Surgida del universo literario de la escritora y dramaturga británica Agatha Christie, el personaje de Jessica Fletcher llegó a la televisión para conquistarla con sus personales técnicas de investigación y deducción
VALENCIA. Angela Lansbury tenía cincuenta y ocho años cuando aceptó interpretar a Jessica Fletcher, la escritora de novelas de misterio que, en lugar de vivir el éxito plácidamente, se dedica a investigar crímenes cometidos en la vida real. El estreno de Se ha escrito un crimen fue todo un acontecimiento para la cadena CBS, que mantuvo la serie en antena durante doce temporadas. Gracias a ese triunfo, la figura de la mujer madura fue contemplada de otra manera por los productores de televisión. Las chicas de oro perpetuaron, no mucho después, ese triunfo contra el edadismo. Porque Se ha escrito un crimen apareció en pantalla para competir con series protagonizadas por policías e investigadores, hombres jóvenes y sexis todos ellos, y ganó la apuesta limpiamente, imponiendo la presencia de una actriz madura que triunfaba en la pequeña pantalla sin tener que hacer de ama de llaves o de abuela de algún crío repelente. El éxito de la serie también tenía que ver con la manera de trabajar de Fletcher, una mujer guiada por la intuición, reflexiva y paciente. Un personaje femenino en un campo dominado por la práctica masculina.
Cuando le ofrecieron el papel, Lansbury, una actriz curtida en el teatro, ya había interpretado algunas adaptaciones cinematográficas de obras de Agatha Christie. Muerte en el Nilo se había dado un batacazo en la taquilla y las tres siguientes películas previstas sobre novelas de Christie fueron suspendidas. Así que Lansbury aceptó encantada el papel de Fletcher, una profesora de inglés retirada e instalada en Cabot Cove, una ciudad ficticia situada en Maine. Para sobrellevar su viudedad, Fletcher combina su actividad como escritora con la investigación de asesinatos que tienen lugar en los alrededores de su ciudad. Y, como la serie se prolongó durante doce temporadas, llegó un momento en el que la tasa de criminalidad de Cabot Cove superaba a la de cualquier otra urbe del globo, incluida Honduras, que entonces se llevaba la palma en estas cuestiones. Por eso, la acción se trasladó a otros escenarios. Por ejemplo, hubo un capítulo en el que Fletcher viajaba a Hawái para resolver un caso con Magnum, el detective interpretado por Tom Selleck en la serie homónima, creación también de CBS. Y, a partir de la octava temporada, la investigadora se establecía en Nueva York para dar clases de criminología entre semana, lo cual le permitía ampliar su campo de acción, ya que el índice de asesinatos en dicha ciudad no era moco de pavo.
Ese tipo de giros se debían a Lansbury, que siempre mantuvo una actitud combativa con las normas y decisiones que imponían los productores. Nunca se llevó bien con Peter S. Fischer, uno de los creadores de la serie. La tensión fue tal que Se ha escrito un crimen estuvo a punto de terminar en la quinta temporada. De hecho, el último capítulo, que finalizaba con Fletcher terminando la novela en la que trabajaba y guiñándole un ojo a los espectadores, tuvo que ser cambiado. Lansbury había batallado para que las exigencias de los rodajes fueran más acordes con sus sesenta y tres años. Al final, los guionistas dieron más protagonismo a personajes como el sheriff Amos Tupper (Tom Bosley) o el doctor Seth Hazlitt (William Windom). La actriz pasó a ser también productora ejecutiva, lo cual le proporcionó más control sobre la serie. El cambio de escenario en Nueva York fue cosa de ella, lo cual le permitió actualizar su vestuario e interactuar con personajes más jóvenes. También pudo contar en el reparto con compañeros de su etapa en el teatro, como Len Cariou.
Originalmente, la serie fue escrita para la actriz Jean Stapleton, que rechazó el trabajo aduciendo que no quería más compromisos laborales, algo que había estado experimentando hasta hacía poco como protagonista de la serie Todo en familia. La siguiente opción fue Doris Day, que vivía retirada y entregada a sus obras de caridad. Day aceptó el papel, pero sus exigencias fueron tan descabelladas —como que uno de sus hijos ejerciera de productor— que no hubo acuerdo. Finalmente, se lo ofrecieron a Lansbury. Se ha escrito un crimen estuvo en el top 15 de los índices Nielsen durante once temporadas. Tras la bajada de audiencia, la serie perdió su día y hora de emisión estelares, perdiendo también fieles. La serie terminó en 1996; tuvo tres tv movies, pero cuando años después llegó el momento de revivirla, Lansbury se negó a hacer un reboot aludiendo que Fletcher ya era demasiado vieja para seguir resolviendo asesinatos. Jessica Fletcher cuenta con varias novelas de crímenes publicadas; en la portada de todas ellas aparece la cara de la actriz que dio vida al personaje. Lansbury falleció el 11 de octubre de 2022. Gracias a ella, el personaje de Jessica Fletcher pasó a la historia de la ficción criminal y es casi tan popular como Sherlock Holmes.
Una de sus series competidoras, Friends, era aludida en el capítulo titulado Murder among friends (Asesinato entre amigos), en el que Fletcher resolvía el caso de un productor de televisión asesinado, después de haber tratado de despedir al actor de una serie llamada Buds (Colegas).
Duración: Doce temporadas.
Estreno: En España se estrenó el 9 de noviembre de 1986.
Premios: Ganó varios Globo de Oro, entre ellos a la mejor actriz. También obtuvo varios Emmy, pero Lansbury, nominada durante doce años en la categoría de mejor actriz dramática, nunca se llevó el premio.
El título: Murder She Wrote, el título original, proviene de la adaptación cinematográfica de la novela de Agatha Christie El tren de las 4:50, protagonizada por Miss Marple.
¿Cómo verla?: En Prime Video o en DVD/Blu-Ray.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 105 (julio 2023) de la revista Plaza