MURCIA. La “enfermedad cardiovascular” abarca diferentes patologías genéticas o adquiridas, y se utiliza de forma genérica para referirse a problemas y/o trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, es decir del aparato circulatorio.
Según datos de la OMS del año 2020, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo: 17,5 millones de fallecimientos al año en todo el planeta y aproximadamente el 30% de las muertes en España.
Por otra parte, y según el Instituto Nacional de Estadística, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de baja laboral, representando el 17%, por detrás del dolor lumbar y la depresión.
Su alta prevalencia en la población y su alto impacto sanitario y socioeconómico hacen que disminuir la enfermedad cardiovascular sea un objetivo prioritario para las administraciones y para centros sanitarios como los hospitales y clínicas Quirónsalud.
La Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular es una especialidad médica cuyo objetivo es la prevención, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema circulatorio periférico, formado por venas, arterias y vasos linfáticos, responsables de llevar oxígeno y nutrientes a todos los tejidos y “recoger la sangre una vez utilizada por los tejidos” para “depurarla” posteriormente.
Según define el Dr. Ricardo Arias, Especialista en Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Murcia, se trata de "una especialidad médico quirúrgica, con programa formativo propio vía MIR, totalmente diferenciada de otras especialidades, enfocada al diagnóstico, prevención y tratamiento, en todas sus facetas, tanto quirúrgicas como endovasculares (cateterismos) de la patología del aparato circulatorio, a excepción del territorio cardíaco, la aorta ascendente/ mitad proximal de cayado aórtico y el territorio intracraneal".
En ocasiones, estas patologías vasculares requieren una intervención quirúrgica inmediata, mientras que en otros casos se cronifican, siendo necesario un adecuado diagnóstico, un tratamiento y unos controles periódicos.
La Angiología y la Cirugía Vascular abarca el diagnóstico, profilaxis (prevención) y tratamiento médico-quirúrgico de las distintas enfermedades funcionales y orgánicas del aparato circulatorio, entre las que podemos destacar:
El diagnóstico de la patología vascular se basa en una rigurosa anamnesis (entrevista con el paciente para conocer posibles antecedentes del paciente, evolución en el tiempo y origen de la enfermedad), unida a una rigurosa exploración física.
En la mayoría de los casos, esto será suficiente para emitir un juicio clínico e indicar unas pautas de tratamiento.
Las pruebas de imagen, en principio, estarán encaminadas únicamente a establecer la estrategia quirúrgica tras una primera valoración clínica. La excepción a esta generalización son los aneurismas, las estenosis carotídeas, y en algunos casos la patología venosa, que precisan una prueba de imagen bien para llegar al diagnóstico, bien para llegar con más exactitud al mismo de cara a un posible tratamiento
A grandes rasgos, clasificamos la patología vascular en cuatro grandes bloques:
Son todas aquellas enfermedades que afectan a las venas.
La más habitual es la insuficiencia venosa superficial, conocida popularmente como "varices".
"Las varices son dilataciones de las venas superficiales, fundamentalmente de miembros de los inferiores, que impiden su correcto funcionamiento y que generan pesadez, dolor, lesiones cutáneas y en último caso ulceraciones en la piel de los miembros afectados", explica el Dr. Ricardo Arias.
Otra de las patologías venosas que se trata en este hospital es la insuficiencia venosa profunda.
"Al igual que en el caso de las venas superficiales", comenta el Dr. Arias, "el sistema venoso profundo puede alterar su funcionamiento por una dilatación del mismo, generándose pesadez, hinchazón y, en casos más evolucionados, lesiones y/o ulceraciones de la piel".
Las trombosis venosas profundas/superficiales (tromboflebitis), “son obstrucciones de las venas por coágulos formados en su interior. En el caso de que estas obstrucciones se produzcan en venas superficiales (tromboflebitis), aparecerá dolor intenso, enrojecimiento de la zona e hinchazón. Si el territorio afectado es el sistema venoso profundo(trombosis venosas profundas), el miembro puede hincharse en función de la localización del trombo. En caso de que el trombo se suelte de la zona donde se haya formado, puede llegar a impactar en los pulmones, produciendo un tromboembolismo pulmonar. Esta patología es muy severa y tiene riesgo vital para el paciente", añade el Dr. Ricardo Arias.
En todos los casos, el diagnóstico implica la "realización de una rigurosa anamnesis y exploración física especializada complementada por un estudio ecográfico".
Es decir, patologías que afectan a las arterias o “conductos” que sacan la sangre del corazón para distribuirla por todo el organismo. Las más habituales son las isquemias (tanto agudas como crónicas) y los aneurismas.
Una isquemia aguda es "la obstrucción súbita de una arteria por un coágulo que obstruye su luz", explica el Dr. Ricardo Arias.
El especialista en Angiología y Cirugía Vascular de Quirónsalud Murcia añade que, en función del paciente y de las consecuencias de la isquemia aguda, será necesario un tratamiento médico farmacológico o una cirugía de urgencia.
La isquemia crónica, es la obstrucción de las arterias que se provoca paulatinamente a lo largo del tiempo, de forma que el organismo puede tener cierto margen a compensar la falta de flujo por estas vías principales a través de colaterales.
En este caso, los pacientes pueden presentar molestias al andar, dolor en reposo o lesiones en el miembro afectado que, con el tiempo y si progresa la evolución de la enfermedad, pueden poner en riesgo la extremidad.
"El tratamiento oscilará entre la pauta conservadora y el tratamiento quirúrgico urgente. Y, al igual que en el caso de las isquemias agudas, la base del diagnóstico será la anamnesis clínica unida a la exploración del paciente. Estas se complementarán con pruebas de laboratorio vascular y estudios de imagen eco Doppler, angioTAC o arteriografías”, concluye en Dr. Arias.
Los aneurismas, son "dilataciones de las arterias que se pueden producir en distintos territorios del organismo".
Los aneurismas en los territorios cuyo tratamiento abarca la angiología y cirugía vascular se concentran fundamentalmente a nivel de la aorta abdominal infrarenal y a nivel poplíteo.
"En el primer caso, el peligro básico, una vez que el aneurisma sobrepasa un determinado tamaño, es la rotura del mismo, con el consiguiente riesgo vital para el paciente. En el caso de los aneurismas poplíteos, el principal riesgo es la obstrucción de la arteria, que implica la posibilidad de pérdida de la extremidad afectada por falta de riego".
La valoración sistemática, especializada y rigurosa de los pacientes con este tipo de patología, por parte de un especialista en Angiología y Cirugía Vascular, minimiza realización de pruebas y tratamientos innecesarios y aumenta exponencialmente las posibilidades de éxito a corto y largo plazo.
A grandes rasgos, el pie diabético es la presencia de lesiones en los pies de los pacientes diabéticos como consecuencia de la evolución de esta enfermedad.
Dejadas a su evolución y sin un correcto seguimiento o tratamiento, estas lesiones pueden conllevar amputaciones digitales e, incluso, la pérdida de la extremidad.
El Dr. Ricardo Arias explica que, en estos casos, "es especialmente importante una correcta valoración y estudio de cada caso individualmente, de cara a minimizar estas posibilidades, siendo imprescindible una valoración, por parte de un Especialista en Angiología y Cirugía Vascular, del estado circulatorio del pie junto a una indicación precisa del tipo de cura a realizar y su seguimieto".
Los accesos vasculares son dispositivos que permiten el acceso al sistema circulatorio de una forma continuada en el tiempo, minimizando las molestias y riesgos para el paciente.
Distinguimos entre:
Fístulas arteriovenosas para diálisis. Se trata de modificaciones quirúrgicas de la anatomía que unen una arteria con una vena con la finalidad de aumentar el flujo sanguíneo a nivel de la vena, con el objeto de acceder al sistema circulatorio con mayor facilidad, el mínimo riesgo y de la manera más indolora para realizar la diálisis. En este caso, lo fundamental es elegir la mejor localización para su colocación, sin invalidar la posibilidad futura de hacer nuevas fístulas.
Implantes permanentes de accesos vasculares para quimioterapia en procesos oncológicos o medicaciones intravenosas de larga evolución. En estos casos, es necesario tener acceso al sistema circulatorio de forma permanente para administrar a los pacientes su medicación cómodamente, disminuyendo las complicaciones que una administración intravascular puede tener a largo plazo y minimizando las lesiones que las medicaciones oncológicas pueden causar en las venas.
“El tratamiento de la patología del aparato circuculatorio periférico, precisa de una atención especializada por parte de un Especialista en Angiologiología y Cirugía Vascular, especialista formado específicamente en el tratamiento de estas enfermedades y dedicado exclusivamente a su prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Valoraciones y tratamientos no especializados disminuyen notablemente las posibilidades de éxito en el tratamiento y la resolución de los problemas del aparato circulatorio periférico. Es vital una valoración previa especializada, basada en una rigurosa anamnesis y una exploración física especializada, lo cual unido un conocimiento exahustivo de la patología angiológica, aumentará drásticamente las posibilidades de éxito a corto y largo plazo, minimizando los posibles trastornos y complicaciones para el paciente” como indica el Dr. Ricardo Arias.