Pedro Sánchez, en la sesión de investidura. Foto: EMILIO NARANJO (EFE)MURCIA. En un largo y detallado discurso, Pedro Sánchez expuso su programa de Gobierno en la sesión de investidura. El candidato socialista mostró sus planes, que versarán sobre cuatro ejes: justicia social, defensa de los servicios públicos, libertad y la cohesión y el diálogo territorial. Así lo desgranó antes de lanzar un mensaje inicial, en el que fue muy claro: "España no se va a romper. Aquí lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista".
El socialista enumeró una batería de medidas, acordadas con su socio de Gobierno, y que prometió llevar a cabo en la legislatura de la mano de Unidas Podemos. Entre las iniciativas, mencionó un asunto que afecta especialmente a la Región de Murcia: la financiación autonómica. El todavía presidente en funciones se comprometió a abordar "sin dilación" el modelo de financiación autonómica, que perjudica a comunidades como la murciana y la valenciana.
"Esta es la legislatura autonómica", proclamó Sánchez, dando su palabra de que esta vez sí se abordará la reforma, pendiente desde 2014. El actual modelo provoca que un murciano reciba 2.323 euros mientras que Cantabria obtiene 3.141 euros por habitante y La Rioja, 2.994 euros por habitante. Sólo Valencia se encuentra en peores condiciones que Murcia, pues recibe 2.309 euros por habitante.
El aspirante del PSOE, eso sí, eludió dar plazos ni concretó un calendario de actuación, pero sí señaló que este gran acuerdo debería fraguarse en colaboración "con la bancada conservadora". Con todo, el compromiso pactado con la formación valenciana Compromis pasa por que en los primeros ocho meses de gobierno debe presentar una primera propuesta.
La financiación es una de las principales reivindicaciones de la Región. El Gobierno regional precisamente lleva años pidiendo un cambio del modelo y achaca gran parte de la elevada deuda pública murciana -que rozó los 10.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2019- a la infrafinanciación.
Sánchez, sin embargo, pasó de puntillas por el otro gran tema relevante para la Región: el agua. El líder del PSOE dedicó un breve apartado al agua, cuyo acceso considera "un derecho humano y no un bien mercantil". El socialista anunció que la coalición elaborará un "plan nacional de depuración, saneamiento y ahorro del agua que consagre el acceso al agua".
No dio más detalles y evitó citar la situación del trasvase Tajo-Segura, cuyo abastecimiento para riego se cortó para los meses de diciembre y enero con la justificación de proteger el Mar Menor. Esta decisión, adoptada por el Ministerio de Transición Ecológica, provocó el rechazo de todos los partidos murcianos, incluido el PSOE regional. "El Mar Menor no es excusa para dejar sin agua a los regantes", declaró el murciano Diego Conesa. Los regantes de la cuenca del Segura, principales perjudicados, se pusieron en pie de guerra y avanzaron que plantarán cara en los tribunales.
La situación del Mar Menor tampoco se mencionó en el discurso de Sánchez. El socialista, no obstante, sí hizo referencia a luchar contra la emergencia climática y dedicó varios minutos a abordar esta cuestión, pero no aludió al Mar Menor. La laguna acaba de su sufrir uno de sus peores años, crisis medioambiental incluida, lo que provocó que la sociedad se manifestara en Cartagena reclamando medidas. El Ejecutivo regional, que a finales de diciembre aprobó un decreto de protección integral, siempre ha pedido ayuda y colaboración al Gobierno central.
