MADRID. La economía alemana se contrajo un 0,3% en el cuarto trimestre del pasado año. Una de las razones de este comportamiento fue los tipos de interés elevados. La inversión en construcción, especialmente sensible a los tipos de interés y en declive desde principios de 2022, volvió a caer un 1,7%. Por su parte, la inversión en bienes de equipo cayó aún más bruscamente, un 3,5%. Es probable que una de las razones haya sido la expiración de las subvenciones a los vehículos eléctricos en el cuarto trimestre de 2023.
Pero aún queda esperanza. El mercado laboral continúa sólido. El empleo aumentó de forma ligera en el cuarto trimestre e incluso medio punto porcentual, comparado con el año anterior. También el consumo privado volvió por fin a aumentar, aunque ligeramente -sólo un 0,2%.
La ralentización de la inflación también se hizo notar: en comparación con el trimestre anterior, el deflactor del consumo privado cayó por primera vez desde 2020, concretamente un 0,2%. El consumo privado debería ser también el principal motor de la débil recuperación que esperamos para este año.
Martin Moryson es economista jefe para Europa en DWS
Esta ciudad alemana ha sido moldeada por el compositor Richard Wagner y los margraves Federico y Guillermina, quienes quisieron darle ese aire de Versalles que tiene Bayreuth