MADRID. Comprensiblemente, los activos considerados de riesgo en todo el mundo se recuperaron. Las acciones, las materias primas y el crédito también subieron, ayudados por los entornos de política fiscal y monetaria extremadamente estimulantes. La mayoría de las divisas siguieron su ejemplo, y las de los mercados emergentes mostraron un excelente comportamiento, al contrario que los activos refugio. De manera algo sorprendente, el dólar cayó frente a la mayoría de sus pares.
Mientras los bancos centrales de los países desarrollados se preparan para reducir el enorme estímulo monetario que está alimentando la inflación, persisten grandes incertidumbres sobre el momento y el alcance. La Reserva Federal (miércoles), el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra (jueves) se reúnen esta semana. Se espera que la Fed se muestre agresiva y el BCE moderado (nadie tiene certeza sobre el Banco de Inglaterra). La interacción entre las decisiones de estas tres instituciones, sus comunicaciones y las expectativas del mercado en lo que a ellas se refiere deberían ser clave en lo que se perfila como una semana decisiva para los mercados de divisas.
Los sólidos datos de la producción industrial de Alemania publicados la semana pasada pudieron ayudar al euro a estabilizarse frente al dólar estadounidense, pero los traders siguen pendientes de la reunión del BCE de este jueves.
El mercado espera que el banco central se muestre muy moderado y que exprese su voluntad de seguir comprando bonos hasta bien entrado 2022, incluso cuando otros bancos centrales, en particular la Fed, reduzcan sus compras mucho más rápido. Sin embargo, hay cierta esperanza para el euro. Cualquier decepción en cuanto a estas expectativas, ya sea a través de un tapering más contundente o un mayor desacuerdo del ala más agresiva dentro del BCE podría conducir a un fuerte repunte en el cierre de posiciones cortas.
La inflación registró otro récord histórico en noviembre, aumentando al 6,8% y al 4,9% tras eliminar los componentes de energía y alimentos, marcando nuevos récords de varias décadas. Sin embargo, el mercado ya estaba preparado para estas cifras y las divisas no fluctuaron mucho tras su publicación.
Se espera un giro agresivo por parte de la Fed este miércoles, y el mercado prevé el fin de las compras de bonos para marzo y una primera subida antes del verano. El gráfico de puntos (dot plot), en el que los miembros de la Fed registran sus expectativas sobre las subidas de tipos, será otro elemento clave de la reunión. Los mercados ya están valorando tres subidas en 2022. Si la media de los miembros de la Fed se sitúa por encima o por debajo de dichas expectativas, probablemente tenga un impacto significativo en el dólar.
Con pocas noticias económicas de importancia durante la semana pasada, los traders se conformaron con comerciar con la libra en un rango muy estrecho frente al euro y al dólar estadounidense, a la espera de las reuniones de los bancos centrales de esta semana.
Las noticias sobre la variante ómicron probablemente descarten cualquier movimiento en las políticas monetarias esta semana, pero esperamos que tanto la votación como las comunicaciones del banco dejen la puerta abierta a una subida en los tipos de interés en la próxima reunión si se confirma que esta variante no es tan peligrosa.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury