HECHO A MANO / OPINIÓN

Tengo una camiseta de los Stones

12/06/2020 - 

¡Bienvenido!Si ha pinchado este enlace es porque sospecho que usted también tiene una camiseta de los Stones, Los Ramones, Stars Wars… El otro día vi al colaborador de un programa  con una camiseta de los Stones y una americana. Ya no cumplía los cuarenta y fue ahí cuando me di cuenta que teníamos en común algo más que la camiseta: una dismorfia sobre nuestra edad.

No sé ustedes pero en cuanto me descuido ahí me tienen, en un probador de la planta joven de El Corte Inglés y no me doy cuenta que me he equivocado de planta hasta que al intentar subirme la cremallera recuerdo que la última vez que me cerré una 38 fue el día de mi Primera Comunión. Entonces con la cabeza gacha cojo mi bolsito falso del bueno y me bajo a la de señora que ahí me cierra todo, hasta la boca.

Somos inconfundibles, los chicos camiseta musical descolorida con solera de años y otras cosas, Levis 501 y Converse en los pies marcando estatus, que se note. Nosotras queriendo emular a Campanilla con cualquier cosita que lleve alas: camisetas, pendientes... Bueno yo cualquier cosita con alas menos las compresas que no las soporto, pero este escabroso tema lo dejamos que da para artículo propio. Añadimos al outfit pantalones pitillo y ahora es cuando nos destapamos, tacones y perfume que esto es lo que marca nuestro estatus, cuanto más denso más estatus. Ninguna veinteañera huele a nada y a ellas la altura se la proporcionan los dos ladrillos que se han plantado con mortero en los zapatos, más listas que nosotras que llevamos la broca del taladro mirando hacia arriba, así que a los juanetes ya les llamamos de tú y los hemos inscrito en el libro de familia.

Con los años también he percibido como crecía mi ceguera auditiva. ¿Cómo? Dirá usted. Soy miope y llegué a la conclusión hace años que si no veo no oigo, vamos que si me quito las gafas no entiendo ni papa. No piense que estoy loca, veo a muchos de ustedes que tampoco superan la prueba de la mascarilla, así que no iba tan desencaminada con mi teoría. Y relacionado con esto, otra pista infalible de que soplamos cuatro decenas es el volumen al que llevamos el celular. Los jóvenes de hoy, los que no huelen a nada, llevan siempre el móvil en silencio, párese a pensarlo ¿cuántas veces ha oído sonar el teléfono de un imberbe?  No sólo eso, además aplicamos diferentes melodías para cada miembro de nuestra familia y cuando suena en una reunión de trabajo Campanera aún intentas justificarte diciendo: - Perdón era mi marido que como se ha quedado en teletrabajo por el coronavirus no sabe que leche darle a los niños. Ni la que le voy a dar yo cuando llegue a casa.

También puede notarlo usted cuando sale de fiesta con los amigos y se pone a beber como los vikingos, al igual que Jesucristo, no resucita hasta el tercer día, o cuando se propone hacer una faena de Manolete con dos orejas y rabo y sale con el rabo entre las piernas porque no pudo llegar a matar al segundo de la noche.

Si usted tiene una camiseta de los Stones entonces al igual que yo no acepta su edad. Pero esto no es malo, al menos para mí. Sacar a pasear de vez en cuando al Peter Pan que llevamos dentro es sano para nosotros y para nuestro entorno. Volver a sobrevolar ese mundo donde sólo existían las aventuras y la diversión nos ayuda a evadirnos de las preocupaciones, hipotecas, trabajo. Nos da ese balón de oxígeno que nos lleva a superar otra semana con éxito. Querido lector no lo dude, cada vez que pueda enfúndese su camiseta favorita y sus zapas de moda, eso sí con alas para poder volar hasta el País de Nunca Jamás.

Gracias por su lectura.

Trinidad Guía Sánchez es Licenciada en Ciencias Económicas, Máster en Dirección y Administración de Empresas y Experta en Ventas.

@GuiaTrinidad Linkedin: Trinidad Guía