MADRID (EP). El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha asegurado este martes en su declaración como imputado ante el juez del caso 'Tándem' que no ordenó contratar a las empresas del comisario José Manuel Villarejo, negando en consecuencia que le encargara investigar a rivales empresariales como Florentino Pérez o Manuel Pizarro, una práctica que ha tachado de deplorable porque ha afirmado que él fue víctima de espionaje.
Sánchez Galán ha llegado a la Audiencia Nacional al filo de las 10.30 horas, cuando estaba citado, haciendo el denominado 'paseíllo' del que había pedido que se le exonerara a causa del repunte de contagios por Ómicron, si bien su interrogatorio no ha comenzado hasta cerca de las 12.00 y se ha prolongado unas dos horas y media en las que solo ha contestado a las preguntas del juez, el fiscal y su abogado.
Según fuentes presentes en la declaración, Sánchez Galán ha descargado la responsabilidad de la contratación de CENYT --el grupo empresarial de Villarejo-- en el que fuera jefe de Seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo.
Así, ha calificado de fraudulenta la contratación con CENYT, por cuanto sostiene que Asenjo no recibió órdenes de sus superiores para ello, apostillando que el modo en que se facturó a las empresas de Villarejo tampoco fue correcto. Y, por todo, ha destacado, el ex jefe de Seguridad salió de Iberdrola.
Interrogado directamente sobre si solicitó que se espiara al presidente de ACS, Florentino Pérez, y al entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro, lo ha negado tajantemente para añadir que ambos le merecen mucho respeto.
En este punto, ha querido dejar claro que espiar le parece una práctica deplorable e inadmisible, algo que sabe porque él mismo la habría sufrido, conforme ha declarado, aunque no ha detallado por parte de quién.
Ante tal manifestación, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García-Castellón, le ha ofrecido que formule denuncia para que, en su caso, se investigue ese supuesto espionaje con el presidente de Iberdrola en calidad de perjudicado, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Además, el juez instructor le ha confrontado con las conversaciones grabadas entre Villarejo y Asenjo en las que se refieren a un "señorito" al que el ex jefe de Seguridad debía transmitir la información proporcionada por el ahora agente retirado.
Al presidente de Iberdrola se le ha preguntado si ese "señorito" era él, a lo que no ha contestado, aunque ha rehusado comentar dichos audios esgrimiendo que no se pronuncia sobre charlas en las que no interviene.
También se le ha cuestionado por la reunión que tuvo con Asenjo en su casa después de que este último hubiera abandonado Iberdrola, un encuentro que ha justificado en el hecho de que tenía por costumbre reunirse con empleados y que, en cualquier caso, solía recibir a gente en su vivienda.
Otra de las personas sobre las que ha girado la comparecencia de Sánchez Galán ha sido el ex director de Control de Funciones Corporativas José Antonio del Olmo, que en diciembre de 2004 elaboró un informe donde denunciaba supuestas irregularidades en relación con los encargos a CENYT.
Sánchez Galán ha restado credibilidad a Del Olmo, planteando por qué, si observó posibles ilegalidades, no lo comunicó por los cauces de denuncia internos que había en Iberdrola, incluido un buzón anónimo.
A este respecto, ha vuelto a cuestionar que Del Olmo optara por escribir un 'dossier' y depositarlo ante notario para que el fedatario público lo custodiara el tiempo que fuera necesario.
Iberdrola se ha querellado por este asunto contra Del Olmo, al que acusa no solo de obtener información interna sin autorización ninguna, sino de elaborar un informe falso.
Por otro lado, Sánchez Galán ha explicado que las distintas empresas que conforman el conglomerado de Iberdrola funcionan como compartimentos estancos, de modo que cada director toma sus propias decisiones y él, como máximo responsable, se ocupa de la estrategia general, conseguir inversiones y supervisar.
De esta forma, ha marcado distancias respecto a Iberdrola Renovables, imputada porque el magistrado cree que el supuesto encargo a Villarejo en el proyecto 'Wind' no se realizó a título individual por parte de los directivos y empleados de la compañía, "sino que se hizo en nombre o por cuenta de la mercantil" y en beneficio de la misma.
'Wind' se habría desarrollado durante 2011 con el objetivo de investigar a la empresa suiza Eólica Dobrogea, a su accionista mayoritario, Chrisopher Kaap, y a su apoderado, Corneliu Dica. Iberdrola Renovables se había aliado con la compañía eólica para desarrollar una serie de proyectos en Rumanía, pero con el tiempo surgieron conflictos que se acabaron resolviendo de forma favorable a la mercantil española en un procedimiento arbitral.
Este martes también ha sido el turno del ex presidente de Iberdrola España Fernando Becker, que ha declarado durante aproximadamente una hora a todas las partes para afirmar que Asenjo nunca le informó acerca de la contratación de CENYT, y ello a pesar de que era su superior jerárquico, de acuerdo con las citadas fuentes.
El lunes ya comparecieron el ex consejero-director general de Negocios Francisco Martínez Córcoles y el ex jefe de Gabinete de Presidencia Rafael Orbegozo, desvinculándose en ambos casos de las tareas encomendadas a las empresas de Villarejo.
El juez imputó a Sánchez Galán y los tres ex directivos en junio al sospechar que pudieron participar desde sus respectivos puestos en la contratación de CENYT cuando Villarejo aún era miembro en activo del Cuerpo Nacional de Policía, que se manipularon las facturas generadas por esos servicios y que se tuvo acceso a datos reservados de las personas investigadas.
De acuerdo con el relato judicial, el primer proyecto de Villarejo para Iberdrola habría sido 'Arrow', que habría tenido como objetivo eliminar la oposición municipal y de los ecologistas a la construcción de una central en Arcos de la Frontera (Cádiz).
Entre 2004 y 2005 se habría desarrollado 'Black Board' o 'B-B' para supuestamente conseguir información comprometedora sobre Manuel Pizarro, presidente en aquellos momentos de Endesa, el gran rival de Iberdrola en el sector eléctrico.
Ya en 2009, a CENYT se le habrían encomendado 'Gipsy' y 'Posy'. El primero habría consistido en investigar a un directivo de Iberdrola, José María Álvarez, y a un proveedor, Francisco Julián Gutiérrez, al sospechar que pudiera mediar el pago de comisiones ilegales. Con el segundo proyecto, las pesquisas del comisario se habrían extendido a la vinculación de Álvarez con Florentino Pérez. Y, por último, en 2011, Villarejo se habría dedicado a 'Wind'.
En el auto de imputación, el instructor indicó que, por la contabilidad de Iberdrola, se sabe que fueron recibidas y abonadas quince facturas emitidas por CENYT entre 2004 y 2012 por un importe total de 1,04 millones.