuevo dron, que disponen de reconocimiento facial, y permiten la colaboración con Policía Nacional, Policía Local y SEPRONA.
Durante el pasado año 2023 se llevaron a cabo 300 inspecciones que llevaron a 51 expedientes sancionadores, de los cuales el 92 por ciento eran de pesca por parte de personas no autorizadas y, en la mayoría de los casos, en la zona del canal del Estacio en La Manga.