MURCIA. Hablamos del edema en miembros inferiores. Se trata, por muchas causas que ahora veremos, de una salida de liquido del espacio vascular al intersticio. Como viene siendo habitual, precisamos de nuestro esquema para comprender.
Bajo la piel, bajo la mucosa, y bajo el epitelio de revestimiento de cualquier órgano, existe un espacio más virtual que real en el cual podemos encontrar células y compartimentos llenos de fluido (ver el esquema), sostenidos por una red de proteínas flexibles. Sería otra forma más de demostrar que en un ser vivo todo su organismo está interconectado, en este caso a través de esas pequeñísimas "bolsas de fluido". Es una idea bastante simple pero que nos sirve para intuir y entender el concepto "intersticio"
La sangre, el plasma, se mantiene dentro de los vasos gracias al poder osmótico de moléculas como las proteínas. Estas ejercen una "Presión Oncótica" y digamos que es como si atrajeran hacia sí al plasma para que no se "escape del vaso/ capilar sanguíneo". Por supuesto, la integridad de la pared vascular es primordial para mantener esa relativa "estanqueidad".
Y digo relativa porque los vasos-capilares sanguíneos no son "tubos" sin más por donde circula sangre.
Existe un trasiego de nutrientes, metabolitos, liquido, fármacos, tóxicos de dentro afuera y viceversa.
Cuando hay un aumento de presión intravascular originada por la causa que sea, o una pérdida considerable de proteínas con la consecuente caída osmótica, se producirá un trasudado de líquido del vaso hacia el intersticio, produciendo así el edema. Clínicamente, el edema se hará visible porque en los pies se pierde la impronta de tendones, las formas se redondean y al apretar con el dedo se queda la marca. La fóvea.
Aumenta el diámetro y si la causa persiste el edema puede ascender por la pierna hasta la raíz del muslo.
La causa más frecuente y común es la insuficiencia venosa. Bastante más frecuente en mujeres. Y lo favorece el sedentarismo, el sobrepeso y el embarazo (por dilución de proteínas y por compresión de venas intrapélvicas).
La sangre arterial no tiene problema para llegar a los pies, pues además la propia gravedad lo favorece. Y la presión arterial, claro.
Pero la sangre venosa tiene que retornar en contra de la gravedad. Para ello cuenta con la capa muscular (mucho más fina que en arterias), con el 'masaje' que realizan los músculos de la extremidad y finalmente gracias a unas válvulas que impiden que la sangre vuelva a 'caer'. De este modo la sangre venosa originada en la 'almohadilla' plantar se dirige hacia pantorrillas y muslos, a venas intrapélvicas, intraabdominales; y finalmente en la vena cava que desemboca en la aurícula derecha.
Las mujeres, que genéticamente tienen predisposición a la insuficiencia venosa, con el paso de los años, el sobrepeso, el sedentarismo sobreañadidos, van a ver cómo se levantan con los pies 'normales' , y a medida que el día avanza se van hinchando. Si además por cuestiones laborales tienen que pasar muchas horas en pie, mayor es el problema.
En este esquema vemos cómo la lesión o desestructuración de las válvulas venosas hace que la sangre "vuelva a caer". Este fenómeno es doloroso, y si persiste acabará dilatando la vena (variz) y producirá otros problemas como tromboflebitis y otros mayores que trataremos en otro episodio.
-Enfermedades cardíacas. La insuficiencia cardíaca crónica.
-Enfermedades renales. Retienen líquido.
-Enfermedades pulmonares: si el pulmón pierde su elasticidad habitual, su 'blandura' ,el ventrículo derecho tendrá que aumentar la presión de perfusión para 'mandar' la sangre a los pulmones. Como consecuencia, aumentará la resistencia en la 'cámara' previa. Es decir. En aurícula derecha. La resulta será que la sangre venosa que viene de la vena cava que ya de por sí viene 'contra gravedad' se encuentra con un aumento de resistencia. Y parte de esa sangre quedará en las zonas más declives. Pies, tobillos, pantorrillas...
-Enfermedades hepáticas: ¡Claro! Tenemos un aumento resistencia en el "sistema venoso hepático". Tenemos una hipertensión portal. La sangre que viene de miembros inferiores y del territorio visceral tiene ahí otro factor 'contracorriente'.
-Hipoproteinemia. Como hemos dicho antes, si se pierden proteínas se pierde esa presión oncótica.
Se 'escapa' líquido del torrente vascular. Ocurre en la desnutrición, en síndrome nefrótico (se pierden proteínas por el riñón), en la enteropatía pierde proteínas... En enfermedades infecciosas graves, quemaduras, insuficiencia hepática e insuficiencia cardiaca avanzada.
-Finalmente otra causa de edemas puede ser la "compresiva". Un tumor, al crecer, comprime vasos. Todo lo previo se edematizará obviamente . Así, un tumor de útero que crece y comprime, por ejemplo, la vena iliaca producirá edema de toda la pierna.
-El hipotiroidismo también es causa de edemas por infiltración "mixedematosa".
-Raro: la "filariasis". Gusanos (nematodos) trasmitidos por algunos mosquitos y que afectan a la circulación linfática produciendo "linfedema".
-Medidas generales: evitar sobrepeso. Caminar (es muy bueno caminar sobre arena por el 'masaje plantar'). Caminar en general o correr permite fortalecer la musculatura que a su vez favorece el retorno venoso.
-En posición sentado o acostado las piernas un poco elevadas.
-Medias compresivas. Ideal para trabajos que requieren estar de pie mucho tiempo. Favorecen el retorno venoso, evitan el edema y disminuyen el dolor y el cansancio.
-Restringir sal de la dieta.
-Tratar enfermedad subyacente si existe. Si es cardiopatía, diuréticos, entre otros.
-Fármacos de eficacia clínica cuestionable o con falta de evidencia científica pero que 'pueden ser útiles': pentoxifilina, buflomedilo...