MURCIA. El mercado laboral de la Región de Murcia se enfrenta al enorme reto de contener el paro en una era marcada por la incertidumbre. La Comunidad logró cerrar el ejercicio 2019 por debajo de la barrera de los 100.000 desempleados, su gran objetivo después de varios años luchando por recuperarse de las cicatrices que dejó la crisis de 2008. Sin embargo, seis meses después, pandemia incluida, el número de demandantes de empleo se ha disparado y sobrepasa ya los 115.000. Es un incremento del 17% en apenas un semestre.
La irrupción del virus ha dado al traste con cualquier previsión. La pandemia hace trizas los buenos propósitos para un año que apuntaba al despegue tras un lustro de crecimiento. La Región empezó a recuperar fuelle a partir de 2015, cuando dejó atrás los tiempos aciagos de la recesión económica que le llevó a registrar hasta 160.000 parados en febrero de 2013. En 2015 la Comunidad cerró en 133.000 desempleados; en 2016 se redujo hasta 121.000 y en 2017 ya se situaba por debajo de 110.000. En 2018 las oficinas de empleo recontaban 104.000 solicitantes y en 2019 se cifró en 99.580. Era un dato que no se veía desde enero de 2009, apenas cuatro meses después de la caída de caída de Lehman Brothers.
El 2020, en cambio, apunta a que no acabará en positivo; por tanto el gran objetivo pasa por contener la hemorragia. De momento, los 'daños' se pueden cuantificar en 14.444 parados más desde el último mes indemne al virus, que fue febrero. Se trata de un aumento del 14,2% al pasar de los 101.485 desempleados de aquel mes a los 115.929 de junio. Es la nueva realidad de las oficinas de empleo.
Esta subida ha sido ligeramente inferior a la media nacional, que en todo este tiempo ha registrado un crecimiento del 15,9%. Otros territorios como Cataluña y la Comunidad Valenciana sufrieron incrementos de un 23%. En cambio, Extremadura y Cantabria han padecido menos los efectos colaterales, con avances mínimos del paro de un 3% y un 8%, respectivamente.
El peor mes de la pandemia para la Región fue abril, cuando casi 7.000 murcianos (6.896 exactamente) ingresaron en las listas del Servicio Regional de Empleo como demandante de un trabajo. Marzo, el primer mes de la pandemia, también fue duro, con 5.827 nuevos parados. Sin embargo, el dato de mayo daba una alegría al romper la racha negativa y descendía en 40 desempleados. Junio, no obstante, resultó un mes negativo, con 1.761 murcianos más en la cola del paro.
Los servicios fueron el sector peor parado de estos tres meses y medio de convivencia con el coronavirus. Más de 9.000 murcianos se apuntaron como solicitantes de un empleo. La campaña de verano, que irrumpe tras el fin de campaña, llega como clavo ardiendo para el sector servicios, que confía en que bares y restaurantes, así como los alojamientos turísticos puedan empezar a remontar.
Actualmente casi 76.000 murcianos (75.989 para ser exactos) buscan trabajo en este amplio ámbito -que incluye actividades como la hostelería, el turismo y el comercio, entre otros-. Para encontrar una cifra similar hay que remontarse hasta principios de 2016, cuando el dato rozaba los 80.000, en plena salida de la crisis.
La agricultura, que se mantuvo estable en los primeros meses del confinamiento, experimentó un repunte en mayo y, especialmente, en junio. Hasta 2.224 parados se inscribieron como nuevos parados en un mes que coincide con el final de la campaña del sector. A día de hoy más de 9.000 jornaleros sin trabajo.
El recto de áreas han registrado también subidas, pero menos elevadas: el sector industrial tiene 1.390 parados más que en febrero; la construcción contabiliza 1.168 desempleados más y las personas que buscan su primer contrato suma 606 más que al inicio de la pandemia.