MURCIA (EP). Unión de Uniones ha enviado un escrito a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) para que investigue si se ha producido un incumplimiento de la ley de la cadena alimentaria, ya que los precios que perciben los productores de naranjas esta campaña por parte de las empresas comerciales se situarían en una media de entre 0,09 y 0,14 céntimos de euro por kilogramo, muy por debajo de los costes de producción que se sitúan en los 0,30 euros/kilo, según ha informado en un comunicado.
En concreto, la organización agraria ha señalado que el Informe Semanal de Coyuntura, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación certifica también que los precios que están recibiendo los agricultores españoles se aproximan a valores muy por debajo de los costes de producción.
Según Unión de Uniones, esta situación para el productor podría suponer un incumplimiento de la ley de la cadena alimentaria que exige que el precio que perciben los agricultores han de cubrir, al menos, los costes efectivos de producción, por lo que considera que este órgano debe "investigar y clarificar" lo que está sucediendo y sancionar, en su caso, de acuerdo con el régimen sancionador legalmente establecido, a aquellos operadores que supuestamente incumplan la normativa.
La organización agraria, que ha realizado un informe sobre la situación de los precios de diversos cítricos, ha indicado que el nivel de precios en origen es "excepcionalmente bajo" y no ha cumplido con las expectativas de los productores y más si se tiene en cuenta que la producción española de cítricos es un 5% inferior a la campaña pasada. "Es incomprensible que se haya llegado a esta situación para los productores", han señalado.
La organización agraria ha precisado que en el grupo de pequeños cítricos (clementinas y mandarinas) en general el precio medio percibido por el agricultor es seis céntimos superior a los costes de producción, por tanto, tiene un margen de beneficio del 13% por cada kilo vendido y comercializado, mientras que en las naranjas por cada kilo vendido y comercializado, el productor ha perdido 16 céntimos, es decir que ha perdido más del doble de lo que cobra, en concreto un 119%.