Foto: 112MURCIA (EFE). La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha impuesto una sanción de 100.000 euros a la discoteca Teatre, arrasada el 1 de octubre de 2023 por un incendio en el que fallecieron 13 personas, por una infracción muy grave en materia de prevención de riesgos laborales.
El Boletín Oficial de la Región de Murcia publica este miércoles la resolución de esa sanción, que se cursó el 25 de marzo de 2024 y se declaró firme, una vez superados los recursos presentados por la empresa, el 24 de junio de este año.
Según recoge la publicación, la discoteca ha sido multada por incumplir el artículo 13.10 del real decreto ley 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones de Orden Social.
En ese artículo se tipifican las infracciones muy graves en materia de prevención de riesgos laborales, entre las que se incluye el “no adoptar cualesquiera otras medidas preventivas aplicables a las condiciones de trabajo en ejecución de la normativa sobre prevención de riesgos laborales de las que se derive un riesgo grave e inminente para la seguridad y salud de los trabajadores”.
La propia ley establece también la horquilla en la aplicación de estas sanciones que, en el caso de las muy graves, se dividen en tres grados: mínimo, con multas de entre 49.181 y 196.745 euros (en el que encajaría la sanción aplicada a Teatre); medio, de 196.746 a 491.865 euros, y máximo, de 491.866 a 983.736 euros.
La discoteca Teatre, junto con Fonda Milagros, ambas ubicadas en una misma nave industrial y separadas por una pared de pladur en el polígono de ocio Atalayas de Murcia, sufrió un incendio el 1 de octubre de 2023 en el que fallecieron trece personas.
Aunque todas las víctimas se hallaban en Fonda Milagros, la investigación policial apunta a que el fuego se originó en Teatre, por el mal uso que se hizo de una máquina de chispas o fuegos fríos durante una fiesta.
Los informes de la Policía Judicial y los bomberos apunta también a que las salas, que administrativamente funcionaban como un único local a pesar de ser dos negocios diferentes y que tenían una orden de cese de actividad en vigor desde octubre de 2022, tenían graves deficiencias en materia de prevención de incendios y no cumplieron con el plan de evacuación previsto para este tipo de sucesos.
Ese plan de evacuación y emergencias, que era compartido por ambos locales, establecía que, en caso de incendio en uno de ellos, se debía avisar a los responsables del otro, cosa que no sucedió.
Además, los abogados de las víctimas han venido cuestionando a lo largo de la fase de instrucción las medidas de seguridad de los locales, que tenían salidas de emergencias bloqueadas con rejas y candados y otras que no comunicaban con el exterior, al tiempo que carecían de sistemas de alarma anti incendios, detectores de humo o luces de emergencia, y se suministraban la electricidad a través de un generador, sin contar con contrato con ninguna compañía, lo que hizo que durante el incendio se apagaran todas las luces dejando las salas completamente a oscuras, dificultando la evacuación.
Empleados de Teatre reconocieron también en sus declaraciones ante la policía que no habían recibido ningún tipo de curso o formación sobre prevención de riesgos laborales, ni habían hecho simulacros de evacuación para saber cómo actuar en caso de incendios.
