MURCIA. Nos encontramos en un día muy especial. Es Domingo de Ramos y la tradición nos indica que Jesús ha entrado de Jerusalén. En muchas ciudades de la Región es el inicio de la Semana y en otras como Lorca o Cartagena nos recuerda que ya estamos en esta tradición desde el mismo Viernes de Dolores, siendo el Vía Crucis del Cristo del Socorro en Cartagena el primer acto relacionado con este momento del año de toda España. Pero si hablamos de Semana Santa hemos de habla de Reliquias de la Pasión, las cuales formaron parte de una carrera alocada de las ciudades y territorios por conseguir mayor número de elementos relacionados con la vida de Cristo. Estos fragmento de espino, madero o tela debían estar debidamente documentados con su certificado de autenticidad, expedido por los monjes franciscanos de los Santos Lugares y conocido oficialmente como "Authentica". Sin ese diploma o pergamino el santo objeto expuesto en cualquier iglesia, convento o monasterio no tendrían ningún valor. Por supuesto se generó un terrible "comercio" de este tipo de objetos que casi se le va de las manos, pues y simplemente como un ejemplo, si juntásemos todos los Lignum Crucis de la Cristiandad llegaríamos a tener más de 80 cruces completas donde supuesta Cristo fue crucificado. Por lo tanto hemos de entender estas reliquias como justificadores o pontenciadores de Fe.
La Región de Murcia es muy rica en albergar estas reliquias y en el presente artículo repasaremos algunos de los lugares donde podremos encontrarnos con ellas.
Cobra más protagonismo si cabe en este año que en el 2024 se celebra Año Jubilar en Caravaca. Es en el monasterio de la Encarnación el lugar donde nos vamos a detener.
El Real Monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación es de titularidad de las Monjas Clarisas y se encuentra en el casco histórico de la ciudad de Mula. Los orígenes del convento son del siglo XVII en donde la iglesia y el monasterio sustituyen a una antigua ermita consagrada a Nuestra Señora de los Olmos (siglo XVI). Fue Fray Pedro Botía quien establece una comunidad clarisa en 1680.
La Santa Espina estaba, por lo visto, entre las paredes del propio monasterio, escondida y emparada, para evitar su robo o incluso su destrucción durante la guerra civil española. Cuando en el año 1939 vuelven a las instalaciones del monasterio, casi todo derruido, las monjas clarisas guardaron el secreto de que entre las paredes se encontraba la reliquia de la Santa Espina, por motivos de seguridad, tanto para ellas como para la propia reliquia.
Fue desenterrada cuando la situación política estuvo propicia para ello, en el último cuarto del siglo XX.
El trocito de astilla que posiblemente pertenecía a la Cruz de Cristo lo tenemos documentado en varios lugares de la Región de Murcia. El máximo exponente es Caravaca de la Cruz, de estilo oriental, con doble madero cruzado, procedente de Jerusalén, de una reliquia medieval y patriarcal, custodiada por la Orden del Templo y por la Orden de Santiago se la relaciona con una narración milagrosa de su presencia para con esta ciudad: la aparición en la misa del sacerdote Chirinos e historias relacionadas con la protección frente al mal.
Se conserva en un relicario con forma de cruz de doble brazo horizontal (el superior de 7 cms. y el inferior de 10 cms.) y uno vertical (de 17 cms.). Al parecer perteneció al patriarca Roberto de Jerusalén, quien fue el primer obispo de la Ciudad Santa, una vez conquistada ésta a los musulmanes en la primera cruzada en 1099. En 1232 ya se encontraba en tierras caravaqueñas.
Tiene forma de cruz pectoral, la misma que era usada por los patriarcas como un distintivo de su cargo jerárquico correspondiente a diócesis y a obispados. Esta Cruz, desde antaño, ha sido reconocida por la Iglesia Católica como "Vera Cruz" (Verdadera Cruz), otorgándosele bulas e indulgencias a los peregrinos que iban a adorarla. Asimismo la Iglesia le concedió en 1.794 el Culto de Latría o, lo que es lo mismo, asimilable a recibir la Eucarística pues, no en vano, la Latría significa el culto de adoración al dios verdadero.
Por su parte, en Cartagena, apreciamos dos Lignum Crucis que además salen en procesión con la Asociación Canónica del Cristo de la Real y Divina Misericordia el Viernes de Dolores, uno y con la Agrupación de la Vera Cruz (Cofradía Marraja) el Sábado Santo. Comenzando por este último hemos de comentar que el tercio de la Vera Cruz se fundó en el año 1956 siendo presidente de la agrupación D. Wenceslao Tarín y que procesionó por primera vez en la tarde del Sábado Santo de 1959, es un tercio mixto considerado como la cantera de las agrupaciones del Santísimo Cristo de La Agonía y Condena de Jesús, las cuales pertenecen a la misma agrupación madre de la Vera Cruz. El paso se encuentra configurado por una cruz realizada en oro y plata por orfebrería Villareal en el año 1988 y preside la procesión del Sábado Santo. En el interior de la cruz se coloca para la procesión un Lignum Crucis. La cruz fue plateada y dorada de nuevo en el año 2003.
El segundo Lignum Crucis documentado en Cartagena lo podremos apreciar en la tarde del Viernes de Dolores. Se encuentra enmarcado en un pequeño relicario ubicado en el centro de una capilla de estilo neogótico realizada en bronce. El paso en el que se encuentra está realizado en madera, con cuatro tulipas de cristal y portado a ruedas por acólitos, encabezando el conocido como Vía Crucis del "Cristo de El Lago".
Alcantarilla es la última estación, por ahora, de este artículo. Se dice que en la antigua parroquia de San Pedro de Alcantarilla ya se veneraba una reliquia de la Vera Cruz que, actualmente se le rinde culto en la población albaceteña de Alpera, pues al parecer fue donada por Pedro Alejandro de Villaescusa, cuya familia es oriunda de esta zona, el 7 de junio de 1749. Será en el año 2016 cuando Alcantarilla recupere esta tradición con la adquisición de una reliquia que actualmente procesiona el Lunes Santo en un relicario de bronce realizado en los talleres de Riopar en Albacete y que recibe culto en la Capilla de Nuestra Señora de Gracia.
* Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural