MURCIA. Superar una pandemia nunca resulta un reto sencillo. No importa cuán grandes hayan sido los esfuerzos por resistir, pues los efectos de la mayor crisis sanitaria del último siglo se han dejado ver en todos los confines del mundo, incluida la Región. Así pues, resulta de especial importancia analizar los efectos que ha tenido el coronavirus en la calidad de vida de los habitantes de la Comunidad murciana que ha facilitado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como no podía ser de otra manera, la salud es el primer indicador que se ha visto afectado por culpa de este virus. Así pues, hasta 141.873 murcianos se han contagiado desde que la covid llegara a la Región en marzo de 2020, de los que 1.748 han llegado a perder la vida como consecuencia de las complicaciones derivadas de la infección.
En consecuencia, el crecimiento en la población se ha reducido considerablemente con un aumento del 0,52% en 2020, muy por detrás del incremento de años anteriores. No obstante, la Región aún puede presumir de ser la segunda comunidad que mejor ha resistido la pandemia en estos términos, tan solo por detrás de Baleares.
Continuando con los indicadores de salud, uno de los más relevantes en el 2020 fue la cantidad de personas que no pudieron acceder a los cuidados médicos cuando estos eran necesarios. En la Región, esta cifra alcanza el 1,5% de la población que, si bien queda por detrás de la media nacional (2,1%), no deja de resultar devastadora en comparación con años anteriores.
Gran parte de quienes decidieron no buscar asistencia apuntan a causas como el miedo a los hospitales y las pruebas, la preferencia por esperar a que el problema mejore o la falta de tiempo. Una pequeña parte, en cambio, asegura que sus motivos están más bien ligados a las listas de espera, la lejanía a los centros médicos o el coste de los servicios, por lo que el coronavirus podría estar estrechamente ligado a este incremento.
Por otro lado, la percepción de los murcianos sobre su propia salud como mala o muy mala alcanzó en 2020 el 6,7 sobre 10, el séptimo peor resultado por comunidades.
Más allá de las consecuencias sobre la salud que ha tenido la covid, esta pandemia también destaca por su influencia en la economía de la Región. Así pues, el 25% de la población murciana se encontraba en riesgo de pobreza en 2020. También merece la pena destacar la carencia material, que evalúa si las personas pueden permitirse determinados bienes que se desea poseer para alcanzar un estándar de vida adecuado.
El INE contabiliza hasta nueve ítems "necesarios" para "un nivel adecuado de vida", entre los que se encuentran disponer de teléfono, automóvil, lavadora o televisor, permitirse una temperatura adecuada en el hogar o tener la posibilidad de comer carne o pescado al menos cada dos días. En la Región de Murcia, el 21,6% de la población no poseía al menos 3 de estos ítems, lo que se traduce en carencia de material. En concreto, se trata del tercer peor resultado por comunidades autónomas.
En cuanto a las dificultades económicas que están pasando los hogares, la Región continúa destacando por encima de la media nacional en todos los indicadores de pobreza. En concreto, el 45,3% de los murcianos no puede permitirse salir de su casa de vacaciones al menos una semana al año mientras que en el conjunto de España este porcentaje es del 34,14%.
Respecto a la incapacidad para afrontar gasto imprevistos, la Región destaca por encima de la media nacional en casi 8 puntos con un 43,1% de los hogares en esta situación. Por otro lado, el 15,5% de los murcianos reconoce tener retrasos en el pago de la vivienda, dos puntos más que el conjunto de España. No obstante, el indicador más importante es el de población con mucha dificultad para llegar a final de mes, y en él vuelve a destacar la Región como la quinta autonomía más perjudicada con un 11,2% de su población frente al 10% de la media nacional.
Como ocurre con otros de los indicadores que se contemplan en las mediciones de calidad de vida del INE, muchas de las comunidades que presentan más problemas de este tipo están en el sur del país, mientras que en el norte suelen encontrarse valores más contenidos.