BRUSELAS (EFE). Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) celebrarán una cumbre presencial el 17 y 18 de julio para intentar alcanzar un acuerdo sobre el plan de recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, aunque no se descarta que sea necesaria una segunda reunión para cerrarlo.
"El 17 y 18 de julio el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, convocará un Consejo Europeo extraordinario sobre el plan de recuperación y el marco financiero plurianual" para 2021-2027, anunció en Twitter el portavoz de Michel, Barend Leyts.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había adelantado la fecha del 17 de julio esta mañana durante una reunión con los presidentes de los grupos políticos en la Eurocámara y advertido de que, en función de cómo se desarrolle el encuentro, podría ser necesaria una cumbre adicional en julio, indicaron fuentes parlamentarias a Efe.
Los líderes comunitarios celebraron una primera reunión por videoconferencia para debatir sobre el plan el pasado viernes que, como estaba previsto, se saldó sin un pacto sobre la propuesta de la Comisión Europea, que pide crear un fondo de 750.000 millones de euros en ayudas financiado con deuda común y un presupuesto plurianual dotado con 1,1 billones de euros para relanzar la economía europea.
El objetivo compartido por la mayoría de Estados miembros es lograr un acuerdo político antes del parón veraniego, de modo que después pueda recibir el imprescindible visto bueno de la Eurocámara y ser ratificado en algunos parlamentos nacionales, y los fondos empiecen a llegar a los Estados a principios de 2021.
Para que esto sea posible, los países deberán solventar sus diferencias, que conciernen sobre todo al volumen del fondo, la proporción de ayudas en forma de subvenciones o préstamos, las condiciones de acceso y criterios de distribución, así como al presupuesto plurianual 2021-2027.
La cumbre extraordinaria comenzará a las 10.00 de la mañana hora local del 17 de julio y continuará el día 18 de julio en Bruselas.
Es la primera reunión física entre líderes desde febrero debido a las medidas de confinamiento por el coronavirus y se desconoce, por el momento, los detalles logísticos y si será posible la presencia física de medios de comunicación.
Un veto para utilizar subvenciones directas o vender deuda emitida por la CE sería un fuerte mensaje negativo para los mercados, según el economista