MURCIA. Asunción lleva comprando en el Mercado de Vistabella desde hace más de 40 años, desde su creación prácticamente. "Los vendedores me tratan como si fuera una más de la familia, después de tantos años para mi es algo más que un sitio donde vengo a comprar", cuenta Asunción, que mientras espera su turno en la carnicería charla con el tendero y los demás clientes.
Al igual que Asunción, son muchos los que eligen los mercados como el de Vistabella por su cercanía y familiaridad. "Hay días que no he podido comprar algún producto que estaba más caro de lo habitual pero me han dejado llevármelo y pagarlo a principios de mes. Es una confianza que no tienes con cualquiera o en un supermercado normal", asegura otra clienta asidua del mercado.
Pero la cercanía no es el único motivo por el que los clientes siguen eligiendo este mercado antiguo, la calidad de los productos también los diferencia de los grandes almacenes. "Aquí tienes la seguridad de que los productos que compras son frescos, y siempre que puedan te van a aconsejar para que te lleves lo que mejor está ese día. Puedes tener la seguridad de que no te van a ofrecer nada malo y eso se agradece", detalla Asunción.
Muchos son los que conocen este mercado por ir a tomar el aperitivo los fines de semana o los días festivos. "Durante la mañana de Nochebuena, por ejemplo, solemos estar a reventar. Muchos jóvenes vienen a tomar algo y ya continuan luego por el centro; se ha convertido en una alternativa ante la saturación de otros lugares. Lo asocian más con un restaurante de 'barra' y van pidiendo platos y los sacan a las mesas de fuera, es algo que atrae a mucha gente, pero también nos gustaría que lo asociaran a un mercado donde obtener los productos para hacerlos en su casa", cuenta una de las tenderas de la charcutería.
Ese es, quizás, el reto más importante al que se enfrenta el Mercado de Vistabella y el resto de plazas de abastos de la ciudad: rejuvenecer sus instalaciones y llegar a un público más joven entre semana. Sin embargo, tanto esta plaza como el resto llevan años pidiendo que se "las cuide" como merecen, no solo renovando las instalaciones sino dándolas a conocer a los más jóvenes. "El problema es que la mayor parte de nuestros clientes son mayores, y muchos no podrán venir tan a menudo a comprar. Pero no le están pasando esta costumbre a la generación de sus nietos, e incluso tampoco a sus hijos, porque ellos están acostumbrados a ir al supermercado cuando lo necesitan y además, creen que las plaza es algo de antiguamente", explica Juan, dueño de una de las pescaderías.
Para combatir esto, tanto comerciantes como vecinos creen que debería fomentarse la publicidad del mercado y fomentar las actividades relacionadas con él. "Hace unos años creamos la página web y el servicio a domicilio gratuito, pero al final si no publicitas algo, es difícil que la gente lo conozca por arte de magia. Necesitamos que haya un altavoz que cuente todas estas cosas", añade Juan.