Históricamente, la radio ha servido como altavoz para las opiniones más plurales, y fue un canal indispensable para colectivos pequeños, movimientos alternativos y voces diferenciadas que, desde las emisoras, intentaron evadir cualquier tipo de censura. La libertad de la radio actual ha permitido que el colectivo LGTBI tenga un amplificador de onda para programas y podcast que visibilizan aquello que la heteronorma intenta esconder o reprimir. Ante la proliferación de la radio-fórmula, algunos referentes queer llevan tiempo abriendo sus micros a la lucha por la diversidad