Manuel Torres en el barrio de Santa Lucía, lugar que lo vio crecer como persona y políticoCARTAGENA. El tablero político de Cartagena comienza con una nueva partida. Algunos personajes desaparecerán de esta foto fija y otros regresan, tras permanecer un tiempo purgando las decisiones de sus antecesores. Este es el caso de Manuel Torres, candidato del PSOE a la Alcaldía. Torres contra reinas, las que han regido los intereses de Cartagena durante los últimos seis años, que ahora se tropiezan con un nuevo jugador en la partida.
Elegido secretario general de su partido en el momento de mayor incertidumbre, tras una crisis institucional galopante originada por Ana Belén Castejón y su pacto tripartito, Torres ha caminado durante tres años alejado del Palacio Consistorial, de la disputa plenaria, pero también del ruido, la bronca y la imagen que de ella se desprende. Llega a la carrera definitiva por el bastón de mando limpio de polvo y paja, sin rencillas ni reproches personales que tanto gustan en la política municipal, pero también sin la visibilidad, tan necesaria a día de hoy, para que la gente sepa quién eres y por dónde camina tu discurso.
Pero nada se puede cambiar del pasado y Manuel Torres prefiere extraer la parte positiva de ese 'limbo' en el que le ha tocado vivir este tiempo, para lanzarse al ruedo, que conoce bien de épocas pretéritas, avalado por un partido centenario que vivió épocas gloriosas en otro momento y otras circunstancias bien diferentes.
Torres es un político de cuna, de los que nació con el 'gen' socialista que le inculcaron en casa -su padre fue concejal desde 2003 a 2011-, y que se agudizó en su barrio: Santa Lucía. Se recuerda a sí mismo pegando carteles para las campañas electorales con tan solo doce años, antes incluso de poder estar afiliado. Dice que le quedó en la retina de su memoria política, el día en el que Felipe González cedía la presidencia a manos de Aznar y a los antiguos correligionarios socialistas de su vecindad lloraban sin consuelo. No ha perdido ese vínculo, ligado en todo momento a movimientos sociales y vecinales en Santa Lucía, Lo Campano y Los Mateos. "No voy a perder nunca la perspectiva de la calle, porque me he criado aquí y creo en la reivindicación vecinal", afirma.
Fue coordinador general de las Juventudes Socialistas, secretario general de Juventudes, también de su Agrupación; miembro en el Comité Regional y también forma parte del Comité Federal y la Ejecutiva Regional (con Pedro Saura y Rafael González).
Se define, por tanto, como "un político que nació en la calle" y de ahí que "personalizo mucho los problemas de la gente. Eso me lo ha enseñado el pertenecer a movimientos vecinales y sociales de la ciudad, sobre todo de las zonas donde menos inversión se ha hecho. Soy un político que ve la realidad de otra manera".
No estaba en estas que ahora tiene ante sí, pero 18.900 votos en las elecciones de 2019 y seis concejales era un gran dato para el PSOE y una perfecta expectativa de futuro. "Coartaron la voz de más de 18.900 cartageneros que en 2019 apostaron por el PSOE en las Municipales y eso no es fácil", masculla Torres, pues lo que vino después fue un fundido a negro. "Jugamos con desventaja", señala el candidato socialista, pero "gracias a esta estructura y que somos un partido fuerte y bien implantado en todo el Municipio, no hay barrio ni calle de Cartagena donde no haya un socialista que no quiera luchar por el progresismo" apostilla. Cree firmemente en sus expectativas y asegura que "salimos a ganar siempre. El PSOE es un partido centenario, estamos gobernando en España y no nos queda otra que salir a vencer".
¿Afectará o no a su electorado la llegada de Sí Cartagena con Ana Belén Castejón a la cabeza? "Sería banal hablar de estas cosas. Hablamos de nosotros. Estamos en lo nuestro y no creo que nos afecte mucho, realmente. La única alternativa progresista somos nosotros", responde.
Cada vez que los periodistas le preguntamos por esta larga ausencia socialista, añade que hay una parte positiva: "Nos ha ayudado a pisar la calle. Los partidos, cuando llegan a ese Palacio Consistorial modernista tan bonito, pierden la perspectiva. De eso hemos aprendido; estar todos los días escuchando las reivindicaciones vecinales y mirar a la calle, nos ha beneficiado".
Considera "vergonzoso" lo que ocurre en algunos Plenos municipales. "Es un circo que desvirtúa la representatividad vecinal. Se habla poco de los problemas de la gente y mucho de los suyos. Ganará el espectáculo, pero los ciudadanos no pueden sacar nada bueno" se explica el socialista, porque, además, se aprueban propuestas "que no se llevan a cabo", añade.
El ser humano es capaz de tropezar una y otra vez en el mismo escalón, ¿le pasará a Torres cuando llegue a ese Palacio del que habla? "Hemos aprendido mucho" y para gobernar "hay que escuchar, pero sobre todo de responder. No podemos engañar a nuestros ciudadanos. El trabajo fundamental de un político es solucionar los problemas reales de la gente. Estamos más pendientes de las encuestas que de lo necesario", argumenta. Y es que las redes sociales, afirma, tienen mucha culpa de que las campañas electorales no se acaben nunca "los que nos gobiernan son capaces de vendernos la misma cosa hasta seis veces. Hay que resolver y gobernar. Siempre gobiernan para los mismos, hay que democratizar la ciudad y crear una política justa".
¿Qué le pide, por tanto, la gente por la calle? "Pues una Cartagena más limpia. La ciudadanía está preocupada porque gestionemos los problemas y no de quién está detrás de uno u otro contrato", dice, a la vez que subraya que una de las grandes carencias de este Ayuntamiento es el del mantenimiento de la vía pública: limpieza de las calles, mantenimiento de las aceras, de los parques, jardines. "Hay que buscar fórmulas para atacar los problemas de raíz y de forma rápida".
En nuestra conversación le escuchamos la palabra "transformación", curiosamente la misma que ha usado Noelia Arroyo en otras oportunidades. "Noelia Arroyo ha tenido cuatro años para demostrarlo y no lo ha hecho", asegura categórico. "No ha sentado ni una base. Nuestro proyecto se basa en la Cartagena de los 15 minutos, apostamos por la movilidad real, por una ciudad sostenible, una playa urbana en Santa Lucía, un bosque urbano que cambie las zonas contaminadas por árboles y no por ladrillos", indica Torres, quien añade que Cartagena goza de esos recursos, pero "falta un Gobierno que lo ejecute desde una visión de progreso" y por esto apuesta por lo que llama "una ciudad democrática y que no todo se focalice todo en el centro. La Plaza Molina, emblemática en Santa Lucía, tiene los mismos derechos que esté en igualdad de condiciones que la de los vecinos que viven en el entorno de Juan XXIII".
Aporta otro dato importante, que, a veces, pasa de puntillas "no podemos tener una ciudad en la que haya diputaciones donde se piensa en el segregacionismo. A los barrios y diputaciones nos tienen olvidados los tres alcaldes que hay allí: el populista (Pepe López), la popular (Noelia Arroyo) y la que está allí, que no sabemos muy bien qué es (en referencia a Ana Belén Castejón)", subraya.
Le oímos en varias ocasiones de la entrevista la "democratización de la ciudad": ¿no lo está? "No", responde. "Hay que hacer las cosas con justicia. No podemos tener ciudadanos de tercera y de quinta", expone. "Nuestra campaña se basa en cercanía y cercanía, pisar mucho suelo. Es lo que la gente nos demanda. No vamos a entrar en esa política del voto. Buscamos la voz del ciudadano y un proyecto de futuro, que ahora mismo no lo hay". Afirma que el cortoplacismo hay que atajarlo. "Las oportunidades se nos pierden y vemos cómo los fondos europeos se han quedado para apagar los fuegos".
En su apuesta de ciudad habla de sostenibilidad y ecologismo. "Apostamos por la 'Ciudad de los 15 minutos', en la que cualquier ciudadano pueda acceder a todos los servicios en muy poco tiempo. Que haga barrio y ayude a fomentar al pequeño comercio en los barrios y las diputaciones", indica Torres.
Por otro lado, afirma que la descontaminación de terrenos "sigue siendo una asignatura pendiente" y cuando se refiere a la recuperación del Mar Menor añade que "el Ayuntamiento de Cartagena ha dejado a su suerte a las poblaciones costeras. Estamos perdiendo la gran oportunidad de transformación que necesita el municipio gracias a los fondos europeos". Explica que los gobernantes deben comprender que el problema del Mar Menor "no solo está dentro del agua, también está en sus comercios, sus negocios, en el transporte público. Cartagena no exige a la Comunidad Autónoma, pero tampoco cumple con sus obligaciones, como son el mantenimiento y transformación de estas zonas como Los Urrutias, Los Nietos, Mar de Cristal, Estrella del Mar, Playa Honda…. En estos sitios, ni siquiera el transporte público llega".
Da la sensación, al menos así lo percibimos en la calle, que estas próximas elecciones pueden ser un duelo de dos aspirantes, Noelia Arroyo y Pepe López, pero ¿cómo lo percibe Torres?. "No nos quedamos con el dato de si tendremos más o menos concejales. Hablar de eso, a tres meses vista, es complicado. La política es muy cambiante y es lo que menos me importa. Hasta que el árbitro no pite, aquí hay partido", afirma
Por otro lado, afirma que se siente incompatible "con aquellos que llevan gobernando esta Región de manera centralista y con algún que otro escándalo de corrupción, pero también con quien solo hace de esto una guerra personal hacia otro municipio".
"A Cartagena", prosigue, "nunca le ha ido bien mirándose hacia adentro". Algunos partidos "siguen mirándose al ombligo y sin levantar ni un poco la cabeza. Si lo hicieran, verían que hay más mundo. Cuando se ha hecho así, no nos ha ido bien. Hay que abrirse a la Comarca, a la Región, a España y a Europa. Los fondos que llegan son europeos y para eso hay que tener un proyecto a largo plazo. Los políticos que nos representan en ese pleno, no lo tienen".
Huye, por tanto, del discurso populista "queremos transformar el municipio con un discurso progresista", responde. "No vamos a vender a la gente lo que quiere oír. Creemos en el progreso y somos la única alternativa de izquierda y progresista de este Municipio: no hay otra. El populismo es de mucho llorar y de poco actuar y lo que necesitamos es mirar a los problemas de frente".
Al preguntarle por los pactos, Manuel Torres, hace un dribling, a pesar de que López ya anunció semanas atrás que con el PSOE no quiere nada. "Harto trabajo tiene al que solo le preocupa con quién gobernaría o no. Lo único que tengo claro es que salimos a ganar. Estamos para solucionar los problemas y no para crearlos".
Concluye el candidato socialista, explicando que la instalación del CATE -Centro de Atención Temprana al Extranjero- lo han valorado los políticos locales "desde una perspectiva xenófoba y racista. Lleva abierto seis meses y que yo sepa el apocalipsis zombie no ha llegado todavía". Añade, por otro lado, que las presuntas irregularidades detectadas por los expresidentes del Puerto, en poco han cambiado el trabajo en los muelles "no hace falta tener a un presidente, porque los barcos siguen llegando y la mercancía, descargándose. ¿Qué hemos ganado?, pues que los proyectos de levantar el mármol blanco para poner otro mármol blanco se ha eliminado", pero, sí que añade que cuando estén gobernando, si llega el momento, propondrán a la APC "cambiar el proyecto de Plaza Mayor" para que las obras también lleguen a otros espacios que lo necesitan más: "a toda la fachada marítima, pasando por la playa urbana en el muelle de contenedores".
"La ciudad sigue en un estado de parálisis total" concluye. "No existe proyecto de ciudad ni a medio ni largo plazo", enfatiza. "Se han dedicado en esta legislatura a hacerse muchas fotos y a presentar los proyectos una y otra vez, pero sin atajar los problemas del municipio. No sabemos hacia dónde vamos".
