murcia presume de músculo culinario

Restaurantes de toda la vida vs las nuevas franquicias: "Murcia está con la cocina tradicional"

El Burger King de Santo Domingo, que fue emblema de las franquicias en el centro, cerró sus puertas hace meses. Foto: Sergio de la Flor

20/06/2021 - 

MURCIA. "Al contrario de lo que pensáis la ciudad de Murcia está muy enfatizada en la cocina y en los negocios tradicionales. Los restaurantes presumen de tender infinidad de sabores, aromas y conceptos de restauración distintos, y por eso no triunfan las franquicias clásicas". Con estas palabras ha remarcado José María Rubiales, presidente de la Asociación de Bares y Cafeterías de Murcia, el papel protagonista de la gastronomía local.

Así pues, el representante de la gastronomía murciana y dueño del Palco del Parlamento Andaluz reivindica el poderío del restaurante clásico por encima de las cadenas extranjeras de comida rápida como KFC o Domino´s Pizza: "Te puedo decir muchísimas plazas emblemáticas que no tienen ninguna franquicia".

"El que tiene que reivindicar algo es el que viene de fuera.

Preguntado sobre qué tienen que reivindicar los negocios tradicionales Rubiales aprovecha para fardar aún más de músculo culinario: "El que tiene que reivindicar algo es el que viene de fuera. El cliente de Murcia se distingue por saber que en su ciudad tiene restauración para lo que quiera sin necesitar ninguna franquicia".

En ese sentido, insiste en la capacidad de la gastronomía autóctona de satisfacer las necesidades de cada cliente, desde el gourmet que busca sabores exquisitos al adolescente que prefiere tomarse una hamburguesa sin tener que pagar demasiado por ella, sin olvidar el ‘terraceo’ tan propio de nuestra tierra.

De hecho, defiende la capacidad de los locales de triunfar en la batalla contra las nuevas franquicias en su terreno, la preparación de comida rápida: "No le vas a decir a Murcia lo que es el fast-food porque una marinera y una caña se inventó hace años".

Asimismo, la hostelería murciana también puede hacer gala de aspectos como el café de la sobremesa o la cerveza de encontrar a quien llevas mucho sin ver, costumbres fuertemente arraigadas en el territorio y que las cadenas no están sabiendo aprovechar.

Terraza de bar sobre las 4 de la tarde. Foto: Sergio de la Flor

Al  valorar la estrategia de las franquicias de apostar por las nuevas generaciones, Rubiales destaca en especial la función de los bares más clásicos: "Hay muchos clientes que no quieren que un local en especial se transforme". Estos locales, fácilmente reconocibles por sus carajillos, su olor a vino y por albergar una clientela con ambas dosis de la vacuna administradas, resultan imprescindibles para los más fieles que no quieren ver cómo su bar cambia para atraer a nuevos clientes.

 Sin embargo, reconoce que este tipo de negocios están abocados a apagarse con el paso del tiempo y que las transformaciones de negocios por otros completamente distintos es algo habitual en una ciudad viva. En cualquier caso, remarca que Murcia, con sus 500.000 habitantes, tiene clientela para todos los mercados.

La clave llegar al cliente: calidad, precio razonable y buen servicio

Antonio, propietario de Los bocatas de Antonio, se muestra igual de optimista sobre la potencia de su negocio y resta importancia al poder de competencia que le pueden hacer las franquicias a pesar de compartir el modelo de la comida rápida: "Yo procuro que lo que yo venda no lo tenga nadie.".

Además, reivindica el poder de atracción de su local, al que "viene gente de muchos sitios" para comer sus bocatas, mientras que asegura que las franquicias se ven obligadas a situarse en zonas de paso para conseguir que la gente entre.

También del trato al cliente presume Antonio, que incluso admite apagar los aparatos del delivery muchos viernes por la noche porque no da abasto y para él "atender bien a los clientes del local es lo prioritario". Por el contrario, las cadenas de restaurantes sí buscan absorber la mayor cantidad de pedidos posibles, algo para lo que la entrega a domicilio se ha convertido en una gran aliada.

En consonancia, el dueño del bar La esquina de las flores, que se muestra confiado ante las franquicias de comida rápida: "Tengo el Burger King enfrente y no me molesta nada". Asimismo, ofrece las claves para atraer a los clientes por delante de las cadenas: "Buen precio, buena calidad y buen camarero".

Terraza de una cadena de comida rápida sobre las 4 de la tarde. Foto: Sergio de la Flor 

El atractivo de las franquicias

Por su parte, las franquicias tampoco pueden verse como perdedoras de una guerra, pues aunque su modelo de negocio no sea suficiente para liderar el sector sí han sabido encontrar su fortaleza en la especialización. Además, la facilidad para inaugurar locales ligada a la baja inversión necesaria provoca que este tipo de restaurantes florezcan de diversos puntos de la ciudad.

Así pues, la celeridad en el servicio, la colocación del local, la comida visualmente atractiva y unas ofertas que estimulan precios ya de por sí reducidos son la clave para conseguir atraer a su público objetivo: los jóvenes. Además, la irrupción del delivery ha reforzado este tipo de servicios más inmediatos y ha permitido a estos negocios aumentar sus ventas más allá de lo que habría sido posible con el sistema tradicional.

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