OBESIDAD Y coronavirus: UN FACTOR DECISIVO

Los especialistas de Quirónsalud te dan las claves para perder peso para siempre

27/08/2020 - 

MURCIA. Los estudios realizados por el Ministerio de Sanidad arrojan datos reveladores. La prevalencia de obesidad —Índice de Masa Corporal (IMC) mayor de 25— entre los que fallecieron por covid-19 fue del 84,8% frente al 18,9% de los pacientes que superaron la enfermedad. Estas evidencias científicas apuntan, por tanto, a que las personas con obesidad, al igual que sucede con otras infecciones respiratorias, son más vulnerables al coronavirus. Dicho de otro modo, cada kilo de sobrepeso añade más riesgo al paciente y le acerca a la muerte en caso de ser infectado por el SARS-CoV-2.

Con estos datos, Quirónsalud destaca la importancia de poner freno al sobrepeso y la obesidad, bajando de peso como método preventivo ante el riesgo de contraer la covid-19, y ofrece desde sus distintos centros el asesoramiento nutricional necesario, así como otros tratamientos más drásticos como el balón intragástrico. Tratamientos con los que adquirir hábitos saludables que permitan a los pacientes reducir su IMC y aumentar la probabilidad de supervivencia.

Programas nutricionales de Quirónsalud

En los casos menos graves, el sobrepeso o la relativa obesidad puede ser reconducida mediante el ejercicio físico y los programas nutricionales. Carolina Pérez, nutricionista del hospital Quirónsalud Murcia, apunta algunas de las claves para cumplir con éxito estos programas. “Desde mi experiencia profesional, no deben existir alimentos prohibidos en una dieta para adelgazar”, sentencia la especialista. “Existen los alimentos que van a favorecer la pérdida de peso con mayor rapidez dentro de una dieta saludable, pero todo dependerá de la frecuencia de ingesta de ese alimento”, añade. 

Según indica, un ejemplo de ello sería la costumbre de restringir algunas frutas. Tal sería el caso del plátano, la chirimoya, los higos, las brevas, el caqui, los nísperos, las uvas blancas, el coco y el aguacate, que se encuentran entre las más calóricas. ¿Deberíamos suprimir o limitar el consumo de estas frutas cuando estamos a dieta? Su respuesta es que no. “Muchas veces, pautar una dieta restrictiva en cuanto a variedad de alimentos favorece la no adhesión del paciente a esa dieta y que se caiga entonces en la monotonía, lo que favorecería la ansiedad por consumir alimentos hipercalóricos”, argumenta.

Sin embargo, advierte sobre del consumo de alimentos nocivos para la salud o tóxicos, motivo por el que algunos grupos de alimentos sí quedan excluidos. Es el caso de azúcares añadidos de los caramelos, zumos de fruta, helados y bebidas gaseosas. Pero lo mismo ocurre con aceites vegetales refinados, grasas trans o cereales refinados como la pasta blanca, el arroz blanco, el pan y la harina de trigo. Para la especialista, deberían quedar también excluidos los alimentos procesados, que son todos los productos artificiales elaborados en una fábrica. La carne procesada de los perritos calientes, los embutidos y los precocinados, por ejemplo.

“Para llevar una vida saludable, lo ideal es seguir una dieta para adelgazar equilibrada, que es aquella que nos aporta todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente”, explica. Debe tener las proporciones adecuadas de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) junto con agua y fibra. “Los hidratos de carbono son la fuente de energía más eficiente para nuestro organismo y estos deberían representar el 55% de nuestras calorías ingeridas, mientras que un 30% debe ser para las grasas y dejaríamos el 15% restante a las proteínas”, detalla.

En el mismo sentido se posiciona Rocío Práxedes, dietista-nutricionista de la Unidad de Obesidad y Nutrición del hospital Quirónsalud Valencia. “En una dieta para adelgazar saludable no existen los alimentos prohibidos, pero sí es necesario ordenar la frecuencia de consumo y raciones de los alimentos”, afirma la especialista, y pone el foco en dos categorías. Por un lado, los fritos y, por otro, los dulces. La recomendación de aceite de oliva diario es de tres a seis cucharas soperas y dependerá de la actividad física que realicemos y la edad que tengamos.

“Si una vez por semana consumimos pescado frito, ese día gastaremos más aceite del indicado; no obstante, si utilizamos aceite de oliva virgen extra y cocinamos en sartén, estaremos fomentando el consumo de grasa de calidad y de pescado, explica. “Además, si acompañamos con una ensalada, conseguiremos nivelar el aporte calórico de la comida” añade. En cuanto al dulce, aconseja buscar estrategias para que, sin prohibirlo, se pueda controlar su consumo. “Por ejemplo, no lo tengas en casa, pero elige una tarde de la semana para comprarlo e incorporarlo en tu merienda sin esconderte ni sentirte mal por ello”, apunta.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud no es solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, sino que implica un estado de completo bienestar físico, mental y social. “De esta forma, una dieta es de fiar si ‘alimenta’ todas estas partes: incluye todos los grupos de alimentos, aporta energía para afrontar el día, contribuye a que nuestros análisis médicos denoten salud y, por supuesto, permite que mantengamos una relación saludable con la comida”, explica. Para conseguirlo, recomienda seguir la dieta de las ‘tres eses’: “sostenible en casa y fuera de casa, sostenible en el tiempo y sostenible con el medio ambiente”.

Para todo ello, Mari Carmen Díaz Sanchez, dietista nutricionista del hospital Quirónsalud Alicante, recomienda seguir unos pasos muy concretos:

  • Ponte objetivos claros y realistas.
  • Distribuye tu ingesta en varias tomas lo largo del día.
  • Aprende a seleccionar qué alimentos debes comer en mayor cantidad y cuáles en menor cantidad.
  • Incluye ejercicio físico en tu rutina diaria.
  • Planifica tus comidas.
  • Prioriza el consumo de agua a otro tipo de bebida.
  • Aprende a decir "No".
  • Se constante y perseverante con tu objetivo.
  • Por encima de todo, que el cambio hacía una alimentación más saludable haya sido una decisión propia.

Balón intragástrico para perder peso

En los casos más graves, existe la posibilidad de aplicar medidas más drásticas para el tratamiento de la obesidad. Es el caso del balón intragástrico, un dispositivo ideado para facilitar la pérdida de peso en pacientes con obesidad grave. “Se trata de una esfera de silicona que, una vez introducida en el estómago, se rellena con 600 centímetros cúbicos de agua y se deja flotando libremente en la cavidad gástrica durante un máximo de seis meses”, explica el doctor Juan Antonio Casellas, jefe de la Unidad Digestiva de Endoscopia Avanzada del hospital Quirónsalud Alicante. El balón, al ocupar parcialmente el estómago y dificultar su vaciado, produce una disminución de la sensación de hambre y la aparición de saciedad precoz al comer. El porcentaje de media de pérdida de peso corporal es de entre 15 y 18 kilos.

Existen varios tipos de balón intragástrico y indicación de cualquiera de ellos es para pacientes con IMC entre 30 y 40. “La colocación se realiza bajo control endoscópico y anestésico, por lo que se debe realizar una gastroscopia diagnóstica para comprobar que no existe ninguna contraindicación”, afirma el doctor. Así, si está todo bien, se procede a la introducción del balón en la cavidad gástrica y al hinchado bajo control endoscópico. Una intervención que no precisa ingreso hospitalario, por lo que el paciente puede marcharse a su domicilio en poco tiempo. Después, para la retirada del balón, se aconseja una anestesia general ya que la intubación endotraqueal permite proteger la vía aérea, evitando así la posibilidad de paso de líquido a los pulmones. Sin embargo, tampoco requiere el ingreso hospitalario.

Los primeros días tras la colocación de un balón intragástrico se produce cierto rechazo gástrico ya que el estómago no está acostumbrado al balón e intenta expulsarlo. “Las manifestaciones clínicas suelen consistir en espasmos, náuseas e incluso vómitos y para mitigar estos síntomas se recomienda tomar una medicación durante tres a siete días”, explica el especialista. Por otro lado, existen contraindicaciones absolutas para la colocación de un balón intragástrico:

  • Pacientes no colaboradores o con incapacidad para entender los objetivos y seguir las normas establecidas en el protocolo.
  • Enfermedades sistémicas que impidan un correcto seguimiento.
  • Enfermedades psiquiátricas mayores.
  • Drogadicción o alcoholismo activos.
  • Embarazo y lactancia.
  • Contraindicación absoluta anestésica.
  • Negación del paciente a firmar el consentimiento.
  • Esofagitis péptica grave, úlcera gastroduodenal y Enfermedad de Crohn
  • Cirugía gástrica previa.

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