una región en marcha / OPINIÓN

Sin ganadería ni agricultura ¿qué comeremos?

29/01/2022 - 

MURCIA. La población de las ciudades españolas ha experimentado un continuo crecimiento en detrimento del ámbito rural. Las cada vez mayores deficiencias en el ámbito sanitario, educativo, financiero, telefonía…, junto al descenso del nivel de renta, han propiciado que muchas familias emigren a las ciudades en busca de un mejor trabajo y condiciones de vida.

¿Cómo pensar en formar o mantener una familia sin colegios, con una asistencia sanitaria a distancia, malas comunicaciones y teniendo que desplazarse para adquirir los productos más básicos o que los costes de producción superen a los precios de venta?

Al mismo tiempo la agricultura y la ganadería, principales factores de arraigo rural, son continuamente atacadas y demonizadas por los conservacionistas mas extremistas. Los constantes y sucesivos cambios en las normativas encarecen la producción, la dificultad en el acceso al agua disminuye la productividad o la elevada carga impositiva que soportan los agricultores, en su mayoría autónomos, no invitan precisamente a contemplar la vida en el campo.

"Se paga más por una bolsa de plástico de la compra que por un kilo de limones o naranjas"

En el ultimo año los costes de los combustibles, abonos y maquinaria se han disparado hasta suponer casi el 62% de la producción final agraria. Encender la luz cuesta dos veces más, piensos y semillas han subido un 25%, los plásticos y fertilizantes más del 45%, el agua, cuando se consigue, un 33%. Mientras, la excesiva burocratización y la competencia desleal de los productos importados de países con menores garantías sanitarias y laborales, propician la caída de precios en origen. Se paga más por una bolsa de plástico de la compra que por un kilo de limones o naranjas.

¿Qué joven va a contemplar el sector primario como posibilidad de empleo si no puede asegurar una renta suficiente? ¿Cómo puede subsistir el sector agro ante las continuas incertidumbres en los costes de producción, falta de los recursos básicos como el agua o los precios de venta?

El medio rural se muere poco a poco y quizás quienes más lo sufren son los jóvenes y especialmente las mujeres, ya que sus alternativas de empleo son más limitadas. Más del 51% de las mujeres que viven en los pueblos están paradas. Es urgente acometer medidas de protección a la agricultura y ganadería como generadora de empleo y retención de población.

El sector agropecuario español necesita de una atención preferente para que el campo recupere su capacidad atractiva para los más jóvenes y asegure el suministro de alimentos a la población. Establecer programas de fomento de los explotaciones familiares con apoyo especifico para jóvenes y mujeres, controlar las importaciones para evitar la competencia desleal o establecer tarifas eléctricas adaptadas al mundo rural, son aspectos que podrían ayudar a conseguir el objetivo.

El regadío puede suponer una oportunidad para retener población en el campo y España tiene agua suficiente para ello. Es posible aprovechar el agua de nuestros ríos, similar a la que se realiza en la cuenca del Segura, para  consolidar y ampliar el regadío hasta los 9 millones de hectáreas, creando empleo, reteniendo población y absorbiendo casi la totalidad del CO2 emitido por nuestra nación para mitigar los efectos del clima.

Los elevados costes de producción agrícolas y ganaderos deben compensarse con precios justos, como prevé la Ley de la cadena Alimentaria, para conseguir fortalecer el sector agropecuario y convertirlo en una fuente de riqueza y trabajo. ¿Podríamos vivir sin el esforzado trabajo de agricultores y ganaderos? ¿qué podríamos comer? O como en una de las recientes manifestaciones se decía: ¿Sin ganadería ni agricultura comeremos basura?

Miguel Ángel Cámara Botía

Catedrático de Química Agrícola

Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica

Universidad de Murcia

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