A LA IZQUIERDA / OPINIÓN

Racismo: la pandemia que no cesa

8/07/2020 - 

La pandemia de la covid-19 ha desenmascarado lo que había debajo de la fina epidermis de nuestra sociedad, el racismo estructural. Este se manifiesta de distintas maneras: desde las instituciones hasta nuestros barrios, pasando por los discursos de la extrema derecha que legitiman las agresiones contra los migrantes en las calles.  Sin olvidar las redadas por perfil étnico racial ni perder de vista las políticas de la UE que convirtieron nuestro Mediterráneo en la mayor fosa común o los Centro de Internamiento para Extranjeros, verdaderos agujeros negros de la ley donde se vulneran sistemáticamente los Derechos Humanos.

La “nueva normalidad” es aún más triste que la anterior, hoy vemos una nueva oleada de actos xenófobos como los ocurridos hace unos días en Los Nietos, Cartagena, donde seis migrantes argelinos en cuarentena –que dieron negativo en los test de covid19- fueron expulsados del pueblo por los insultos racistas de un grupo de vecinos.

En Murcia, la Junta Municipal de Distrito Norte se ha pronunciado en twitter realizando un señalamiento a los migrantes que se encuentran en una vivienda social, un nuevo pronunciamiento racista y es que la covid-19 es tan solo la excusa para que los racistas vuelvan a la carga. Los turistas que vienen del norte y llegan a nuestros aeropuertos, con o sin covid, no son señalados de esa manera.

La memoria es corta y ya se olvidaron que cuando el mundo paró los migrantes expusieron su cuerpo y su salud para que determinados sectores esenciales no pararan. Ellos siguieron trabajando en pésimas condiciones en el campo, en los almacenes, en las casas, en los sitios con peor remuneración y con menor reconocimiento social. Además de la primera línea de combate al virus: los sanitarios; otros muchos sectores debieron seguir sin interrumpir su trabajo para que no les faltara nada a millones de personas que se encontraban confinadas, y también otros sectores vulnerables que simplemente no se podían permitir parar.

Hace pocas semanas el asesinato de George Floyd estremeció al mundo, también en España vimos concentraciones y manifestaciones públicas de distintos sectores de la sociedad rechazando las actuaciones policiales en EEUU y el abuso de la fuerza contra la población migrante. Pero estos acontecimientos no ocurren sólo en otros continentes, aquí en nuestro país, se dan casos como el que desveló la grabación de la cámara de seguridad del centro de menores Tierras de Oria de Almería que muestra cómo Ilyas T, de 18 años y de origen marroquí murió durante una contención, en julio de 2019.

En 2020 afrontamos la pandemia de la covid-19, sin embargo, no es la única, hay otra que recorre el mundo: el racismo y la xenofobia. Es tarea de las instituciones, pero también de todas las personas combatirla. Como bien dice Angela Davis: en una sociedad racista no basta con no ser racista, hay que ser antirracista.


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